Las cajas corren, de un lado a otro, a fusionarse

Ni de las castas ni de la banca, que sean públicas

Las cajas ya llevaban una temporada amenazadas por el Banco de España para que se fueran fusionando si querí­an recibir fondos públicos para ayudarlas a salir de sus correspondientes agujeros negros de endeudamiento inmobiliario. Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado la orden de abrirlas al capital extranjero, y hay fecha lí­mite para recibir las ayudas, el 30 de junio, según lo aprobado por la Comisión Europea. Este proceso de concentración se va a llevar por delante a algunos sectores de las castas burocráticas de toda España. Pero también fuentes propias de financiación de las pymes. Lo que va a suponer una pérdida del control del capital público español. Las cajas no deberí­an ser ni de las castas ni de la banca, deberí­an ser públicas.

En Esaña se va a pasar de existir 45 cajas a sobrevivir unas pocas más de 20. Hay una carrera para ver cuáles subsisten y a cuáles se las tragan. Es un proceso de concentración con un objetivo doble. Evitar las quiebras mediante los fondos públicos y abrirlas no sólo a la banca española sino también al capital financiero extranjero. Lo que va a significar un control mucho mayor de ese capital financiero extranjero y va a generar más dependencia económica de España y la pérdida del control del capital público español. ¿Por qué no despolitizar las cajas y convertirlas en banca pública, es decir, quitar a la partitocracia regional, a las castas burocráticas regionales, su control sobre las cajas para que se conviertan en una banca pública que haga realidad los objetivos de financiación del ICO a la pequeña y mediana empresa; si la banca española no ha cumplido ni piensa cumplir con su función social, financiera y crediticia, de aportar fondos para el desarrollo del tejido productivo de las pymes; si la banca privada española está utilizando el dinero público de los planes de rescate para pagar sus deudas, muy privadas, a los bancos alemanes y franceses, y para, además, continuar sacando el mejor botín, los más escándalos beneficios en pleno hundimiento de España? Y qué decir de la banca extranjera, que está imponiendo ahora, autoritaria y ávidamente, la apertura de las cajas a su voraz mordisco para apoderarse directamente de esa parte de nuestros recursos financieros propios y debilitando así aún más la capacidad financiera española. Porque este es el principal problema, y la primera necesidad, que tienen la pequeña y mediana empresa, y los autónomos, para continuar con su funcionamiento económico, con su actividad empresarial. Esos créditos al 1%, como recibe la banca, para mantener, mejorar e impulsar la producción y las ventas dentro y fuera de España. No podemos aceptar que las entidades financieras, ahora las cajas y antes la banca, sólo sean públicas cuando hay que rescatarlas con dinero público y sean siempre privadas, muy privadas, para los beneficios.

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