La especulación de los fondos de pensiones europeos con las materias primas ceba la inflación

¿Para qué usan los fondos de pensiones? Para especular… y empobrecer.

Privatizar las pensiones supone un doble crímen. Implica desmantelar el sistema público de pensiones, un pilar de seguridad y bienestar para las clases populares en la etapa más vulnerable de su vida. Pero en segundo lugar, las pensiones privadas, convertidas en una enorme masa de capital, son utilizadas por las oligarquías financieras para especular -como revela el eldiario.es- el precio de las materias primas y los alimentos básicos, inflando la inflación y alimentando el peligro de la carestía y el hambre.

Una investigación de varios medios de comunicación, con el digital Eldiario.es entre ellos, ha seguido la pista sobre dónde invierten el dinero que acumulan los grandes fondos de pensiones. El nivel de especulación que alcanzan, encareciendo entre otras cosas los alimentos más básicos, está causando un auténtico desastre y participa de generar la hambruna que vuelve a castigar algunas zonas del planeta.

La investigación coordinada por la organización Lighthouse Report concluye que «Los grandes fondos de pensiones europeos están invirtiendo miles de millones de euros en materias primas básicas, incluidos alimentos esenciales. Una inversión que provoca volatilidad y, al mismo tiempo, pone en riesgo los ahorros para la jubilación de millones de personas y aboca a otros tantos a la pobreza.»

Aunque la  mayoría de fondos de pensiones niegan invertir en materias primas, varias lo reconocen abiertamente:

como el mayor fondo holandés ABP; o el británico NEST que ha duplicado sus inversiones en materias primas desde 2019.

En España no hay este movimiento especulativo directamente, pero como algunos fondos nacionles subordinan su capital a otras inversiones de fondos mayores, indirectametne si que puede que su dinero esté siendo invertido en el mercado de materias primas y alimentos. Por ejemplo un fondo de pensiones de CaixaBank (Destino 2026 con 857 millones de euros de 31.400 ahorradores) está comprando derechos sobre producción de energía, metales y productos agrícolas, vinculado a un índice norteamericano.

Lo calculado es que en los últimos meses 15 fondos europeos han invertido más de 37.600 millones de euros en comprar los derechos sobre producciones futuras de materias primas o alimentos, para revenderlos en su momento y obtener beneficio tras elevar su precio. Contribuyen a empeorar el problema que denuncia el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP): “el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la energía podría llevar a la pobreza a 71 millones de personas”. Sólo los cereales han aumentado su precio un 50% en menos de un año.

Como explicaba una economista en el estudio: «Si tomas un activo que es finito, ya sea grano o energía, cuando una montaña de dinero apunta a ese activo, la montaña de dinero infla el precio. Hay demasiado dinero persiguiendo muy pocos bienes y se inflan los precios.»

La especulación es una cuenta muy clara: las ganancias para los inversores, (fondos de pensiones incluídos), provienen de encarecer esos productos básicos sin aportar nada a la creación de riqueza. Y ocasionan en la misma proporción que se lucram, una mayor pobreza para millones de personas y mayor deuda para otras naciones. Los dividendos se sostienen literalmente sobre la desnutrición o la mayor mortalidad infantil del porcentaje más pobre de la población mundial.

A esto hay que añadir que en tanto que se especula usando los ahorros de los trabajadores para su jubilación, en estas operaciones se ponen en riesgo las pensiones de millones de personas.

El caso argentino, más claro agua

La entonces presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, nacionalizó los fondos de pensiones en 2008. Firmó en un acto retransmitido por la televisión, el proyecto de ley por el que se eliminó el sistema privado de pensiones. Desde 1994 todos los fondos estaban depositados en las empresas privadas llamadas Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión.

La jubilación mínima fijada por estos fondos privados era de 150 dólares desde diciembre de 1995, y se mantuvo congelada hasta final de 2001 dejando en la miseria a los pensionistas.

Nestor Kirchner la subió al entrar como presidente. Y su sucesora continúo mejorando esa jubilación, aprobando una ley que actualizaba la pensión dos veces al año para compensar la elevada inflación.Así entre 2008 y 2013, la jubilación aumentó otro 259% en términos nominales y un 33,5% en términos reales.

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