Cargando...
Tranquilo y rodeado de sus seres queridos y cómplices en su «cruzada» particular contra la pobreza, el pasado día 19 de junio nos ha dejado Vicente Ferrer, que como Teresa de Calcuta ha sido considerado `santo en vida´, una consideración que no entiende de religiones ni de iglesias, y que tampoco le gustaba. Pero así llaman las masas a las personas buenas, justas, integras y generosas. Con su sonrisa constante, su espiritualidad inmensa, nos ha demostrado lo que una persona puede hacer para combatir las injusticias y hacer de este mundo un mundo humano y equitativo. Con su muerte se hace realidad el tópico de que «los buenos se van antes de tiempo y los malos duran demasiado».
Vicente Ferrer iso la India por primera vez en 1952. Al conocer las necesidades de la gente, puso en funcionamiento un singular sistema de trabajo: "El milagro de dar". Que consistía en una pequeña ayuda económica y el asesoramiento técnico para obtener agua para los cultivos. Si al final cada campesino devolvía lo prestado (sin intereses), el milagro se iba extendiendo, y se extendió, lo que produjo tal recelo, que en 1968 fue expulsado de la India, lo que generó que más de 30.000 campesinos, secundados por intelectuales, políticos y líderes religiosos, se movilizan en una marcha de 250km para protestar por la orden de expulsión. Dieron lugar a que Indira Gandhi reconociese su gran labor, lo que expreso con "El padre Vicente Ferrer se irá al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien recibido otra vez en la India." concediéndole de nuevo el Visado. Regreso junto a seis voluntarios con los que decidieron instalarse en una de las regiones más pobres y áridas Anantapur, centro de su acción humanitaria. En marzo de 1970 dejó de pertenecer a la Compañía de Jesús, y ese mismo año contrajo matrimonio con Anne Perry, una periodista inglesa, fiel seguidora desde el conflicto de su expulsión. En 1996 creó la Fundación Vicente Ferrer para asegurar la continuidad económica del proyecto, para asegurar la continuidad económica de los proyectos en la India, ahora cuenta con 150.000 españoles que colaboran en su misión. Sólo en 2007, recaudó de forma privada 40 millones de euros. Con su grupo de seis voluntarios comenzó con un pionero sistema de proyectos de desarrollo integral basado en seis áreas de trabajo: educación, vivienda, mujer, sanidad, ecología y personas con discapacidad. Hoy son 1.800 trabajadores, el 99% de ellos de Anantapur. La Fundación apadrina a 135.000 niños, tiene presencia en 2.287 pueblos y de los cuatro millones de residentes de Anantapur dos y medio se benefician de su trabajo. El misionero catalán será enterrado hoy en la ciudad india de Anantapur, en la que ha vivido en los últimos años, Vicente Ferrer se sentía indio y quería quedarse con las personas con las que había trabajado durante casi cincuenta años, se ha abierto una capilla ardiente al estilo de la India, algo más próximo a la gente para que las personas que lo conocían se puedan despedir. Son momentos muy tristes pero en la India la gente vive la muerte de otra manera. Pero en ese sentimiento todos juntos comparten estos momentos con la familia. Más de 300.000 personas han pasado para despedirse de la persona que los tubo presente durante toda su vida, y serán muchísimos más los que estarán presentes en su funeral, con el dolor que se siente cuando despedimos a un padre.