SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Sacudida electoral

El tsunami que produjo en Catalunya la masiva manifestación por la independencia se ha trasladado a las expectativas electorales. Básicamente en tres direcciones: Convergència i Unió roza la mayoría absoluta y los partidos que apoyaron la convocatoria de la Diada también aumentan sus expectativas, mientras que el PSC se hunde y el PPC decrece; el apoyo a la celebración de un referéndum es masivo (el 84% de los consultados) y Artur Mas se erige, sin sombra, en el líder que mejor representa la voluntad de los catalanes, según un sondeo de Feedback para La Vanguardia, realizado entre 1.200 personas los días del 21 al 27 de septiembre pasados.Artur Mas y CiU, a pesar de la crisis económica y los recortes que afectan electoralmente a todos los gobiernos, se consolidan como el líder indiscutible y la primera fuerza política en Catalunya, a distancia de todos los demás, gracias a la habilidad política con que han interpretado la manifestación independentista, sumando hasta cinco escaños más (de los 62 obtenidos en el 2010 a 66/67 si las elecciones se celebraran hoy). Y, si bien pierde una parte de apoyos por su apuesta por estructuras de Estado propio, quedan compensados con creces por la obtención de nuevos votos soberanistas. Un crecimiento que, sumado a los que experimentarían ERC, tres escaños más; ICV, dos más, y SI, uno más, alcanzaría alrededor de 95 diputados, más que suficientes para que el Parlament catalán pueda aprobar una reforma estatutaria a tenor de las circunstancias políticas. La encuesta predice, asimismo, que en un eventual refrendo sobre la independencia, sus partidarios (55%) superan en más de 20 puntos a los que la rechazarían (33,5%). Por su parte, el PSC, aunque seguiría siendo la segunda fuerza política en Catalunya, sufriría otro fuerte retroceso, puesto que perdería 7 de los 28 escaños que tiene ahora, con mucho su peor registro y sólo la mitad de los que obtuvo Pasqual Maragall en el 2003; un derrumbe que se concreta en desmovilización y fuga de votos hacia CiU, ERC e ICV. El PP, por su parte, tampoco mejora sus posiciones, sino que puede perder hasta 3 diputados de los 18 obtenidos en el 2010 sin poder rentabilizar la oposición a un referéndum y a una eventual independencia de Catalunya. Es evidente, pues, que Catalunya se encuentra ante una situación nueva. Un cuadro político que hace unas pocas semanas era impensable, cuando las políticas de austeridad emprendidas por la Generalitat afectaban de forma negativa a la coalición nacionalista en el Govern. Es indudable que la actuación de Artur Mas, especialmente después de la Diada, tiene mucho que ver con este cambio. El presidente de la Generalitat ha sabido interpretar la voluntad de los manifestantes y ha tomado la iniciativa convocando anticipadamente las elecciones, que tendrán, quiérase o no, un carácter plebiscitario, para situar al país frente a una consulta sobre si los catalanes quieren un Estado propio. Según la encuesta, las razones del crecimiento del sentimiento independentista son el excesivo déficit fiscal, el incumplimiento de Madrid respecto de las inversiones en Catalunya, la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, la voluntad recentralizadora del Gobierno de Rajoy, el cuestionamiento del modelo lingüístico y la reinterpretación restrictiva de la Constitución. Se trata de cuestiones de peso que se han ido consolidando, que, de momento, no han obtenido respuesta y que han producido un masivo movimiento reactivo.

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