Granada sanciona la cultura popular en la calle

Ordenanzas contra la «rebelión popular» ante la crisis

Ordenanzas que paralelamente al recrudecimiento de la crisis, no solo han privado a muchos artistas variados e independientes (músicos, mimos, cómicos,) y vendedores ambulantes de su, en muchos casos, única fuente de ingresos, sino que ha tendido una mano a que la vida en la calle esté tipificada hasta en su más í­nfimo e í­ntimo detalle.

Desde beber un refresco por la calle hasta ejercer las prostitución, todo puede ser sancionable, con el fin de evitar “conductas que puedan perturbar la convivencia y minimizar los comportamientos incívicos que se puedan realizar en el espacio público…”. Barcelona, con un alcalde del PSOE, fue pionera en 2005 abriendo un camino por el que en los últimos cinco años han ido ciudades como Granada, Málaga ,Sevilla, Almería…además de otros municipios; y que han usado los mismos argumentos una y otra vez (regular las prostitución, los graffitis –qué es arte y qué no lo es– o el comercio en la calle) elaborando auténticos manuales cuyo objetivo dice ser “fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público…” «Ordenanzas muy oportunas para usar contra las protestas ciudadanas» En Granada, la ordenanza ha sido recibida, desde el primer momento con un unánime y caluroso rechazo por parte de decenas de asociaciones de toda índole (partidos políticos minoritarios, músicos, colectivos en riesgo de exclusión social, vendedores ambulantes…) así como de una parte importante de la ciudadanía, que si bien no le afecta de forma directa si que cree que empobrece la actividad cultural en la calle, así como las iniciativas privadas de conciertos y teatros en locales, pubs, discotecas,…otro de los sectores más afectados, y que en algunos casos se han visto obligados a cerrar. Además de las 44 alegaciones presentadas en su día en el ayuntamiento por colectivos de ciudadanos, por IU, y al que se sumó “El niño de las Pinturas”, Raúl Ruiz, el grafitero más conocido de la capital, también se han sumado concentraciones a lo largo de estos casi tres años desde su aplicación en 2009. Por Internet se han creado todo tipo de foros, webs, tweeter, facebooks, que fusionándose con las reivindicaciones que el 15-M ha defendido, han dado a conocer a muchos ciudadanos de qué iba “la ordenanza nueva”; basta de ejemplo el video de youtube en el que la conversación entre un policía y dos chicas, termina con la respuesta del policía: “la ordenanza no especifica un número”(mientras les acusa de montar una ¿concentración?)…¿Es la convivencia lo que impulsa a generar este tipo de ordenanzas, en las que se regula desde el transporte de armas al reparto de un folleto, pasando por la prostitución o el cuidado del mobiliario urbano?Lo cierto es que independientemente de su motivación, los nuevos cargos en el ministerio de Interior y en las direcciones de la policía Nacional y Guardia Civil, provenientes todos del ala más dura del PP, tienen ante sí el reto de contener las inevitables respuestas del pueblo ante los recortes, para lo cuales tales ordenanzas son muy oportunas.

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