La reacción ha ocupado el Palau de la Generalitat. Lo más retrógrado de Cataluña, representado por Torra, como poder vicario de Puigdemont, va a dirigir el govern. No es que no puedan representar a todos los catalanes, es que solo representan a una minoría ultra reaccionaria.
La reacción ante este ataque contra los intereses populares en Cataluña no se ha hecho esperar. Y ha estallado desde la izquierda. El mismo día que fue investido Torra ya se realizó una concentración de protesta, en la que participó Recortes Cero, Federalistas d´Esquerra, sectores del PSC, del PSUC y de Iniciativa per Catalunya. Con lemas como este. “Que no nos divida un presidente xenófobo”.
Pero este rechazo al carácter reaccionario del nuevo president se ha extendido a enorme velocidad.
Como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, expresando «un profundo rechazo democrático hacia determinadas afirmaciones que menosprecien a alguien por el simple hecho de sentirse, por ejemplo, español o catalán», reafirmando que “para mí y para millones de personas es importante saber si alguien que se postula como candidato a la Generalitat piensa que existen catalanes de primera o de segunda en función de donde hayan nacido o de la lengua que hablen”, y denunciando que “Torra representa lo peor del nacionalismo excluyente de derechas”.«Se han quitado la careta, han dejado ver con la designación de Torra el verdadero y reaccionario rostro que escondían, antagónico con los intereses del pueblo trabajador, de Cataluña y del resto de España»
Los militantes de ERC o las CUP no deben admitir que, en aras de una supuesta “república catalana”, se les obliga a tragar con el sapo de apoyar a un personaje tan ultra reaccionario como Torra.
Todos los demócratas debemos manifestar nuestro rechazo a las ideas que Torra o Puigdemont representan. Se han quitado la careta, han dejado ver con la designación de Torra el verdadero y reaccionario rostro que ocultaban tras sus falsas proclamas al “derecho a decidir”.
Y corresponde a la izquierda encabezar encabezar la rebelión contra quienes son la representación en estado puro de la reacción más antiobrera y antipopular que existe en Catalunya.
Frente a quienes pretenden dividirnos con proclamas xenófobas, con el único objetivo de poder dominarnos mejor, fortalezcamos la unidad de todo el pueblo trabajador, haya nacido en Barcelona, Madrid, Sevilla o Senegal.