SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Una EPA más que preocupante

Las 23 páginas en las que se reflejan los datos de la Encuesta de Población Activa del último trimestre del 2013 son preocupantes. Muy preocupantes. Pese a que el paro ha descendido en 69.000 personas, quedan muy lejos de las 267.000 que han desaparecido de la población activa. Muy probablemente la mayoría de los 168.000 extranjeros que no cuentan ya en esta encuesta han abandonado España. Las otras 109.000 personas que ya no figuran entre las personas en edad de trabajar corresponden a españoles. Como resultado final, si no se hubiera producido esta disminución de la población activa el paro hubiera vuelto a crecer.

Son especial mente negativos los datos del paro juvenil. De nuevo vuelven a superar el 55 % de la población activa. Del millón seiscientos mil jóvenes entre 16 y 25 años en edad de trabajar, 890.000, el 55 % está en paro. Este no es un problema exclusivo español. Justamente en Davos, en la reunión del Foro Económico Mundial los líderes allí reunidos han lanzado una voz de alarma por la situación. Para los empresarios presentes en el Foro, el desempleo juvenil es el problema más grave al que deben hacer frente las sociedades desarrolladas, pues no sólo impide que el ritmo de la recuperación sea más ágil sino que pone en peligro la paz social.

Incluso el Fondo Monetario Internacional se ha visto en la obligación de salir a dar explicaciones sobre su optimismo sobre la situación económica española expresado en su última revisión de las previsiones económicas para este y el próximo año. Bien es verdad que la explicación es llamativa. Su portavoz Bill Murray ha explicado que aunque es difícil precisar cuando se producirá el cambio de ciclo, se muestran más confiados en que la tendencia de crecimiento se va a mantener.

Y aquí viene lo más llamativo de la declaración sobre España del portavoz del FMI, la revisión por la que el Fondo triplica las previsiones de crecimiento de España para el año que viene se deben a la fortaleza de la demanda interna, más que a la demanda externa.

Ante la falta de precisión en el documento dado a conocer sobre la revisión de las previsiones del FMI sobre el futuro del paro añaden ahora que constatan una mejora, pero mantienen que el desempleo permanecerá inaceptablemente elevado durante muchos años.

No menos preocupantes son los datos de cómo ha evolucionado el empleo por sectores de la economía. El paro, tras las drásticas reformas laborales emprendidas por el Gobierno de Mariano Rajoy ha caído en el sector primario. En Agricultura hay 85.000 parados menos que hace un año. Quizás se pueda explicar por quienes han vuelto a sus pueblos para tratar de encontrar lo que el medio urbano les ha negado.

Pero ha crecido el paro en el sector servicios en 109.000 personas. Hay 35.000 parados más en la construcción y pese el incremento de las exportaciones del sector industrial, el paro también ha crecido en este ámbito en otras 6.000 personas. ¿Dónde está la vuelta de calcetín que se había dado a la estructura económica española?

Lo más descorazonador si nos atenemos a los oído en el segundo día de debates del Foro Económico Mundial en Davos es que no ha evidencias de que la situación vaya a cambiar de manera significativa. Los grandes gurús mundiales reunidos en Suiza hablan de la necesidad de que gobiernos y sector privado trabajen de forma conjunta para evitar que una generación entera carezca no solo de presente sino también de futuro. ¿Cuántas veces no habremos oído este mismo lamento en los últimos 5 años?

El panorama está tan por definir que el secretario general de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder, se negaba ayer en Davos a desvincular la solución del problema del paro juvenil del paro en general, porque según su criterio no se pueden combatir por separado.

Las últimas recetas dadas por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, no son mucho más esperanzadoras. Su propuesta es entrar en la siguiente fase de la reforma laboral. Eliminar la dualidad de contratados indefinidos por el antiguo sistema de los nuevos contratos con despido prácticamente gratis. Pero no se trata de facilitar más es despido, sino de estimular las contrataciones. Y todavía no lo han asumido. ¡Como no van a ser preocupantes los datos de la EPA!

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