SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

¿Votar a Pilato?

El nuevo escenario político muestra una sociedad catalana dividida en dos sectores: los partidarios de separarse de España y los partidarios de seguir perteneciendo a ella. Hasta ahora el catalanismo siempre tenía un punto de relatividad: se podía ser más o menos catalanista, se podía ser catalanista o nacionalista, nacionalista y autonomista o nacionalista e independentista. Entre otras combinaciones. Había, pues, una amplia gama de posibilidades. Ahora el campo se ha reducido a dos: o eres independentista o no lo eres. Es lo que sucede con las embarazadas: no se puede estar más o menos embarazada. Imagino que una buena parte de los catalanes todavía no han escogido campo porque quieren escuchar y entender los argumentos de unos y otros. Practican el wait and see, esperar y ver. Todavía faltan ocho semanas para las elecciones y para adoptar una posición responsable, esperan reflexionar antes de votar. Para ello cuentan con que los medios de comunicación respeten unas reglas equitativas de juego y den a ambas partes las mismas posibilidades de ser escuchadas. Naturalmente los partidos políticos ya se han adelantado y en el Parlament sus posiciones han sido claras, lo cual es de agradecer. A un lado, CiU, ERC, ICV y SI; al otro, PP y C’s. Sólo un partido ha adoptado una posición confusa: el PSC. Su abstención ante la vía ilegal a la independencia planteada por los primeros y la presentación de otra propuesta que sustancialmente, aunque de forma más escueta, dice lo mismo muestra el grado de desconcierto en el que están sumidos sus dirigentes. No se sabe si están en el sí pero no o en el no pero sí.Tanto los partidos independentistas como el PSC reconocen el «derecho a decidir», en definitiva, dejémonos de eufemismos, el derecho a la autodeterminación. El añadido de que sea de forma legal añade todavía más confusión: ni el derecho interno ni el internacional posibilitan la autodeterminación, ni ningún Estado (creo que con la excepción de Etiopía) lo recoge en su ordenamiento. Algo lógico y natural: cada uno ya se ha autodeterminado al aprobar su Constitución. Además, el sentido común también dicta que para separarse las partes deben ponerse de acuerdo, la decisión nunca debe ser unilateral, como es el caso de este «derecho a decidir». Hace tan sólo una semana dos dirigentes del PSC, Marina Geli y Manuel Bustos, hasta ahora de sensibilidades distintas, formularon una declaración inefable: dentro del PSC caben independentistas, federalistas y confederalistas. No entiendo por qué no dan cabida también a los centralistas, los únicos que faltan. Si con estas propuestas contradictorias pretenden atraer votos, andan equivocados. Lo peor que pueden hacer es situarse en tierra de nadie, querer quedar bien con todos, lavarse las manos. No es muy estimulante votar a Poncio Pilato.

Deja una respuesta