El clima político del país se vuelve cada vez más tenso, el gobierno enfrenta mayores dificultades… Y para explicar esta permanente inestabilidad política en España casi todos se fijan en las disputas políticas entre partidos, o la que enfrenta a la oposición con el gobierno.
Sin embargo, las convulsiones locales solo pueden explicarse si adoptamos una visión global. Hay un foco de inestabilidad planetaria cuyo centro está en la Casa Blanca. Bajo la administración Trump, EEUU intenta imponer una auténtica dictadura mundial. Y, como país bajo el dominio norteamericano, en España lo estamos sufriendo en primera persona.
Las cada vez mayores exigencias de la superpotencia se enfrentan a una lucha popular que sigue ejerciendo, mal que le pese a algunos, una notable influencia.
Este “choque de trenes” explica porqué la política española ha subido de temperatura.
.
De Trump a Botín: nuevos mandatos, mayores exigencias
EEUU nos impone nuevos mandatos. Se corresponden en buena parte con las tradicionales exigencias de la superpotencia, ya planteadas por Biden. Pero con Trump en la Casa Blanca se nos reclama más, y se nos exige un cumplimiento inmediato.
La superpotencia ya nos ha impuesto nuevos tributos imperiales, bajo la forma de una subida de aranceles. Reclama todavía mayores facilidades para que el capital norteamericano se haga con una parte mayor de la riqueza nacional. Y exige revertir medidas sociales, para eliminar los límites a un nuevo aumento del saqueo sobre el país y la población.

Washington ya ha impuesto el aumento inmediato del gasto militar hasta el 2% del PIB. Y se anuncia que la OTAN exigirá en su inminente cumbre que alcancemos el 3% o el 3,5%.
Y EEUU ha advertido que la política española, y la europea, debe estar sometida a la conformación de un frente antichino. España ya participa en el cerco militar a China bajo mando norteamericano, con aviones y barcos en maniobras en el Indo-Pacífico. Y la visita de Sánchez a Pekín ha recibido la nada diplomática advertencia del secretario del Tesoro de Trump: “si España se acerca a China se está colocando una navaja en la garganta”.
Más tributos al imperio, más gasto militar y puertas abiertas al capital norteamericano. Este es el triunvirato que preside los planes norteamericanos para nuestro país.
¿Y qué plantean ante estos nuevos y agresivos planes los nódulos de la oligarquía española? Acatan la dictadura mundial de Trump, buscando acomodo en ella y persiguiendo obtener beneficios. Así lo ha expresado Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, mostrando públicamente cercanía con el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
En el nuevo panorama global abierto tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, las cabezas del Ibex-35 han puesto encima de la mesa todo un “programa de gobierno”.
Basado en impulsar un mayor alineamiento político-militar con EEUU. Acatando el rearme, a cambio de que la superpotencia les permita una mayor penetración en el mercado norteamericano.
Anticipando más puertas abiertas a la llegada de capital norteamericano, para explotar conjuntamente “nichos de negocio” como la vivienda o las pensiones privadas.
Y reclamando una “corrección hacia la derecha”. Paralizando o revirtiendo medidas sociales. Enarbolando la reducción de la deuda para imponer nuevos recortes. O señalando permanentemente a las pensiones públicas con la intención de recortarlas y privatizarlas.
.
El factor oculto

Los más agresivos planes de EEUU o de los nódulos del Ibex-35 son una amenaza, que atenta contra intereses básicos de buena parte de la población. Pero no están solos.
Ante sus proyectos se levanta una lucha y movilización popular que sigue determinando lo que sucede en España.
El amplio movimiento por la paz explica que el español sea el gobierno de la UE que con más claridad se ha pronunciado contra el genocidio en Palestina.
La lucha popular ha impedido que puedan llevar a cabo el asalto a las pensiones públicas -revirtiendo los recortes de la reforma de 2013-. E impuesto la continuidad de medidas sociales que los centros de poder internacionales y nacionales querían abolir.
La movilización social ha obligado a aprobar leyes, aunque limitadas, en favor de los inquilinos, o a paralizar privatizaciones sanitarias.
Si se ha impedido un gobierno PP-Vox -más agresivo contra el pueblo- o el peso de la ultraderecha estn en España por debajo de la media europea, es porque se ha levantado por parte del pueblo un muro de contención.
Cabe recordar que España es el único país de la UE donde una fuerza a la izquierda de la socialdemocracia está en el gobierno.
Se empeñan en decirnos que “el ciclo del 15-M ha pasado”, y que ahora la lucha del pueblo ha pasado a ser un factor poco menos que insignificante. No es cierto. La notable influencia de la lucha y movilización popular es incompatible con los proyectos cada vez más agresivos que vienen desde la superpotencia.
Enfrentamos un panorama, internacional y nacional, complejo y difícil. Pero disponemos de recursos para defender en él los intereses populares.
.
Un momento “caliente”
Los efectos de la dictadura mundial de Trump, y los planes más agresivos de la superpotencia o la oligarquía española, suponen nuevas amenazas contra el pueblo.
El capital extranjero y el Ibex-35 siguen multiplicando sus ganancias incrementando el saqueo contra la mayoría. Presentando nuevos récords de beneficios.

Los efectos de la inflación continúan recortando nuestro salario real. La vivienda es el principal problema para amplios sectores. Y ahora se unen las consecuencias del rearme o de la subida de aranceles.
Pero también son un peligro para la democracia y la estabilidad del país. Desde Washington, con Trump en la Casa Blanca, se impulsan las alternativas más ultras y reaccionarias. Y los centros de poder internacionales y nacionales están dispuestos a desatar todo tipo de sacudidas para limitar o minimizar la influencia de la lucha popular. Utilizando cualquier acontecimiento -apagón, problemas en los trenes…- para sembrar división y enfrentamiento.
Estamos ante un momento “caliente”. Donde se están incrementando las tensiones globales. Y que se traducirá previsiblemente en más sacudidas e inestabilidad en España.
Es el momento de defender unos intereses populares que están siendo amenazados. Desde España debemos movilizarnos contra la dictadura mundial de Trump, uniéndonos al conjunto de países y pueblos del planeta que ya se movilizan contra ella. Los gélidos aires que vienen desde Washington atacan a todo el planeta, pero también, y especialmente, a Europa y España. Hay en nuestro país una amplia mayoría que se posiciona contra las políticas que Trump representa.
Es el momento de defender la paz y la democracia. Y de plantear frente a la nueva oleada de recortes que pretenden imponer una política de Redistribución de la Riqueza.