Informe PISA: educación y sesgo de clase

Tanto tienes, tanto estudias

El informe PISA -cuyos resultados para España son los peores de la historia- certifica que la gran brecha educativa está originada por el nivel socioeconómico y cultural de las familias de los alumnos. El código postal, un distintivo de clase, determina qué vas a poder estudiar.

El informe PISA, elaborado por la OCDE, es el más conocido informe internacional sobre el nivel educativo de los alumnos. En su última edición España cosecha los peores resultados registrados desde su puesta en marcha, en el año 2000.

Se ha culpado a los efectos de la pandemia. Pero no se ponen en primer plano datos que el mismo informe proporciona: los alumnos de las clases más populares, con menos recursos, obtienen peores resultados.

Hay un sesgo de clase en la educación, un clasismo que han acentuado las tres crisis encadenadas sufridas desde 2010. Una losa que condena a los hijos e hijas del pueblo trabajador a recibir una formación por debajo de nuestras posibilidades como país.

En la octava edición del informe PISA, realizada en la primavera de 2022, han participado 690.000 estudiantes de 81 países, de ellos 30.800 eran españoles.

Los resultados de España son los peores de la historia, con un descenso de 8 puntos en matemáticas o de 3 en comprensión lectora. La caída ha sido generalizada en toda Europa, mayor incluso que la registrada en España.

Son los dramáticos efectos de la pandemia, aseguran algunos. Y es evidente que influyó. Los confinamientos obligaron a realizar durante meses las clases on line.

Una pandemia de clase

Pero existe otro factor mucho más determinante. El mismo informe PISA certifica que la gran brecha educativa está originada por el nivel socioeconómico y cultural de las familias de los alumnos. La diferencia entre los más ricos y los más pobres alcanza en matemáticas 86 puntos, lo que equivale a dos cursos académicos.

Viñeta de Padylla

Este es el abismo, de clase, que se agudizó con la covid. Los alumnos de las clases más populares tuvieron más dificultades para poder seguir las clases y estudiar con normalidad en casa. Y un porcentaje importante abandonó los estudios.

El código postal, un distintivo de clase, determina qué vas a poder estudiar.

Así lo certifica el informe PISA, para alumnos de 15 años. Y otros estudios, como el del think thank EsadeEcol, certifica que esa brecha se abre ya en edades tempranas, advirtiendo de que a los nueve años los alumnos de familias adineradas ya sacan dos cursos de ventaja a los de menor renta.

No es la “meritocracia”, es la clase a la que perteneces. En algunos casos se vencen estas dificultades, pero la mayoría de los estudiantes de las clases populares no pueden hacerlo.

El caso catalán

La comunidad que ha sufrido un mayor desplome en el último informe PISA es Cataluña. Cae 21 puntos en matemáticas, 12 en ciencias y 22 en comprensión lectora.

El govern de la Generalitat ha echado la culpa al mayor peso de estudiantes inmigrantes. Pero los expertos apuntan a otros culpables.

En primer lugar a las carencias, mayores que en otras comunidades, en la atención al alumnado socioeconómicamente más desfavorecido. El clasismo en la educación catalana, con los colegios e institutos de los barrios populares condenados a la degradación, es la primera causa de los malos resultados de PISA.

Y en segundo lugar los expertos apuntan a que Cataluña tiene un mayor peso de la educación privada, favorecida por los mismos gobiernos que desde la Generalitat han aplicado draconianos recortes a la pública.

En un alarde de cinismo, y de un rancio racismo de clase, quienes han degradado la educación pública quieren cargar las culpas sobre los inmigrantes.

Otro país, otra educación

Las carencias educativas en España se corresponden a un proyecto de país donde se nos condena a ser un reducto de turismo, donde hemos entregado el control de nuestra industria al capital extranjero, al que se ofrece una mano de obra barata y precaria.

Hay que levantar otro horizonte, con un plan de reindustrialización y una potente investigación nacional. Un país que pueda tener un desarrollo autónomo y al servicio de la mayoría. Para lo que son necesarios muchos profesionales con una formación integral.

Y frente al clasismo educativo hay que levantar otra vez la consigna de “el hijo del obrero a la universidad”. Para una mayoría de familias enviar a su hijo o hija a la universidad es algo que ni siquiera pueden plantearse.

Añadiéndole además la exigencia de que “el hijo del obrero tenga institutos y centros de FP dignos”. En los barrios obreros se planifica la degradación de los centros educativos.

Es necesario aumentar la inversión en educación, ampliando las becas y mejorando los centros en los barrios populares. Pero también exigimos una enseñanza que ofrezca una formación amplia y completa, en ciencias y letras, que fomente la capacidad crítica y de pensamiento propio, frente a una enseñanza cada vez más limitada, técnica y especializada.

One thought on “Tanto tienes, tanto estudias”

  • Buen análisis. Sobre la calidad de la enseñanza en España se lleva años y años diciendo que era de más peores de la UE, y los medios de información burgueses han lanzado la idea de que los españoles son vagos para los estudios. Ya sabemos cómo se la gasta la burgués monopolista de usar su propaganda para degradar ideológicamente a las clases populares españolas.

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