La fiscalí­a pide prisión y fianza de 3 millones a Matas por corrupción

Partitocracia y tramas, siempre las dos caras

La fiscalí­a anticorrupción en Baleares, por delitos de corrupción en el caso «Palma Arena», ha solicitado prisión provisional y la retirada del pasaporte para el ex presidente de la comunidad balear Jaume Matas (PP), así­ como su comparecencia cada quince dí­as ante el juzgado. Dicha prisión provisional es eludible mediante el pago de una fianza de tres millones de euros. ¿Qué manifiesta una fianza de tal magnitud? Que no es un corrupto y nada más. Que es una trama y mucho más. Que la partitocracia y las tramas de corrupción son dos caras de la misma moneda.

La corrución en Baleares no es la más importante de España pero sobresale en el panorama de la corrupción española por ser ejemplo del “matrimonio para siempre” entre la partitocracia y las tramas. El juez de este caso describe el sujeto delictivo como un cuerpo y dos brazos. Matas sería el torso que ha liderado la trama y los brazos dos subalternos. El juez no dice nada de la cabeza, obviamente, la parte oculta de la trama. Se recoge la declaración de una testigo afirmando que un imputado entregó un billete de 200 euros para pagar una lechuga que costaba un euro en una verdulería de un mercado. La única y verdadera verdulería, la del “tú también y tú más”, es la verdulería de las tramas de corrupción y de la partitocracia. Hay que llevar las investigaciones hasta la cabeza de las tramas y llegar hasta el fondo dentro de los partidos tradicionales, sea PSOE, PP, nacionalistas o similares. Por ejemplo, la ex presidenta del Parlamento balear y del Consejo de Mallorca, María Antonia Munar (UM), acaba de eludir su entrada en prisión al depositar, en 24 horas, la fianza de 350.000 euros que le impuso el juez que instruye el «caso Maquillaje». Unión Mallorquina (UM) es una trama de corrupción disfrazada de partido político. Los tres presidentes que ha tenido y los dos secretarios generales están implicados en casos de corrupción. Un partido cuya única función ha sido conseguir cargos públicos responsables de asuntos urbanísticos. Y lo ha hecho en alianza tanto con el PSOE balear de Antich, ahora, como con el PP de Matas, antes. Porque la partitocracia y las tramas de corrupción forman un sólido matrimonio sometido al voto de ‘hasta que la muerte les separe’. Es decir, hasta que la regeneración democrática acabe con ambas. Igual que hasta ahora UPyD en Baleares ha venido exigiendo, ante la corrupción generalizada, la convocatoria inmediata de elecciones que permita introducir el creciente viento ciudadano por la regeneración democrática para ventilar la putrefacta y fétida atmósfera del parlamento balear. Y ante el procesamiento de Matas, el portavoz de UPyD en Baleares, Juan Luis Calbarro, ha denunciado que el propio Jaume Matas haya escogido como estrategia de defensa frente a imputaciones más graves la confesión de “gran fraude fiscal”, no puede ocultar la implicación política de la partitocracia reinante, en este caso, el PP. Así mismo, ha señalado que tales políticos ‘no entienden su mandato como servicio civil, sino como privilegio al servicio de intereses espurios’.

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