Para crecer hay que redistribuir

«Este hecho ha llevado a que algunos analistas, y por supuesto el Gobierno, se hayan agarrado a las exportaciones como a una tabla de salvación, esperando que esta variable relance la economí­a. Una vez más se confunden los deseos con la realidad y la solución con la pura necesidad. No se puede esperar que el sector exterior se convierta en la locomotora que nos saque de la crisis. La prueba es que aun en estos momentos mantenemos un déficit por cuenta corriente del 4%.»

Sin demanda interna es difícil que la economía se recuere, y con cinco millones de parados no parece muy posible que se reanime el consumo. Es un círculo vicioso. La única manera de romperlo es cambiando la distribución de la renta hacia las clases bajas con mayor propensión a consumir. La igualdad no se opone al crecimiento, como siempre nos han querido hacer creer. Todo lo contrario. Para crecer hay que empezar por repartir la tarta de manera más igualitaria (PÚBLICO) EL CONFIDENCIAL.- Los datos más recientes del Ministerio de Trabajo muestran que durante el primer cuatrimestre del año casi 200.000 parados (199.050) perdieron su derecho a seguir cobrando el desempleo tras agotar la prestación. Si la comparación se hace respecto de abril del año pasado, el resultado es igualmente elocuente. Nada menos que 328.674 parados han dejado de percibir el desempleo. Poco más de 2,8 millones de parados cobran hoy una prestación económica. Como consecuencia de ello, la tasa de cobertura ha bajado hasta representar el 72,79% de los parados (diez puntos menos que hace un año). Se trata del nivel más bajo desde el comienzo de la crisis. En concreto, desde 2007, y refleja con toda nitidez las dificultades del mercado de trabajo. La diferencia estriba en que por entonces había poco más de dos millones de parados registrados en las oficinas públicas de empleo, y hoy se ha roto la barrera de los 4,2 millones EL PAÍS.- Mariano Rajoy ofreció ayer dos versiones de la realidad. Una, la que dio en la rueda de prensa, con medidas de austeridad muy simbólicas pero nada drásticas. Otra, sin cámaras ni micrófonos, en la comida con sus barones. Todos los que hablaron, en especial los que están a punto de gobernar, plantearon visiones dramáticas de la situación financiera de las autonomías. Rajoy planteó la gran caída de recaudación en 2011. Y el momento más dramático llegó cuando el propio líder preguntó abiertamente a sus barones. “¿Es cierto que en la sanidad se está pagando a más de 600 días? ¿Es verdad lo que me cuentan?”. En la comida estaban barones como el valenciano Francisco Camps o el murciano Ramón Luis Valcárcel, que están teniendo graves problemas con sus proveedores porque precisamente tardan hasta 600 días en pagar. Opinión. Público Para crecer hay que repartir J. F. Martín Seco Los últimos datos macroeconómicos indican que es el sector exterior el único componente que está tirando actualmente de nuestra economía y manteniendo las exiguas tasas de crecimiento. Este hecho ha llevado a que algunos analistas, y por supuesto el Gobierno, se hayan agarrado a las exportaciones como a una tabla de salvación, esperando que esta variable relance la economía. Una vez más se confunden los deseos con la realidad y la solución con la pura necesidad. Sin duda sería muy bueno que España fuese altamente competitiva y que su sector exterior constituyese un factor notable de crecimiento. Pero no es así. A lo largo de nuestra historia se ha comportado más bien como causa de estrangulamiento. Si en los últimos trimestres las exportaciones han aumentado de forma insólita ello obedece, primero, a los extraordinarios descensos experimentados en los trimestres anteriores, y, segundo, a que los empresarios han hecho de la necesidad virtud y, ante la brutal depresión de la demanda interna, están realizando ingentes esfuerzos para vender en el exterior, entre ellos moderar los precios a la exportación, señal de que los salarios se lo permiten y no son los causantes de la pérdida de competitividad. Sin embargo, no se puede esperar que el sector exterior se convierta en la locomotora que nos saque de la crisis. La prueba es que aun en estos momentos mantenemos un déficit por cuenta corriente del 4%. Sin demanda interna es difícil que la economía se recupere, y con cinco millones de parados no parece muy posible que se reanime el consumo. Es un círculo vicioso. La única manera de romperlo es cambiando la distribución de la renta hacia las clases bajas con mayor propensión a consumir y en contra de las que presentan mayores tasas de ahorro. La igualdad no se opone al crecimiento, como siempre nos han querido hacer creer. Todo lo contrario. Para crecer hay que empezar por repartir la tarta de manera más igualitaria. El discurso oficial, frente a las demandas de los más desfavorecidos, ha utilizado como excusa las exigencias económicas; pues bien, son precisamente esas mismas exigencias económicas las que deberían aconsejar incrementar las políticas redistributivas. PÚBLICO. 3-6-2011 Paro. El Confidencial Más de 320.000 trabajadores han dejado de cobrar el paro en el último año Carlos Sánchez Los ‘bellacos’ tenían razón. Sostenía Zapatero en plena campaña electoral que el Gobierno socialista no ha hecho recortes sociales, pero lo cierto es que, sin haber modificado las leyes laborales en cuanto a cobertura del desempleo, la protección social de los parados se reduce a toda velocidad. Los datos más recientes del Ministerio de Trabajo muestran que durante el primer cuatrimestre del año casi 200.000 parados (199.050) perdieron su derecho a seguir cobrando el desempleo tras agotar la prestación. Si la comparación se hace respecto de abril del año pasado, el resultado es igualmente elocuente. Nada menos que 328.674 parados han dejado de percibir el desempleo. Poco más de 2,8 millones de parados cobran hoy una prestación económica. Como consecuencia de ello, la tasa de cobertura ha bajado hasta representar el 72,79% de los parados (diez puntos menos que hace un año). Se trata del nivel más bajo desde el comienzo de la crisis. En concreto, desde 2007, y refleja con toda nitidez las dificultades del mercado de trabajo. La diferencia estriba en que por entonces había poco más de dos millones de parados registrados en las oficinas públicas de empleo, y hoy se ha roto la barrera de los 4,2 millones en términos desestacionalizados por el Ministerio de Economía (4.207.200). Ese porcentaje, en todo caso, no es homogéneo. Algunas modificaciones legales introducidas durante el primer Gobierno socialista expulsaron del cómputo a la hora de calcular la cobertura a los parados sin empleo anterior. De incluirse a este colectivo, formado por 432.975 parados, el porcentaje de cobertura sería muy inferior. Se situaría, en concreto, en el entorno del 63%, el mismo nivel que en 2005, nada más llegar el presidente Zapatero a la Moncloa. Si la cobertura se hace respecto de los datos de paro que ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA), se estaría hablando de una cobertura que apenas alcanza al 57% de los parados… y a la baja. A medida que se agotan los dos años de desempleo, sólo los mayores de 45 años con cargas familiares tienen derecho a percibir un subsidio asistencial por seis meses. Lo más preocupante, con todo, es que la caída de la tasa de cobertura no sólo afecta al nivel contributivo, sino que comienza a hacer mella también entre quienes perciben una prestación de carácter asistencial por haber agotado o por no haber podido hacer aportaciones al desempleo. Subsistir con 426 euros al mes En abril, por tercer mes consecutivo, el número de beneficiarios de alguna prestación de carácter asistencial ha vuelto a caer. Ahora hay 1.355.356 trabajadores en paro que subsisten con 426 euros al mes, lo que significa 173.467 parados menos que hace un año. El único colectivo en el que aumenta la protección es el que cobra la denominada Renta Activa de Inserción, que opera sobre los trabajadores en paro más necesitados que han agotado, incluso, el subsidio asistencial. La causa de esta caída del nivel de cobertura de desempleo tiene que ver, lógicamente, con lo prolongado de la crisis, que hace que muchos trabajadores lleven ya más de dos años en paro.Teniendo en cuenta que el año más duro de la crisis fue 2009 -cuando se destruyeron nada menos que 1,37 millones de puestos de trabajo-, eso significa que a medida que vayan transcurriendo los meses de 2011, más trabajadores verán agotado su derecho a cobrar una prestación económica, con lo que ello supone desde el punto de vista social. Aquél año, el número de altas de beneficiarios por desempleo (no todos los nuevos beneficiarios tienen derecho a cobrar dos años de paro) alcanzó un récord histórico de 2,55 millones. La Renta Activa de Inserción (el 75% del SMI) es el instrumento con que cuenta el Gobierno para evitar situaciones de exclusión. Hay que tener en cuenta, en todo caso, que la cuantía media de la prestación contributiva (la más elevada) se sitúa en 28,45 euros diarios. EL CONFIDENCIAL. 3-6-2011 Autonomías. El País Los barones del PP alertan a Rajoy del drama de las cuentas públicas Carlos E. Cué Mariano Rajoy ofreció ayer dos versiones de la realidad. Una, la que dio en la rueda de prensa, con medidas de austeridad muy simbólicas pero nada drásticas. Otra, sin cámaras ni micrófonos, en la comida con sus barones. Todos los que hablaron, en especial los que están a punto de gobernar, plantearon visiones dramáticas de la situación financiera de las autonomías. Rajoy planteó la gran caída de recaudación en 2011. Y el momento más dramático llegó cuando el propio líder preguntó abiertamente a sus barones. “¿Es cierto que en la sanidad se está pagando a más de 600 días? ¿Es verdad lo que me cuentan?”. En la comida estaban barones como el valenciano Francisco Camps o el murciano Ramón Luis Valcárcel, que están teniendo graves problemas con sus proveedores porque precisamente tardan hasta 600 días en pagar. Pero ni Camps ni Valcárcel quisieron hablar. Fue Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia y exdirector del Insalud con el Gobierno de José María Aznar, quien planteó con crudeza la situación ante el líder del PP. “Sí, es verdad. Se paga a 600 días. Y sobre todo, hay una deuda oculta de 15.000 millones de euros en la sanidad”, recuerdan varios de los presentes que dijo. Todos interpretaron que de su visión se concluía que la situación es insostenible y va a estallar. Feijóo explicó que él ha encargado un informe, en colaboración con Extremadura y Canarias, que ofrece esos resultados de “facturas en los cajones” que sumarían 15.000 millones de euros. Desde hace tiempo se viene hablando de esa cantidad como déficit acumulado, pero el gallego habla de otra cosa, de deuda no reconocida. Feijóo mostró una gran preocupación, compartida con Rajoy. Pero después, cuando le preguntaron por este asunto en la rueda de prensa, el líder se limitó a decir: “La sanidad es un tema importante porque se lleva el 40% de los recursos. Se pueden hacer cosas a la hora de gestionar pero el grueso de la legislación la tiene el Gobierno y el Ministerio de Sanidad no existe”. Dentro, en la reunión, el próximo presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, que es farmacéutico, llegó a plantear que por los datos que le han pasado desde la Administración teme que en septiembre ya no haya dinero para pagar a las farmacias. Bauzá fue uno de los más pesimistas, ya que con unos Presupuestos prorrogados, teme tener problemas financieros serios antes de final de año. Ante los periodistas, antes de la comida, llegó a plantear la posibilidad de que haya problemas para pagar los sueldos. El único que suavizó un poco fue Pedro Sanz, de La Rioja, que dijo que la situación financiera allí no es tan delicada. El canario José Manuel Soria hablo del “drama” de los Ayuntamientos que con sus impagos están condenando a la quiebra a decenas de empresas. Llegó a pedir una especie de FROB (el fondo de rescate que usan las cajas) para rescatar a los municipios. Dolores de Cospedal (Castilla-La Mancha) y José Antonio Monago (Extremadura) también pintaron una situación dramática en la que están convencidos de que las cuentas son peores de las declaradas. Mientras Camps y Valcárcel se borraban, y Rajoy no les pidió que aclararan si sus cuentas son reales o no, Esperanza Aguirre tampoco entró a fondo aunque sí aclaró que el Gobierno central no está contabilizando el aumento de población de Madrid en los últimos años y eso estaba generando problemas. La conclusión general fue bien clara: los barones responsabilizarán de los problemas al Ejecutivo central por no darles fondos. De hecho, para sorpresa de algunos, el documento exige al Gobierno que cumpla la Ley de Financiación Autonómica, que el PP rechazó en el Congreso. Lo que nadie planteó es hacer recortes sociales. De hecho, el líder insistió en que no es el momento, en plena crisis. A lo que más teme Rajoy es a un otoño caliente que haga compartir al PP, que ahora tiene casi todo el poder autonómico, el coste político de la crisis. Alicia Sánchez-Camacho les explicó el deterioro de CiU por los recortes en Sanidad y Educación de Artur Mas. Rajoy, al que todos vieron pesimista con la situación pero con un tono mucho más presidencial que otras veces, no aclaró qué pasará. Dijo que primero hay que conocer la situación real para después tomar decisiones. EL PAÍS. 2-6-2011

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