¿Y si es Grecia la que tiene que rescatar a Alemania?

«Antes del comienzo de la tercera fase de la Unión Monetaria en 1999, los paí­ses de la UE se endeudaban con distintos tipos de interés, y los diferenciales reflejaban las expectativas de futuros ajustes de los tipos de cambio y de las posibilidades de impago. Con la llegada del euro, los diferenciales desaparecieron prácticamente. La eurozona obtení­a la máxima calificación respaldándose en la de Alemania. Eso produjo un boom crediticio masivo en España y Portugal, créditos que se reciclaron a través de todo el sistema bancario de la eurozona.»

Los banqueros de Düsseldorf, Munich y París comraron estas obligaciones hipotecarias españolas y la deuda soberana griega, sumándolas con orgullo a sus colecciones de CDO del mercado subprime. Nicolas Véron, del gabinete de estrategia Bruegel, con sede en Bruselas, aseguró la semana pasada que la incapacidad de Alemania y Francia de limpiar las deudas de dudoso cobro de sus sistemas bancarios sería como una bomba de relojería que podría provocar aún más inestabilidad. ¿Hasta qué punto es grave el problema? Según los cálculos del FMI, la eurozona se sitúa muy por detrás de EEUU en cuanto a las posibles pérdidas derivadas de los activos tóxicos. Según algunos de los informes más prestigiosos, la situación de las cajas alemanas es mucho peor de lo que esos cálculos indican. (FINANCIAL TIMES) DEUTSCHE WELLE.- La estatización de una caja de ahorros española ha incrementado el temor en los mercados y el euro cae en picado. A la par, a un plan de ajuste sigue otro en otra capital. ¿Se puede detener esa ola que recorre Europa? España había presentado ya su plan de austeridad que plantea un recorte de 15.000 millones de euros para el perídodo 2010-2011: recortes en los salarios del sector público, poda en las inversiones públicas y congelación de pensiones. Las protestas no se han hecho esperar; tampoco la pregunta, de si al "caso griego" seguirá el "caso español". Inglaterra. Financial Times Según algunos cálculos, sería Grecia la que tendría que rescatar a Alemania Wolfgang Munchau ¿Es insolvente la eurozona? En las últimas semanas, nos hemos centrado en la solvencia de Grecia, España y Portugal. Sin embargo, nunca cuestionamos la solvencia de los que garantizan la deuda de los países del sur de Europa. Lo primero que deberíamos saber es que no se puede responder a esa pregunta con una referencia superficial a las ratios de deuda del PIB de los países de la eurozona. En este caso concreto, esta macroperspectiva no sirve de mucha ayuda, dado que esas cifras sugieren que la eurozona se encuentra en una mejor posición que EEUU, Reino Unido o Japón. El problema es que esos datos excluyen la deuda contingente y la interconexión de los flujos financieros. La principal categoría de deuda contingente la forman las diversas garantías que la eurozona ha repartido en los últimos dos años. Los gobiernos de la UE han garantizado de forma efectiva los pasivos de sus sectores bancarios, así como los depósitos bancarios, hasta un determinado límite. Los estados miembros de la eurozona cubrieron además las necesidades de la deuda griega de los próximos tres años, ampliando el plan al resto de la eurozona. Seguramente habrá que volver a duplicar esas garantías. La semana pasada señalé que no era casual que la eurozona creara un plan extraordinario para gestionar este rescate. Su nombre no es lo único que nos recuerda a esas famosas estructuras financieras que nos trajeron la crisis subprime. De hecho, hay importantes paralelismos. Al igual que una dudosa CDO vinculada al mercado de las hipotecas subprime, el vehículo de propósito especial (SPV, en sus siglas en inglés) de la eurozona, carece de transparencia. Las normas operativas no están claras y, desde que los líderes políticos anunciaron el acuerdo, ya han surgido diferencias entre los estados miembros. Para entenderlo, conviene leer la letra pequeña. También puede examinarse la deuda de las aseguradoras del SPV. Mis compañeros del FT Alphaville accedieron a un brillante informe de Credit Suisse que analizaba esa cuestión de forma exhaustiva. Antes del comienzo de la tercera fase de la Unión Monetaria en 1999, los países de la UE se endeudaban con distintos tipos de interés, y los diferenciales reflejaban las expectativas de futuros ajustes de los tipos de cambio y de las posibilidades de impago. Con la llegada del euro, los diferenciales desaparecieron prácticamente. Mientras las CDO vinculadas al mercado de las hipotecas subprime CDO disfrutaban de la “triple A” por la forma en la que estaban elaboradas, la eurozona obtenía la máxima calificación respaldándose en la de Alemania. Eso produjo un boom crediticio masivo en España y Portugal, créditos que se reciclaron a través de todo el sistema bancario de la eurozona. Los banqueros de Düsseldorf, Munich y París compraron estas obligaciones hipotecarias españolas y la deuda soberana griega, sumándolas con orgullo a sus colecciones de CDO del mercado subprime. Nicolas Véron, del gabinete de estrategia Bruegel, con sede en Bruselas, aseguró la semana pasada que la incapacidad de Alemania y Francia de limpiar las deudas de dudoso cobro de sus sistemas bancarios sería como una bomba de relojería que podría provocar aún más inestabilidad. Una combinación de nacionalismo económico y resistencia política en algunos países impide llegar a una resolución eficaz. ¿Hasta qué punto es grave el problema? Según los cálculos del FMI, la eurozona se sitúa muy por detrás de EEUU en cuanto a las posibles pérdidas derivadas de los activos tóxicos. Según algunos de los informes más prestigiosos, la situación de las cajas alemanas es mucho peor de lo que esos cálculos indican. El año pasado, un rumor se extendió por toda Alemania según el cual, en el peor de los casos, la región tendría unas pérdidas de 800.000 millones de euros, aproximadamente un tercio del PIB anual de Alemania. Si a esto se le añadiera la deuda pública del país, podríamos llegar a la conclusión de que sería Grecia la que tendría que rescatar a Alemania, no al contrario. Aunque seguramente la hipótesis resulte exagerada, muchos se cuestionan si la eurozona todavía se encuentra en una posición de emitir ese tipo de garantías masivas. Tras recordar lo que ocurrió con las CDO vinculadas al mercado de las hipotecas subprime, ¿qué calificación deberíamos otorgarle al SPV de la eurozona de 440.000 millones de euros, una triple A? Sospecho que la decisión crucial adoptada por los líderes de Europa este mes no fue la del SPV, que ocupó todos los titulares, sino la de presionar al BCE para que financiara la deuda del sur de Europa. Esa estrategia plantea también algunas cuestiones inquietantes. Sin duda, otro escenario de salida, positivo en este caso, sería la combinación de sólido crecimiento y bajos tipos de interés, para ayudar a los bancos a generar cuantiosos beneficios y permitirles amortizar su deuda de mala calidad año tras año, en pequeñas cuotas. El informe de Credit Suisse se preguntaba si la ralentización del crecimiento global tendría el mismo efecto en la eurozona que el que tuvo la del mercado inmobiliario en EEUU en las CDO de las hipotecas subprime. Mientras los gobiernos de la eurozona puedan generar suficientes ingresos fiscales, todo irá bien. Pero, si no fuera así, el edificio de la deuda de la eurozona podría desmoronarse como un castillo de naipes. Incluso una ratio deuda-PIB del 150% sería viable si la eurozona contara con una estrategia de crecimiento inteligente. Pero nunca la tuvo, y ahora tampoco. En este caso, no haré ningún pronóstico, pero la reciente historia financiera nos enseña que debemos plantearnos esas preguntas y evitar confiar a ciegas en promesas inverosímiles de banqueros o políticos. Tengo la impresión de que, mientras los Landesbanken alemanes y las cajas españolas no se reformen, los inversores tienen motivos más que suficientes para tratar a la eurozona como deberían haber hecho con las CDO vinculadas a las hipotecas subprime. FINANCIAL TIMES. 24-5-210 Alemania. Deutsche Welle Tiembla la zona euro. ¿A Atenas le seguirá Madrid? La estatización de una caja de ahorros española ha incrementado el temor en los mercados y el euro cae en picada. A la par, a un plan de ajuste sigue otro en otra capital. ¿Se puede detener esa ola que recorre Europa? Después del paquete trianual para rescatar a Grecia -por valor de 120.000 millones de euros- y del paraguas de protección del euro, por 750.000 millones, “a Europa le toca ajustarse el cinturón al máximo”, declaró el comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Olli Rehn en el marco del Brussels Economic Forum. “La tendencia que se impondrá en toda Europa será la del ahorro y las duras reformas estructurales”, resaltaba el comisario. Y el euro caía al nivel más bajo registrado en ocho años. Poco antes, la intervención estatal de CajaSur, una caja de ahorros en España, había nutrido los temores de que sea Madrid la que sigue a Atenas. Y que la ola no acabe ahí. Porque aunque la caja de ahorros en cuestión sea relativamente pequeña, su intervención resalta la debilidad del sector y alimenta la duda de si más bancos necesitarán un rescate. Un ambicioso plan de austeridad España había presentado ya su plan de austeridad que plantea un recorte de 15.000 millones de euros para el perídodo 2010-2011: recortes en los salarios del sector público, poda en las inversiones públicas y congelación de pensiones. Las protestas no se han hecho esperar; tampoco la pregunta, de si al "caso griego" seguirá el "caso español". “Los mercados financieros están muy intranquilos, porque no saben si hay otros países en Europa que tendrán un endeudamiento demasiado grande; los mercados financieros necesitan de una visión a largo plazo, y no la tenemos todavía”, explica a DW-WORLD Dennis Snower, presidente del Kieler Instititut für Weltwirtschaft. Aunque el Fondo Monetario Internacional, en su reciente informe presentado en Madrid, ha aplaudido las “ambiciosas medidas” para reducir el déficit fiscal, advierte que éste tiene que ir acompañado de reformas estructurales, en el mercado laboral por ejemplo. Con todo y a pesar de la crisis, el déficit del Estado español se ha reducido en un 18 por ciento en los primeros cuatro meses del año 2010. “El Fondo Monetario Internacional intenta ahora ad hoc desarrollar una regla para la cuota de endeudamiento, implícitamente”, dice Snower para quien, no obstante, lo mejor sería que cada país implementase una comisión de regulación fiscal del endeudamiento.“Con ello los mercados financieros se tranquilizarían”, opina Snower. ¿De la recesión a la depresión? “Tengo miedo. Si países como Grecia, España, Portugal e Irlanda se ven obligados a tomar medidas drásticas para regular su presupuesto, eso podría arrastrar a sus economías, que podrían pasar de una recesión a una depresión. Tal cosa podría dañar más aún al euro”, decía Snower mientras Reino Unido invocaba la crisis de un euro que no comparte para legitimar su plan de ajustes; éste incluye un recorte de unos 7300 millones de euros para el ejercicio fiscal 2010-2011. “El punto vulnerable en Europa es que tenemos una regla para el endeudamiento; a un 60 por ciento del producto interno bruto puede ascender la deuda en el marco del pacto de estabilidad. Lo que no tenemos es un mecanismo que la implemente”, explica el especialista. Una comisión reguladora La creación de una comisión encargada de regular el endeudamiento es para este investigador de la economía mundial una instancia que puede ser creada, en cada país, de la noche a la mañana: “Algo parecido sucedió en los años 80 cuando tuvimos una inflación demasiado alta. Se crearon los Bancos Centrales independientes que tenían como objetivo combatir la inflación”, decía el experto del Instituto de Kiel, mientras -uniéndose a la “ola que atraviesa toda Europa”, como la denominó el comisario de Asuntos Económicos- Italia anunciaba recortes para alejar la especulación del mercado sobre los países vulnerables de la zona euro. “Si tuviésemos una comisión de endeudamiento que tuviese como objetivo conservar la cuota de deuda donde debe estar el problema estaría resuelto. Ésa es la solución; hay que implementarla”, insiste Snower. DEUTSCHE WELLE. 25-5-2010

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