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Rajoy prepara otra oleada de ajustes

Mariano Rajoy empezó ayer a preparar a la opinión pública para próximos anuncios de recortes «en alguna partida presupuestaria». Además, ha exigido discreción absoluta en los ministerios hasta el Consejo del viernes, lo que tiene desconcertados a los dirigentes del PP, que no aciertan a adivinar por dónde vendrán los nuevos ajustes. En medios del Grupo Popular descartaban anoche que vaya a subir el IVA y el IRPF, pero manejaban la hipótesis de «acuerdos de no disponibilidad de gasto» en varios departamentos y volvía la especie de que también se podría quitar dos medias pagas a los funcionarios, como ha propuesto algún presidente autonómico.

«Cuando Rajoy abre tanto el abanico es que está manejando varias posibilidades propuestas por el equipo económico, que sigue pendiente de algún entendimiento con Bruselas sobre la prórroga en el objetivo de déficit, o ambas cosas a la vez». Esa era la versión más extendida en fuentes gubernamentales para explicar la ambigüedad con que se expresó el presidente del Gobierno por la tarde en el Palacio de la Moncloa. Por no cerrar, ni siquiera cerró de forma clara la posibilidad de subir el IVA y el IRPF, ya que en la negación empleó el verbo «querer» en primera persona. Rajoy dijo que no desea elevar los impuestos otra vez, no que descarte hacerlo.

El jefe del Ejecutivo, acompañado por el primer ministro eslovaco, Robert Fico, adelantó que era «probable» que en el Consejo de Ministros del viernes, que aprobará el nuevo cuadro macroeconómico y el plan de reformas para remitir a la UE, haya recortes «en alguna partida presupuestaria». También se refirió a la necesidad de reducir el gasto público.

En fuentes gubernamentales matizaron después que la subida de impuestos sigue descartada, pero eludieron dar más explicaciones sobre las partidas y gastos que Rajoy estudia reducir. Incluso se extendió la consigna a los ministerios y al Grupo Parlamentario para que no dieran pie a especulaciones sobre los objetivos de los próximos recortes para cumplir con las exigencias de Bruselas. El jefe del Ejecutivo lo había condicionado al crecimiento económico y a «la senda de reducción del déficit».

En medios del PP insisten en que el capítulo de las pensiones no está previsto tocarlo más allá de las medidas ya anunciadas para evitar las jubilaciones anticipadas y el compromiso genérico, y, a más largo plazo, de ‘adecuar’ las revalorizaciones a la situación de la economía del país en vez de a la subida anual del IPC. De las tradicionales ‘sugerencias’ que Bruselas hace al Gobierno español desde los tiempos de Zapatero todavía está sin abordar el recorte en el periodo de percepción del seguro de desempleo, ahora establecido en 24 meses. Pero es un asunto que el Gobierno no se ha planteado, al menos hasta ahora.

La forma más rápida de recortar serían los acuerdos de no disponibilidad de gasto aplicados a los ministerios. En fuentes de los populares manejaban anoche esa posibilidad: paralizar aún más las inversiones que todavía quedan presupuestadas en departamentos como Fomento.

En medios del PP reconocen que sí se ha estudiado la posibilidad de ahorrar y reducir el déficit por un medio drástico ya empleado durante 2012 como fórmula de urgencia: aplazar el pago de una paga extra a los funcionarios. Es una fórmula que han sugerido al Gobierno algunos presidentes autonómicos que, de todas formas, se pueden ver abocados a aplicarla en su Administración regional para cumplir con el objetivo de reducción del déficit. Esta vez el ahorro se haría a través del recorte de la cuantía de las pagas, dejando en la mitad tanto la del verano como la de Navidad para perjudicar menos al consumo. El Ministerio de Hacienda descartó esa medida y su titular, Cristóbal Montoro, se ha comprometido a no emprenderla. La Generalitat de Cataluña sí estudia acometerla cuando elabore los presupuestos para este año.

Rajoy prepara a la opinión pública para lo peor (más recortes) y con un solo límite para las malas noticias del próximo viernes: los ajustes no llegarán a ser «como en 2012».

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