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Una opción es sacrificar a Rajoy

Los analistas de los principales bancos del mundo están alertando en los últimos días a sus clientes del deterioro del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la necesidad de que haya un equipo estable en el poder para garantizar las reformas pendientes.

Según los informes a los que ha tenido acceso EL MUNDO, el alemán Deutsche Bank, el japonés Nomura, el estadounidense JP Morgan o el británico HSBC, coinciden en advertir del peligro de desestabilización en la cuarta economía del euro, aunque por el momento no está teniendo un efecto significativo en la prima de riesgo.

Una muestra es un análisis de Deutsche Bank distribuido a clientes el pasado día 16: «La crisis política en España se ha agudizado tras la publicación en EL MUNDO de los SMS de Rajoy a su ex tesorero (…) El PP debe evitar elecciones anticipadas (…) No hay solución ideal para restablecer la capacidad o la legitimidad del Gobierno para imponer nuevos sacrificios a la población (…) Una opción es sacrificar a Rajoy y remplazarlo por un líder del PP que no esté afectado por las acusaciones; y la otra, seguir con Rajoy a la espera del desenlace judicial, pero si no hay un rápido archivo, la autoridad del presidente quedará disminuida».

También el pasado martes, el HSBC avisaba de que «una tormenta política está sacudiendo España con el primer ministro Mariano Rajoy luchando para preservar su credibilidad y la de su partido al reaparecer las acusaciones de sobresueldos. Si se demuestran estas acusaciones, su posición y la de su partido quedará irreparablemente dañada».

No obstante, el analista en Londres del polémico banco británico –sancionado en EEUU y varios países por favorecer el blanqueo de capitales– señala que «las consecuencias políticas no son claras por ahora» y que «el señor Bárcenas podría estar guardando una bala para más adelante». En todo caso, «el futuro del Gobierno del PP depende claramente de estos acontecimientos (…) El asunto será seguido de cerca por los mercados».

En la misma línea Nomura afirmaba el pasado día 9: «Como mínimo las acusaciones [de sobresueldos] contribuyen a minar más la credibilidad del Gobierno y fomentar las protestas de la población; no podemos descartar un adelantamiento electoral que podría desestabilizar otra vez a los mercados (…) Si las acusaciones quedan demostradas, Rajoy debería dimitir; e incluso aunque no se demuestren, su eficacia al frente del Gobierno podría quedar comprometida de forma significativa y estimular potencialmente que su propio partido lo releve». Los expertos del banco japonés no ven, sin embargo, fundamento para temer por ahora que España se vea obligada a solicitar el rescate previsto por el Banco Central Europeo. No obstante, las nuevas facilidades otorgadas ayer por la institución de Fráncfort a la hora de aceptar garantías son un balón de oxígeno para la economía española.

El estadounidense JP Morgan incide en que el impacto pueda dañar la recuperación en el sentido de que los brotes verdes actuales no sean seguidos de nuevas reformas y, frente a lo defendido tradicionalmente por ésta y otras entidades, alertan sobre el exceso de recortes. «La situación política se deteriora por la austeridad y los escándalos de corrupción. El Gobierno y el principal partido de la oposición siguen perdiendo popularidad. El Gobierno conserva mayoría absoluta en el Congreso y son bajas las posibilidades de un adelantamiento electoral, pero el entorno se ha convertido en muy complicado para el Gobierno de Rajoy».

Pero en opinión de los analistas de JP Morgan, «las señales positivas en la economía no deberían retrasar las muy necesarias reformas». «La economía española está mostrando algunos signos de estabilización en 2013 (…) sin embargo, parecen todavía débiles, las medidas de austeridad no ayudan a recobrar la confianza y el paro es el elefante en la habitación», agrega.

Ha sido habitual encontrar en los últimos días en este tipo de informes de analistas muchas dudas sobre la estabilidad política en el sur de Europa, porque los inversores consideran clave este factor a la hora de calibrar si van a recuperar el dinero invertido en estos países. Pero es la primera vez que se puede leer tal dureza sobre el Gobierno de Rajoy, que precisamente se distingue del resto de países del sur por su mayoría absoluta y estabilidad teórica hasta finales de 2015. Se le había acusado hasta ahora de lentitud en las reformas, pero nunca de inestabilidad.

También contrastan estas aseveraciones con la posición del ministro de Economía, Luis de Guindos, que aseguró el pasado día 15 que en sus viajes internacionales nadie le pregunta por los escándalos políticos. En su opinión, «los mercados ven que hay estabilidad política y que se han tomado medidas complejas». De Guindos destacó que el pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó una reforma energética criticada «por gente poderosa» en una muestra de que «el Gobierno no es débil». Hoy participa en el G-20 en Moscú (…)

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