Recortes en todos los frentes

Aumenta el saqueo, crece el rechazo

SÍ hay dinero para pagar a los bancos alemanes, pero NO para los estudiantes valencianos. Es difí­cil encontrar una imagen que exprese con más claridad lo que está pasando. Para que unos pocos banqueros puedan seguir forrándose, los demás tenemos que sufrir recortes sin fin. Y lo que se anuncia que está por venir es todaví­a peor.

El último informe del FMI anticipa “dos años de dura recesión en España”, vaticinando un incremento aún mayor del paro. Standard & Poors lanza una nueva andanada contra España al publicar ruidosamente que “la deuda española cotiza en los mercados al nivel del bono basura”. Y Fitch –la tercera de las grandes agencias de calificación– echa más leña al fuego adelantando una nueva rebaja de la nota de España en las próximas semanas, a la vez que exige nuevas reformas “para recortar el gasto en Sanidad y Educación”.Por su parte, Alemania aprieta las tuercas de los recortes y Merkel reclama “acelerar las reformas” en vísperas de la cumbre europea de la semana que viene, donde Berlín pretende certificar el golpe dado en la UE, dirigido a incrementar el control y la intervención alemana.«Las movilizaciones contra los recortes se suceden de una punta a otra del país» Estamos ante algo más que indicios o suposiciones. La amenaza para los intereses de España y para el 90% de la población que sufrimos el incremento del paro y los efectos de los recortes y ajustes es inminente.Y ante ella, Rajoy ha declarado que su gobierno “sabe perfectamente lo que hay que hacer”. En efecto, así es. Su gobierno sabe “lo que hay que hacer” y lo han tenido claro desde el principio: cumplir a rajatabla los planes de recortes y ajustes que imponen Washington y Berlín, que, lejos de ayudarnos a “salir de la crisis” van a agudizar la recesión, creando más paro y un mayor empobrecimiento del 90% de la población.Pero si ellos saben lo que quieren, nosotros, la inmensa mayoría, también empezamos a saber “lo que hay que hacer”. Aunque en gran parte silenciadas por los grandes medios de comunicación, las movilizaciones contra los recortes se suceden de una punta a otra del país. Desde los funcionarios contra la rebaja salarial y la pérdida de puestos de trabajo, a los pensionistas contra la congelación de las pensiones. Desde los profesores y médicos a los pacientes y alumnos contra los recortes en sanidad y educación… La temperatura de la contestación social sube de grado por semanas.La necesidad de otra política al servicio de los intereses de la mayoría crece día a día en la conciencia de la mayoría de la población, a medida que aumenta el rechazo a las subidas de impuestos y los recortes en gastos sociales, mientras se multiplican las luchas que “sacan las cuentas” y muestran los “sueldazos” que disfrutan o la corrupción que practican quienes nos exigen a los demás rebajas salariales.Y avanza también la conciencia de la necesidad de la unidad, y las propuestas y alternativas que luchan por articular un frente amplio que aglutine al 90% de la población contra los recortes.Sí, ellos “saben lo que hay que hacer”, y utilizan todo su poder político, económico, mediático, para imponérnoslo al conjunto de la población. Pero nosotros también sabemos “lo que tenemos que hacer”. Y empezamos a intuir que cuando millones de personas nos unimos en un objetivo común, tenemos una fuerza arrolladora.

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