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El 2010 ha comenzado con una televisión pública, se supone, «más publica» porque ya no tiene publicidad. Un logro presentado engañosamente como una conquista del PSOE desde el Gobierno y un éxito progresista. Sin embargo lo que ya no se puede esconder es el reparto de beneficios que Zapatero ha orquestado entre las televisiones privadas al tiempo que sentaba las bases para el bestial proceso de monopolización que está apunto de culminarse en los medios de comunicación españoles (Antena 3 y La Sexta, Telecinco y Cuatro) y que controlarán el 90% de la publicidad y el 54% de la cuota de pantalla. Ofrecemos aquí un extracto de dos entrevistas muy clarificadoras publicadas en estas páginas.
Carlos Salgado. Delegado de CGT en RTVE “Ahora mismo (las rivadas) están pasando por un momento muy malo, no hay pastel publicitario para todas. Se sabía hace tiempo que era muy difícil mantener tantos canales generalistas en abierto, y con la inclusión de Cuatro y La Sexta no hay suficiente para todos. […] tenemos la sensación de que esto es una privatización encubierta de TVE. Porque muchos de los servicios se están externalizando a empresas privadas. Aquí se ha hecho un ERE muy fuerte. Una parte muy importante de la producción audiovisual son los conocimientos y a una parte importante de los mayores de 55 años los han prejubilado. Son gente muy válida con conocimientos muy altos, que con la nueva gente que entra podían hacer una televisión de mucha calidad. Han hecho un ERE con la excusa de que TVE no era rentable, que no es cierto. Se ha echado a mucho personal, pero como ahora no hay suficiente se está externalizando a productoras. Esto es una privatización encubierta. […] Para nosotros el modelo de financiación debe ser pública, sin publicidad. Pero como ahora el Estado no está preparado para poder asumirlo, la propuesta sería que la financiación sea pública pero que los ingresos por publicidad reviertan en el Estado.” Enrique Bustamante. Catedrático miembro del Consejo de Sabios de RTVE “(La reforma de TVE ha fracasado) por la presión de los grandes lobbys mediáticos. El panorama es absolutamente asimétrico, desequilibrado: la televisión autonómica sin regular, sin reforma democrática, y una televisión privada salvaje que no cumple ni una sola de las normas españolas o comunitarias en materia audiovisual . No hay una regulación clara ni una autoridad independiente. La situación ha empeorado notablemente, el gobierno se ha lanzado a una carrera delirante de decretos leyes, de leyes urgentes que no tiene nada que ver con lo que prometió. Zapatero está desmantelando los restos de legislación que protegían el pluralismo y la prevención de la concentración en España en el campo televisivo. Cualquier fusión es posible. Rechina el decreto urgente, no sabemos por qué tanta urgencia, que cambia por completo el modelo financiero de Rtve. El Gobierno ha aprobado un decreto absolutamente delirante, permite ya que un accionista tenga varias cadenas, TDT e incluso dos múltiplex. Se ha liberalizado incluso la compraventa de licencias, con lo cual el Estado ni siquiera controlaría quién tiene la licencia, los procesos de concentración serían incontrolables. […] El peor escenario es que con la crisis como marco haya fusiones totalmente desmadradas y terminemos con dos cadenas controlando de forma monopolista el mercado publicitario y las audiencias, como cuando T5 y A3 imponían su ley en el mercado.” Después de la doble fusión este escenario es el que ya tenemos ahora.