Miguel Hermoso, director y escritor

Noche cómplice

El director de ‘Lola’y ‘La luz prodigiosa’ ha publicado su primera novela y prepara ya la segunda. ‘Noche cómplice’ es como el amor en tiempos de intriga y otros lenguajes.

Miguel Hermoso nació en Granada, donde transcurre ‘Noche cómplice’, donde transformó una pequeña libreta de adolescente en el primer diario de crítica y anotaciones para futuras películas, disfrutando de las que veía en la apenas docena de cines granadinos.

“Los cuatrocientos golpes”, de François Truffaut, “Hiroshima mon amour”, de Alain Resnais, “À bout de souffle”, de Jean Luc Godard y “Vértigo”, de Alfred Hitchcock son los ladrillos de uno de los directores esenciales de nuestra cinematografía.

Estudió Derecho y entró, fuera de su propio pronóstico, en la Escuela de Cine. En 1970 se contrató como Realizador Publicitario en los Estudios Moro. Tras otras dos agencias, en 1974 abrió su propio estudio de rodaje. Con 9 películas, dos series y muchos otros trabajos en cine y televisión, Miguel Hermoso es responsable de obras de referencia como ‘La luz prodigiosa’, ‘Truhanes’ o ‘Fugitivas’.

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En la presentación de la novela decías que es más difícil escribir un guión que una novela, y has recordado lo que te decía Gabriel García Márquez, sobre que una obra se escribe en seis meses y se corrige en cuatro años. ¿Cuánto tiempo has corregido tu novela después de publicarla’?

No. Una vez que se ha publicado no he vuelto a ella, la verdad. Es mi primera novela aunque realmente es la primera que me he propuesto publicar. Ahora ha salido la segunda edición y no la he vuelto a revisar.

Respecto a lo otro, no es que sea mas difícil escribir un guión que una novela, sino que es más difícil dirigir una película porque depende de muchos factores, sobre todo la producción. Eso condiciona mucho. Cuando diriges tienes en mente como quieres que sean las secuencias, y del dicho al hecho hay un trecho. Otra cosa es lo que te encuentras. Con una novela no hace falta rodar, solo contar la historia.

Esto es un proceso que depende de cada autor, pero yo escribo el primer texto y luego hago dos o tres revisiones y vas puliendo, quitando lo que sobra y poniendo lo que falta.

Basas una gran parte de la novel en los diálogos, cuentas la historia a través de los personajes.

Es algo que he descubierto a lo largo de mi carrera de director, la participación del espectador, en este caso, del lector. Solo concibo las películas con la participación del espectador. El escritor debe escribir una parte del la novela y dejar que el lector escriba la otra. Y lo mejor para eso son los diálogos y a través de ellos se van entendiendo cosas.

Hay directores que se regodean, que les encantan decir que ‘yo he querido contar esto’ o ‘lo veo asá’. Yo creo en las películas a través de sus personajes, y creo en los personajes a través del lector que los construye. Esto es lo que he aprendido desde los primeros cortos que hice en los 80.

En la novela nueva que voy a publicar los diálogos tienen un papel muy importante. Es como es mi narrativa, que el lector construya lo que ocurre a través de escuchar o leer a los personajes hablar.

¿Por qué utilizas tres lenguajes distintos ‘los despertares’, los viajes de Alonso Ojeda y los diálogos?

Tengo testimonios de varios lectores, algunos amigos y otros desconocidos, como los del otro día en una conferencia en la que habían lectores desconocidos, que me dicen que han empezado la novela y no han podido dejarla hasta acabarla en tres días. Esto, que es un elogio, quiere decir que les ha interesado lo que he contado. Como te decía busco que el lector construya la historia conmigo, que es lo mismo que he buscado en las películas, y para eso solo les tengo que contar una parte, la otra la tienen que construir el espectador. Lo mismo con el lector.

Estos lenguajes son técnicas literarias para crear el interés. Si cuentas una escena e introduces algo distinto, el espectador se interesa porque busca la relación, y funciona bien si sabes hacerlo bien.

La primera vez que vi manejar estas técnicas de contar en varios niveles fue al maestro Antonio Muñoz Molina que, por cierto, ha leído mi novela. Se la di en un acto que nos encontramos, me escribió al cabo de un mes y me dijo que la había tenido aparcada pero que al cogerla se la había leído en dos días. Su testimonio es muy elogioso y quiere decir que he utilizado bien estas técnicas.

He escrito una parte del la novela y dejo que el lector escriba la otra’

Cuando se lleva un tercio de la historia leída, el lector se encuentra con un diálogo que trata de reconstruir una coartada, y a partir de ahí hay un constante repaso de los hechos, como de atestados policiales o interrogatorios. ¿Por qué tan exhaustivo?

Soy consciente de que a nivel cultural España es una colonia norteamericana, y a nivel cinematográfico, ni te cuento. El mensaje cultural está determinado por la metrópoli. Ni si quiera por EEUU sino por los anglosajones, porque en EEUU hay muchos latinos. Lo anglosajón domina el cine, la literatura y la ciencia. Lo he vivido desde que era niño y lo sigo viviendo ahora. No reniego de que las grandes películas que conozco y que son norteamericanas.

Digo esto porque el lector español piensa que los juicios son como los de EEUU, porque son la películas que han visto. Si le pones un juicio español le parecerá aburrido. Están acostumbrados al fiscal, al defensor y al jurado, y se levantan y en frente están los testigos, y piensan que el sistema jurídico español es así. Me planteé la obligación de contarle al espectador cómo es el sistema jurídico español, y he consultado con dos abogados que me han contado el procedimiento, a parte de que soy licenciado en Derecho y no he ejercido nunca. Me he extendido en ese procedimiento y he querido hacerlo lo menos árido posible

¿Has invertido mucho tiempo en el proceso de documentación?

Soy muy riguroso desde mis películas. Es la obligación de un autor contar las cosas con rigor, y si no tienes la información no la cuentes. He consultado a médicos y a abogados en la parte de la novela en la que es importante. Lo considero una obligación y he recibido muchos mensajes elogiosos por ello. Nadie me ha dicho que es la obra literaria del momento, claro, pero sí que le ha enganchado y me se han enterado de cosas que hacían los fiscales o los jueces de primera instancia. Me propuse contar cómo exactamente ocurre esto en el sistema judicial.

El protagonista de mi próxima novela es un policía y he estado en contacto con varios policías que me han contado cómo es la vida de un policía en nuestro país no en los Los Ángeles. La verosimilitud siempre es irrenunciable en mis películas y lo va a ser en mis novelas. Que sean de verdad.

La verosimilitud siempre es irrenunciable. Que sea de verdad’

En la novela el amor parece surgir de la nada, sin elementos exteriores que den ninguna pista, y sin embargo te desmonta el final.

El otro día en la conferencia que di, la terminé con unas imágenes sobre cine negro, con una de las escenas mas bellas que es el final de ‘El tercer hombre’. Uno busca siempre contar las cosas con verdad. Todo tiene una razón. Soy de izquierdas y de formación marxista, pero el único sentimiento humano que es un misterio, no sé por qué, y creo que solo lo tenemos los seres humanos, es el amor. La totalidad de los seres vivos tienen otros incentivos para la reproducción. El sentimiento por el que un ser se siente vulnerable a la presencia a otra personas, ese sentimiento es un misterio. No sé cómo ni cuándo se produce, y tampoco sé cómo se sale de ello. Eso también lo he querido reflejar en esta novela.

¿Ya estás preparando entonces la segunda novela?

Pues sí. Desconocía el mundo de la edición. He intentado a lo largo de mi carrera entender la producción cinematográfica que tiene muchas variables, la económica es fundamental. Las editoriales son un territorio desconocido. Muchos escritores amigos me han dicho que tenga cuidado porque el mundo editorial es muy complejo e injusto. Las grandes editoriales tienen mucho poder y eso es así. Todos los grandes detentadores de poder tienen un poder omnímodo que se extiende en muchos territorios, aunque en realidad los fondos de inversión lo controlan todo.

Aunque me he sorprendido en la Casa del Libro, en uno de los dos stands de la entrada, encontrando mi libro, si entras en El Corte Inglés y ves un stand de una novela y otro de otra… en los medios hay unas editoriales con mucha fuerza y otras con menos… en definitiva, es un mundo muy complicado y muy injusto. Te preguntas por qué tal libro está tan publicitado, pues porque tiene una gran editorial detrás. El que se proponga publicar una novela que vaya preparado.

El mundo editorial es complejo y muy injusto’

Pues parece que las dificultades te han estimulado

Y el hecho de que hubiera una segunda edición, que no es tan fácil. Hacemos la primera, y a los cuatro meses la segunda. La tercera no creo. He preguntado por mi novela en librerías y no la tienen o tardan 24 horas en tenerla. Atlantis es una pequeña editorial de la que no tengo ninguna queja. De hecho me han dicho que si tengo otro trabajo que cuente con ellos.

Esta novela la escribí hacer tres o cuatro años y buscando editoriales encontré con gente que dice que edita libros, y luego te dicen que tienes que pagarte la edición, la primera y la segunda porque los márgenes son muy pequeños. Hay negocio en internet para enseñar cómo escribir una novela. Yo he tenido mucha surte. La he enviado a tres editoriales y me han publicado.

¿En qué medida has construido la historia para ese final que no lo es porque todavía queda por llegar el verdadero final?, aunque hasta que no se lea el libro, es difícil de entender cualquier respuesta.

Siempre he sido lector de novela desde pequeño. Con nueve años descubrí a Julio Verne y me lo leí todo, también de Agatha Christie, novela negra… pero al nivel del cine, las historias consisten en contar el mundo como yo lo estoy viendo.

Si alguna vez se me recuerda será como director de tragicomedias, voluntariamente o no. Cuánto de trágico tiene la comedia y de cómico la tragedia. El mundo que vivimos, Ucrania, los ataques Palestina, hay que verlo con enorme seriedad pero con un punto lejano. He hecho 9 películas y dos series, y todas son de narrativa tragicómica. La primer vez que hago una novela he decidido no hacerlo así, sino atreviéndome con la belleza y lo terrible de algo como el amor que te puede llevar a la mayor felicidad o a la perdición. Ese sentimiento es un misterio y desde el primer instante esta historia, que yo tenía como posibilidad de una película, es una novela de misterio, pero es sobre el amor, un misterio que todos hemos sentido en nuestra vida y que para mi es inaccesible.

El sentimiento que te hace vulnerable ante otra persona es un misterio’

Una historia en las que los personajes en realidad, luego no son lo que parecen, como en el buen cine negro.

Hay un tipo de novela negra en la que un ser inteligente descubre algo que no has visto y parece que el lector es tonto. En las grandes películas de cine negro, ‘Perdición’ de Billy Wilder, ‘La mujer del cuadro’… siempre hay tres claves: el protagonista tiene que ser alguien común para que el lector se identifique, a esa persona común le ocurre algo inesperado que le obliga a tomar un decisión, y ese acto le crea un complejo de culpa y se ve acosado. Esos tres procesos están en mi novela.

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