La amenaza se ha consumado. El pasado lunes Trump llamó a la población de Teherán a evacuar la capital “lo antes posible”, anticipando un ataque que ya se ha producido.
Se estaba preparando, en el traslado por parte de EEUU a Oriente Medio de bombardeos B-2 desde el Pacífico, o desplegando en la región destructores, cazas y uno de los más avanzados portaviones.
Ahora se ha ejecutado. Seis bombarderos B-2 han lanzado 12 bombas antibunker sobre Fordow y otras dos sobre Natanza, dos de las principales instalaciones nucleares de irán. Paralelamente submarinos norteamericanos han lanzado 30 misiles de crucero contra Natanz a Isfashan.
Abrió el fuego Israel. Sin que mediara provocación ninguna por parte de Irán, Tel Aviv lanzó el pasado 13 de julio demoledores ataques “preventivos” sobre suelo iraní.
Ya no es solo Israel. Ni son ataques destinados a eliminar altos dirigentes de los ayatolás. Ahora es la superpotencia norteamericana la que lanza demoledores bombardeos contra las instalaciones nucleares iranies. Un ataque que supone un aventurero salto cualitativo en la escalada de guerra en Oriente Medio y que hace que la región se asome al abismo de un gigantesco conflicto internacional de imprevisibles consecuencias.
Washington y Tel Aviv vuelven a utilizar el bulo de las “armas de destrucción masivas”, ya empleado para justificar la invasión de Irak. Plantean que atacan a Irán porque el régimen de los ayatolás está a punto de fabricar una bomba atómica. Pero todos los organismos internacionales lo desmienten. Incluso Tulsi Gabbard, la directora nacional de Inteligencia nombrada por Trump ha afirmado que Irán no está buscando fabricar un arma nuclear.
Lo que busca EEUU es dar un golpe en una de las áreas estratégicas del planeta, Oriente Medio. Acabar con el régimen iraní es un viejo anhelo de los sectores más agresivos de la superpotencia norteamericana. Teherán era el siguiente objetivo en el plan de Bush, si hubiera podido estabilizar su domino sobre Irak. Y Trump lleva años señalando a Irak, con una retórica cada vez más incendiaria que ahora se traduce en hechos.
Una guerra contra Irán son palabras mayores. El régimen de los ayatolás no va a disolverse como sí sucedió en Siria. Atacar a Teherán es echar gasolina y arrojar una cerilla encendida sobre el explosivo barril de pólvora que es Oriente Medio. Jamás habíamos estado tan cerca de una guerra regional con efectos radioactivos para la paz mundial.
Nadie sabe qué puede pasar ahora. Irán está obligado a reaccionar ante el ataque norteamericano. Puede intensificar los bombardeos sobre Israel, atacar alguna de las bases estadounidenses en la región, o bloquear el estrecho de Ormuz, uno de los principales nudos petroleros del planeta.
Trump amenaza con nuevos ataques si Irán no agacha la cabeza, pero el actual régimen iraní se ha forjado en el enfrentamiento con EEUU, y no va a dar su brazo a torcer con facilidad.
A lo que asistimos es a la carta de presentación de la dictadura mundial que EEUU, con Trump, pretende imponer para paralizar su ocaso imperial. Washington ha alentado y sostenido el criminal genocidio israelí en Gaza, y ahora apunta sus misiles contra Irán.
Las bombas norteamericanas sobre Irán han dinamitado el tablero mundial, exacerbando todas las contradicciones. En el conjunto del plantea, y también en Europa y en España. La imposición a Europa de más rearme y un mayor encuadramiento por parte de EEUU va a exacerbarse. Así como los ataques contra quienes -como acaba de plantear Pedro Sánchez- se niegan a cumplir el umbral del 5% en gasto militar exigido por Trump.
La paz mundial está amenazada. Defenderla es una prioridad para todos los demócratas, para todos los pueblos del mundo. Y defender la paz exige enfrentarse a la dictadura mundial de Trump.
Jamesedund dice:
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Carlos dice:
Nah, los últimos estertores de un imperio en decadencia total, como bien dice Brzezinski https://deverdaddigital.com/un-imperio-en-decadencia/
Son iguales que sus primos hermanos anglosajones, los británicos, con su imperio «la fábrica del mundo» y míralos ahora
Con los chinos de principales exportadores de mercancías del mundo y los BRICS+ de rivales ya sólo les quedan las bombas antes del hundimiento total
Pero el que a hierro mata……