El Observatorio

Mundo anclado

La tercera novela del joven escritor mexicano Alejandro Espinosa Fuentes sorprende por su ambición, su hondura y la singularidad de su prosa

Tras la publicación de Mundo anclado (Contrabando, 2023) pocas dudas pueden quedar de que Alejandro Espinosa es uno de los grandes talentos de la narrativa mexicana actual; que además es una de las literaturas más vivas y prolíficas del mundo hispanoamericano.

Mundo anclado es la tercera novela de Alejandro Espinosa, después de Nuestro mismo idioma (con la que obtuvo en México el Premio José Revueltas a la mejor Novela Joven en 2015) y de Agenbite of inwit (2019, título alambicado basado en una expresión utilizada por Joyce en el Ulysses), así como tras obtener el Premio Juan Rulfo de cuento en 2015 y el Julio Torri de narrativa breve en 2021 por Sonámbulos. Nacido en Ciudad de México en 1991, y con apenas 32 años, Espinosa Fuentes cuenta ya, por tanto, con una sólida y laureada trayectoria (a la que cabría añadir trabajos de edición, ensayo y periodismo cultural), que ahora rubrica con una gran novela, que sin duda está destinada a tener un impacto decisivo en la literatura mexicana del futuro, tanto por la forma singular y única con la que se acerca a las entrañas de ese volcán activo que es el México actual, como por la riqueza y textura de un lenguaje literario capaz de captar algunos de los innumerables registros de la realidad mexicana de hoy en día.

Cinco personajes, extraídos de la variopinta e inclasificable gama que puebla esa “ciudad infinita”, que Bolaño nombraba como “el mero DF”, y que ahora se autodesigna como CDM, van narrando por turnos su devenir, y la forma en que ese devenir imprevisible los va reuniendo y juntando, y como ese devenir conjunto e inverosímil se va a ir convirtiendo en destino, y como ese destino parece inevitablemente abocado a la tragedia, a la muerte o la locura.

Alejandro Espinosa es uno de los grandes talentos de la narrativa mexicana actual

Son personajes “corrientes”, nada excepcionales, lo excepcional es la forma en que van tejiendo un mundo común, un mundo “anclado”, detenido en mitad de un mar bravo y tempestuoso, renunciando a un futuro que no existe y viviendo en un presente convulso. Mundo y tiempo están “anclados”, al margen de los requerimientos que impulsan a la gente a asegurarse un porvenir, nada parece incitar a estos personajes a vivir sino la vida misma, compuesta de una mezcla portentosa de instinto de supervivencia, atracción inconfesable, marginalidad asumida, desencanto y dosis de desesperación bañadas habitualmente en alcohol.

Julián Segovia es el estudiante que no estudia, el escritor que no escribe, el probable académico que odia la academia, el amante que ignora lo que supone el amor, el perfecto aspirante a la locura, entrañable, desencantado y perdido. Mélida Areúsa, que podría ser su amante, arrastra ignoradas pesadillas de un pasado que necesita exorcizar mientras vive el creciente desencanto de su activismo improductivo y sin resultados. Cuautli es un indio que quiere ser poeta y vive la vida a hachazos, los que le da una vida a la intemperie, siempre esquiva a premiar sus esfuerzos por ser lo que quiere ser. Jenny es una prostituta infantil, a la que rescatan del temible barrio de Tepito, y que a la postre es la única que tiene un cierto sentido práctico de la vida, la única que sabe que la vida se vive viviendo, y no especulando o haciéndose pajas mentales. Por último, Pedro Vallejo es un estudiante perpetuo de los más arcanos temas filológicos, un dipsómano empedernido, y en este caso el autor de un prodigioso “Diccionario de piedras”, que da a la novela una impronta y un “peso” extraordinarios.

Mundo anclado es una novela demorada e intensa, de una riqueza verbal desbordante

Mundo anclado recorre, a saltos, y a través de su polifonía de voces, las increíbles, pero verosímiles, vicisitudes que acaban reuniendo a estos cinco seres “desanclados”, que alcanzan a vivir un cierto periodo de plenitud compartida, lo que le lleva en un momento determinado a Julián a decir: “la vida parecía que continuaría como un meloso poema de Petrarca”. Pero, como reconoce a continuación, “el problema es que yo no sabía, ni Areúsa sabía, ni Vallejo ni Cuautli ni Jenny sabían que el país no era la ocurrencia de un poeta bonachón, sino el rencor de un gigante al acecho que, cuando menos lo esperáramos, nos haría pedazos”. Y así es.

Mundo anclado es una novela demorada e intensa, de una riqueza verbal desbordante, un ejercicio literario de riesgo, en el que, a la manera de sus maestros, Bolaño o Vila-Matas, Espinosa Fuentes se distancia abruptamente de la clásica narración “decimonónica” y apuesta radicalmente por un formato “del siglo XXI”, hibridando géneros, mezclando ingredientes de la bidungsroman, el diario, la bitácora, el diccionario, el poema y el ensayo, logrando así ofrecernos, a través de sus casi 400 páginas, un fresco vivo y novedoso de ese volcán activo, de ese México que anhelamos conocer.

Como afirma el gran escritor chileno Alejandro Zambra, Espinosa Fuentes “tiene un estilo propio, es un autor con mucha conciencia de la escritura, que me ha hecho pensar en la tradición del cuento de Jorge Luis Borges o Julio Cortázar o incluso de Julio Torri”.

Deja una respuesta