Amnistí­a Internacional comienza su campaña "Exige Dignidad".

Pobreza, una cuestión de Derechos Humanos.

«La campaña viene a constatar que la pobreza es la mayor violación de los derechos humanos», en el sentido de que «las personas en situación de pobreza tienen muchas más posibilidades» de ver violados sus derechos humanos y, a la vez, las personas que sufren la violación de sus derechos humanos tienen más posibilidades que las demás de acabar en una situación de pobreza.

Movilizar a las ersonas para presionar a gobiernos, organismos internacionales y empresas, y conseguir que rindan cuentas por los abusos que generan o agudizan la pobreza.Desde AI en la primera fase de la campaña, arrancarán con tres proyectos que versarán sobre la mortalidad materna (que pongan fin a las muertes innecesarias de mujeres por complicaciones en el embarazo), los asentamientos precarios y las obligaciones de las empresas que garanticen que respetan los derechos de quienes viven en la pobreza. Exige Dignidad’, la campaña que ha puesto en marcha AI. Según se asegura desde Amnistía Internacional, la crisis en la que vivimos ha condenado a la pobreza a 100 millones de personas más, demostrando lo “frágiles” que son los beneficios basados solamente en el crecimiento económico. Es más, con la actual crisis mundial, los países más empobrecidos, especialmente en África, se enfrentan a un descenso de la inversión, el comercio y las ayudas, con efectos “devastadores” sobre sus poblaciones Será una campaña dilatada en el tiempo. Uno de los temas sobre los que trabajará Amnistía Internacional con esta campaña es la mortalidad maternal. cada año muere medio millón de mujeres en todo el mundo a causa de problemas en el embarazo o el parto que, en unas condiciones adecuadas de asistencia sanitaria, "son perfectamente solucionables". AI pretende destacar, con esta campaña, que alrededor de 1.000 millones de personas viven en asentamientos insalubres en torno a las grandes ciudades, "sin saneamiento ni electricidad", destacar que de 6.800 millones de habitantes en el planeta, cerca de 1.400 millones de personas viven con menos de un dólar al día. Esta campaña resalta la exigencia de "rendición de cuentas" a las empresas y países que violen los derechos humanos. Se califica de "inaceptable" las medidas económicas llevadas a cabo para salvar de la crisis a las grandes entidades financieras y empresas multinacionales "no se han correspondido" con "un esfuerzo económico por parte de instituciones y gobiernos para salvar de la consecuencia de la crisis a la gente más pobre", por lo que se ha exigido a los países miembros del G20 que pongan los Derechos Humanos "en el centro de su liderazgo". Además, se ha afirmado que la pobreza "no es una cuestión meramente económica sino que es sobre todo una cuestión de derechos humanos", y han apuntado que "todos los derechos que se violan alrededor de la pobreza", entre los que han destacado la carencia de alimentación y el acceso a la educación, pertenecen a "la segunda generación de derechos humanos" por lo que al carecer de judicialización, según ha matizado, esto supone que "no se puede llevar ante los tribunales alguien que ha provocado la pobreza". Pero pedirán a los estados, las empresas y los organismos internacionales, en el ámbito nacional e internacional, que "rindan cuenta" por las violaciones de derechos humanos que llevan a las personas a la pobreza o que se comenten contra las personas pobres. También trabajarán para que se respeten los derechos a la libertad de expresión, reunión y protesta de aquellas personas que viven en la pobreza.

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