Pensiones: el gobierno prepara otro decretazo

«Aunque la reforma no está del todo perfilada, fuentes no oficiales que conocen las intenciones del Ejecutivo aseguraron ayer que la reforma viene «durita». Es decir, que difí­cilmente va a contar el apoyo de los sindicatos, lo que obligará al Gobierno a aprobarla mediante real decreto ley, como ha sucedido con la reforma del mercado de trabajo. Zapatero anunció hace unos dí­as que la reforma de las pensiones se hará en el contexto del Pacto de Toledo, pero esta intención choca con el objetivo de sacarla adelante lo antes posible para calmar a los mercados financieros.»

El Ejecutivo es muy robable que incluya la ampliación del periodo de cálculo de la cuantía de las pensiones (actualmente fijado en 15 años) en la reforma de las pensiones, amparándose en la presión de los mercados y de los organismos económicos internacionales. Igualmente, entre los objetivos del Gobierno está la reforma de las pensiones de viudedad. Y, en concreto, se plantea la posibilidad de una indemnización en pago único o de una prestación temporal en determinadas situaciones (EL CONFIDENCIAL) LA VANGUARDIA.- Golpe de efecto de Mariano Rajoy en el peor momento de España con la Europa carolingia, la fortaleza industrial que no quiere déficit, inflación, ni deudas difíciles de cobrar a orillas del Mediterráneo. El líder del Partido Popular se entrevistó ayer por la tarde en Bruselas con la canciller alemana Angela Merkel, mientras los reflectores del Reichstag siguen proyectando en el cielo de Berlín una película inquietante que habla de una inminente suspensión de pagos en el país del sol, la playa, los ladrillos y los toros EL PERIÓDICO.- Unos personajes con cada vez más incierto poder político y no menos discutible representatividad le han dicho al Gobierno español que los recortes del gasto público que ha hecho hasta ahora no son suficientes y que tiene que dar un «tijeretazo» adicional de nada más y nada menos que de un 1,5 % del PIB. ¿No sería oportuno que España le dijera que no a la Comisión Europea, que nada le garantiza que, si sigue sus designios, le va a ir mejor en los mercados, que no tiene claro que su posición responda al interés general y no solo al de los banqueros europeos, incluidos los españoles? Opinión. El Confidencial Ahora tocan las pensiones: el gobierno prepara otro decretazo Carlos Sánchez El Gobierno afila sus uñas para otra reforma económica de indudable calado: la reforma de las pensiones. Según fuentes de toda solvencia, el Ministerio de Trabajo está ultimando su propuesta de reforma de la Seguridad Social, y con toda probabilidad la presentará en los próximos días ante la Comisión del Pacto de Toledo. Aunque la reforma no está del todo perfilada, fuentes no oficiales que conocen las intenciones del Ejecutivo aseguraron ayer que la reforma viene “durita”. Es decir, que difícilmente va a contar el apoyo de los sindicatos, lo que obligará al Gobierno a aprobarla mediante real decreto ley, como ha sucedió con la reforma del mercado de trabajo. Zapatero anunció hace unos días que la reforma de las pensiones se hará en el contexto del Pacto de Toledo, pero esta intención choca con el objetivo de sacarla adelante lo antes posible para calmar a los mercados financieros. Y tampoco parece fácil un pacto político en un contexto tan encrespado como el actual. Y mucho menos en otoño, cuando se tramita el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011. La Comisión del Pacto de Toledo, de hecho, lleva trabajando más de un año y sus resultados se limitan a la comparecencia de decenas de altos cargos y especialistas, pero sin que esas reuniones se hayan sustanciado en documento alguno. La propuesta del Gobierno se conocerá, en cualquier caso, antes del Debate sobre el estado de la nación que se celebrará el 14 y 15 de julio. El presidente Zapatero quiere presentarse ante el debate con los ‘deberes hechos’, lo que le permitiría aparecer ante Rajoy como una especie de ‘campeón’ de las reformas económicas, al contrario que el líder del PP, que no ha respaldado ninguna, salvo la creación del fondo de rescate de la banca. El Gobierno ya presentó en enero de este año un documento en el que proponía ampliar la edad de jubilación de forma progresiva -no de una sola vez- de los 65 años actuales a 67, y por entonces la respuesta sindical se tradujo en una serie de manifestaciones en todo el país. Es decir, en línea con lo aprobado en algunos países europeos, aunque con una diferencia. En Francia Sarkozy ha anunciado que retrasará la jubliación de 60 a 62 años, y algo parecido ha sucedido en Grecia. Igualmente, por aquellas fechas, el Ministerio de Economía incluyó en la actualización del Programa de Estabilidad del Reino de España enviado a Bruselas la ampliación del periodo de cálculo de la cuantía de las pensiones (actualmente fijado en 15 años), pero apenas unas horas después de filtrarse el cambio, el Gobierno desautorizó a los redactores del texto. El Ejecutivo, sin embargo, parece haber desenterrado esa idea y es muy probable que la incluya en la reforma de las pensiones, amparándose ahora en la presión de los mercados y de los organismos económicos internacionales, que desde hace años han venido cuestionando la sostenibilidad del sistema de pensiones. De hecho, esta es la reforma con mayor impacto económico a corto plazo, toda vez que el retraso de la edad de jubilación se notaría a partir de la siguiente década. Igualmente, entre los objetivos del Gobierno está la reforma de las pensiones de viudedad. Y, en concreto, se plantea la posibilidad de una indemnización en pago único o de una prestación temporal en determinadas situaciones, cuando la convivencia entre el causahabiente –según la terminología de la Seguridad Social- y el beneficiario o beneficiaria de la pensión ha sido corta, Jubilaciones anticipadas Entre las medidas de reforma que sugirió el Gobierno se encuentra, al mismo tiempo, la eliminación de las formas de uso indebido del despido como forma de acceso a la jubilación anticipada. Y en este sentido, se proponía que los contratos individuales de prejubilación establecidos en la Ley 40/2007 debieran limitarse para aquellos trabajadores que se encuentren fuera de la negociación colectiva, con compromisos claros de cofinanciación por parte de las empresas. Este asunto es extremadamente importante en unos momentos en los que el sistema financiero se enfrenta a una reconversión que se saldará con miles de prejubilaciones. Se habla de más de 20.000 empleos. El Gobierno, de la misma manera, proponía incrementar las bases de cotización a la Seguridad Social para frenar las situaciones de mayor desproporción entre aportaciones y prestaciones y disminuir la economía sumergida. Es decir, reforzar la contributividad del sistema. Como una especie de aviso para navegantes, este martes el secretario de la Seguridad Social, Octavio Granado, advirtió que si las pensiones volvieran a revalorizarse como en 2009, cuando subieron un 2% frente al 0,3% de inflación, el sistema de la Seguridad Social "sería insostenible". "No hay sistema europeo que sostenga revalorizar las pensiones siete veces lo que crece la inflación", alertó Granado durante su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo, para después abogar por "ajustar" la actual cláusula de revalorización, fijada en el objetivo del BCE del 2%, a los cambios de ciclo económico, informa Europa Press. "El problema no es que las pensiones se revaloricen con el IPC, sino que el problema es cuando se hace siete veces más que el IPC, tal y como ocurrió en 2009", explicó el secretario de Estado, al tiempo que defendió la congelación de las pensiones en 2011 que aprobó el Gobierno en el plan de ajuste adicional, al calificarla como la "mejor solución". "Se ha producido una situación que el Pacto de Toledo no había previsto en 1995 (cuando se acordó establecer el 2% como cláusula de revalorización)", reiteró. EL CONFIDENCIAL. 17-6-2010 Opinión. La Vanguardia España en manos de Carolingia Enric Juliana Golpe de efecto de Mariano Rajoy en el peor momento de España con la Europa carolingia, la fortaleza industrial que no quiere déficit, inflación, ni deudas difíciles de cobrar a orillas del Mediterráneo. El líder del Partido Popular se entrevistó ayer por la tarde en Bruselas con la canciller alemana Angela Merkel (en el marco de la reunión del PP europeo, previa a la cumbre comunitaria de hoy), mientras los reflectores del Reichstag siguen proyectando en el cielo de Berlín una película inquietante que habla de una inminente suspensión de pagos en el país del sol, la playa, los ladrillos y los toros. Merkel apenas se habla con Zapatero. Tras la derrota del socialdemócrata Gerhard Schröder en el 2005, el líder del socialismo español ha quedado encerrado en la jaula hábilmente dispuesta por el presidente francés, Nicolas Sarkozy. A la canciller luterana del Este le irrita sobremanera el lenguaje iluminista de Zapatero. Cuando en enero le oyó decir que España se disponía a liderar "una nueva etapa" de la política europea, sus asesores tuvieron que contenerla. En Berlín no daban crédito. España debe un montón de dinero (202.000 millones de euros) a los bancos alemanes, y estos, impacientes, quieren que se despliegue cuanto antes la red de seguridad. No es un calentón del Bild Zeitung, el diario popular más leído de Europa. Desde hace unos días, la prensa de calidad alemana (Frankfurter Allgemeine Zeitung, la edición alemana del Financial Times, Die Welt…) hablan de una inminente suspensión de pagos de España por falta de liquidez de su sistema bancario; default que sería salvado por el fondo de emergencia de 750.000 millones de euros, cuya aprobación ha supuesto la intervención de facto de la política económica española. El 8 y 9 de mayo, el Ecofin fraguó el severo plan de ajuste que Zapatero no tuvo más remedio que anunciar en el Congreso (12 de mayo), renunciando abruptamente a sus optimismos neokeynesianos. Desde entonces, la política española es otra. Rajoy lo certificó ayer. Carolingia manda. Sólo faltaba –en el plano simbólico– la inexpugnable Suiza, país mucho más importante de lo que parece en la historia universal del fútbol. En Suiza se inventó la temida táctica del catenaccio. Nereo Rocco, un rudo entrenador de Trieste, un hombre para una película de Roberto Rossellini, la introdujo en el catálogo de astucias de la Italia neorrealista. Años cincuenta. Perfeccionada en Milán, Helenio Herrera la elevó a la categoría de mito. Fiel a su genuina tradición defensiva, la Confederación Helvética intervino ayer los sueños evasivos de millones de españoles, enviando desde Durban un aviso inquietante a Madrid: si España se descalabra en el Mundial de Sudáfrica ya no habrá metáfora que salve a Zapatero. Desde un punto de vista estrictamente narrativo, la situación es de vértigo. El líder de la oposición acaba de interceptar las comunicaciones con el estado mayor europeo. Y la máquina de generar expectativas gubernamentales se está colapsando. Apenas quedan metáforas en el arsenal del PSOE, de manera que la Fundación Ideas, principal laboratorio de ideas de la izquierda española, invitó ayer a Madrid a George Lakoff y a Stanley Greenberg, gurús del Partido Demócrata norteamericano, destacados guionistas de la era Obama. Consejo de Lakoff, el teórico de los marcos mentales: "Zapatero necesita decir exactamente lo que cree y explicar por qué ha cambiado las políticas". Aguda aseveración de Greenberg: "El lenguaje es muy importante en política, pero no sirve de nada si se disocia de la realidad". Zapatero acude hoy a la cumbre de la UE en Bruselas con un decreto de reforma laboral con tonos más duros de los previstos y una convocatoria de huelga general. Si Berlín atempera su ofensiva, dispondrá de un estrecho margen para llegar a otoño e intentar algo después de las elecciones catalanas. Aconsejado por Lakoff o simplemente mareado por tan aciagas circunstancias, el presidente reconoció ayer en el Congreso que la credibilidad no es hoy su punto fuerte. LA VANGUARDIA. 17-6-2010 Opinión. El Periódico España debe decir “no” a Europa Carlos Elordi Unos personajes con cada vez más incierto poder político y no menos discutible representatividad le han dicho al Gobierno español que los recortes del gasto público que ha hecho hasta ahora no son suficientes y que tiene que dar un «tijeretazo» adicional de nada más y nada menos que de un 1,5 % del PIB. Y se han quedado tan tranquilos. Teniendo en cuenta que Zapatero solo puede modificar los presupuestos generales del Estado, si Madrid obedece esa orden, la economía española puede quedar postrada para muchos años. Porque la reducción de la inversión pública a su mínima expresión, la rebaja del sueldo de los funcionarios, la supresión de distintas ayudas fiscales y la congelación de las pensiones que ya se han decretado van a provocar un importante bajón de la actividad económica y del consumo. Pero, sobre todo, porque los 8.000 millones más que pide Bruselas van a agravar necesariamente esos efectos y postergarlos en el tiempo. Es demasiado dinero como para pensar que se va a juntar sacándolo de aquí y de allá. Por eso, en el horizonte, y en las mentes de algunos analistas, un tajo, y no pequeño, a los subsidios al desempleo se perfila como la única vía eficaz para lograr ese objetivo. Los sindicatos no lo han dicho abiertamente, pero temen que se esté barajando esa hipótesis. Cabe dudar de que Zapatero se atreva a dar ese paso. No solo por las consecuencias sociales que tendría –la huelga general del 29 de septiembre podría convertirse en una revuelta–, sino porque significaría tirar las elecciones por la borda y hacer, sin nada a cambio, el trabajo sucio al PP. Una vía alternativa, sacar ese billón y medio de pesetas de los gastos de las autonomías, parece impracticable a corto plazo y menos a un año de las elecciones regionales. A la luz de todo eso, ¿no sería oportuno que España le dijera que no a la Comisión Europea, que nada le garantiza que, si sigue sus designios, le va a ir mejor en los mercados, que no tiene claro que su posición responda al interés general y no solo al de los banqueros europeos, incluidos los españoles? EL PERIÓDICO. 17-6-2010

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