1.- Aumento del gasto social

El primer eje es sin ninguna duda el gasto social, 266.179 millones de euros, y dentro de este bloque la mayor subida de pensiones de la historia, sobre un 8,5% las contributivas (a falta de confirmar el IPC de noviembre) y un 15% las no contributivas.

El gasto social sube un 11% hasta los 266.179 millones de euros. El 58% de los Presupuestos, 6 de cada 10 euros, están destinados a gasto social

• Pensiones: revalorización de las contributivas con el IPC interanual de noviembre, en torno al 8,5%; y el 15% las no contributivas para mantener el poder adquisitivo de los pensionistas frente a la inflación. Una aportación de 2.957 millones al Fondo de Reserva de las Pensiones, ‘la hucha de las pensiones’, por primera vez en los últimos 13 años.

• Sanidad sube un 145% hasta los 5.511 millones. Se refuerza la atención primaria con 172 millones y 500 millones para infraestructuras sanitarias.
• Educación, +62% hasta 4.160 millones. Las becas y ayudas al estudio suben un 68% (2.474 millones).
• Dependencia: 600 millones al Plan de Choque para reducir las listas de espera. En total 3.522 millones, que aún así son insuficientes.
• Ingreso Mínimo Vital, revalorización con el IPC, en torno al 8,5%.
• Mejora del paro, sube la cuantía de la prestación contributiva por desempleo del 50% al 60% de la base reguladora a partir de los 6 meses (100 euros más de media al mes).
• Bono social térmico, se incrementa en102 millones.
• Vivienda: el presupuesto aumenta un 5,4%, hasta los 3.472 millones.
• Jóvenes, un 13,2% más. Prórroga de 250 euros del bono del alquiler. Y los 400 euros del bono cultural para jóvenes.
• Extensión de las ayudas al transporte: se mantiene la gratuidad en trenes de cercanías y media distancia para pasajeros recurrentes. Y se incorpora la gratuidad en todas las líneas de autobuses concesionadas por el Estado durante el 2023.
• Más recursos para las políticas de igualdad y conciliación (201 millones) y contra la violencia de género (51 millones más que en los Presupuestos actuales).

2.- El paquete fiscal con los nuevos impuestos

El Congreso ha aprobado también los tres nuevos impuestos temporales, para 2023 y 2024, sobre los bancos, energéticas y grandes patrimonios, para que tras su paso por el Senado queden aprobados definitivamente antes de fin de año y puedan entrar en vigor el 1 de enero con los nuevos presupuestos.

• Impuesto sobre la banca, para gravar con un 4,8% los ingresos por comisiones e intereses netos de los bancos que superen los 800 millones de ingresos. Hacienda podría recaudar 1.500 millones de euros en 2023.
• Impuesto sobre las energéticas. Gravar con un 1,2% las ventas de las energéticas que facturen más de 1.000 millones. Se excluyen sus ingresos del extranjero y los obtenidos a partir de las tarifas reguladas de luz y gas, deja fuera las tarifas PVPC y de último recurso (TUR) del gas. Estas exclusiones reducirán las previsiones del gobierno para recaudar 1.000 millones en un 20% en 2023.
• Impuesto a los grandes patrimonios o “Impuesto de Solidaridad Temporal” a partir de un patrimonio netos de 3 millones de euros.

El paquete fiscal incluye otras medidas como:

• La rebaja del IRPF para las rentas de hasta 21.000 euros. Y la subida de 1 punto para las rentas mayores de 200.000 euros, 2 puntos si sobrepasan los 300.000.
• Aumento de 1 punto del gravamen a las rentas del capital a partir de 200.000 euros.
• Reducción de módulos a los autónomos.
• Subida del Impuesto de Sociedades para las grandes empresas.

3.- El presupuesto real de Defensa crecerá casi un 26%

En 2023 habrá una gran escalada de los gastos militares camino del 2% del PIB comprometido por Pedro Sánchez con Estados Unidos y la OTAN. El ministerio de Defensa dispondrá de casi 6.000 millones de euros adicionales al presupuesto del mismo ministerio, elevando los gastos totales por encima de los 16.000 millones de euros, el 1,3 del PIB.

Según el gobierno los gastos de Defensa crecerán entre un 6,5% y el 8,4% si se incluyen los fondos europeos. Pero la realidad es bien diferente, ya que en las cuentas del gobierno no se contabilizan los créditos del ministerio de Industria (4.900 millones) para financiar los Programas Especiales de Armamento, ni los más de 1.000 millones que recibirá Defensa de los Fondos de Contingencia previstos para las operaciones militares en el exterior o sufragar el envío de armas a la guerra de Ucrania.

Las cuentas reales de los gastos de Defensa

• Presupuesto del ministerio de Defensa: 10.155 millones de euros.
• Créditos industriales, del Ministerio de Industria: 4.900 millones.
• Partida del Fondo de Contingencia: 1.000 millones
• En TOTAL: 16.055 millones de euros, un 26% más, hasta el 1,3% del PIB.

Los límites de los presupuestos desde la redistribución de la riqueza

Los Presupuestos 2023 incluyen toda una serie de medidas que benefician a las clases populares y que son una confirmación de las conquistas sociales, como la subida de las pensiones con el IPC y casi el doble para las pensiones más bajas no contributivas. O aquellas que suben impuestos a “los que más tienen y más beneficios acumulan”, bancos o monopolios eléctricos.

Pero los presupuestos también reflejan sus límites, sobre todo porque lo que dominan son medidas temporales, extremadamente limitadas a bancos, eléctricas o grandes fortunas y en las ayudas sociales priman las medidas paliativas, aliviando los efectos del atraco monopolista con la inflación pero no redistribuyendo la riqueza.

Una salida a la crisis no se puede financiar con más deuda pública, sino redistribuyendo la riqueza, es decir: recortando a quienes siguen obteniendo escandalosas ganancias de acuerdo a sus millonarios beneficios y riqueza acumulada, para destinar esos recursos a pagar los costes de la crisis y proteger a los más desfavorecidos y en riesgo, mejorando sus condiciones de vida y trabajo.

Hay que convertir en permanentes, estructurales y progresivas medidas que son posibles y necesarias como:

• Una Reforma Fiscal Progresiva que imponga un impuesto del 50% a los beneficios de bancos, monopolios y capital extranjero.

Que las grandes fortunas paguen un IRPF del 70% y acabar con los privilegios fiscales y el fraude fiscal de los que más tienen.

Y se rebajen los impuestos a trabajadores, autónomos y pymes.

• Es necesario cuestionar el atraco de las eléctricas, petroleras, bancos o gigantes de la alimentación. Imponiendo límites a los precios de la luz, combustibles y alimentos. Y a la subida de las hipotecas.
• Garantizar que salarios y pensiones no perderán poder adquisitivo.