ITALIA entra en una peligrosa etapa de ingobernabilidad tras el escrutinio ayer de unas elecciones legislativas marcadas por los buenos resultados logrados por Silvio Berlusconi y el impresionante ascenso del Movimiento Cinco Estrellas, el partido del cómico Beppe Grillo, que logra el 25% de los votos a la Cámara baja. La coalición de centroizquierda, dirigida por Pier Luigi Bersani, ha sido la lista electoral más votada con el 29% de los sufragios. Tras la reforma electoral de Berlusconi, aprobada en diciembre de 2005, la coalición vencedora a nivel nacional es recompensada con la mayoría absoluta de la Asamblea. Pero Italia se convierte en un país ingobernable porque la coalición de la derecha, liderada por Berlusconi, ha ganado en el Senado gracias a su triunfo en las grandes regiones. Aunque Berlusconi no ha logrado mayoría absoluta en esta Cámara, tiene más escaños que la coalición de Bersani y, por tanto, podrá bloquear todas sus iniciativas, ya que en Italia las leyes requieren la aprobación del Senado. Este escenario hace posible una nueva convocatoria de elecciones a corto plazo si no se produce un pacto de gobernabilidad entre la coalición de Bersani, que en teoría debería encabezar el nuevo Gobierno, y la de Berlusconi, que vuelve a ser un personaje decisivo en la política italiana. Los partidos que le apoyaban han obtenido un 28% de los votos, lo que demuestra que hay un sector irreductible de la sociedad que sigue pensando que Il Cavaliere es la mejor opción a pesar de su desprestigio internacional y de los escándalos personales que ha protagonizado. Berlusconi hizo una campaña muy agresiva en los medios de televisión que controla, con frecuentes diatribas hacia Angela Merkel y con la promesa de la inmediata devolución del impuesto sobre bienes inmuebles a todos los contribuyentes si lograba formar gobierno. Ha estado muy cerca. Pero el gran triunfador de los comicios ha sido Beppe Grillo, con un discurso antisistema, centrado en la denigración de los partidos y la clase dirigente. Con una campaña basada en las redes sociales y en los mítines por toda la geografía italiana, ha conseguido unos resultados excelentes, que le permiten ser el árbitro de la mayoría en el Senado. Grillo y Berlusconi han cosechado más del 50% de los votos de los italianos, lo que demuestra la profunda crisis del actual modelo político y el rechazo de los ciudadanos a las políticas de ajuste de Mario Monti, que sufrió un duro castigo electoral, ya que los tres partidos que lo respaldaban sólo llegaron a un pobre 10%. Los resultados de ayer tendrán una incidencia muy negativa para la estabilidad de la UE y, concretamente, para España, que saldrá perjudicada si Italia entra en una fase de ingobernabilidad. Pero también abren la oportunidad al Gobierno de Rajoy de presentar a nuestro país como un socio serio y fiable en contraposición a una Italia en la que soplan con fuerza los vientos antieuropeístas