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Lo dice el periódico Israel Hayom, el de mayor circulación diaria del país hebreo y bien conocido por sus posiciones pro-Netanyahu. En una reciente reunión de su partido -el derechista Likud- el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó estar trabajando para encontrar países dispuestos a «absorber» a los palestinos de Gaza. «Nuestro problema son los países que están dispuestos a absorberlos y estamos trabajando en ello», dijo citando al mandatario.
No es el único que habla así. Otras figuras importantes del Likud, como el exministro Danny Danon,ha pedido públicamente a los países occidentales que acepten refugiados de Gaza.
Para quien no lo haya entendido, está hablando abiertamente de que el objetivo que persigue la actual operación militar en Gaza no es «derrotar a Hamás», sino lisa y llanamente una limpieza étnica. Vaciar la Franja de Gaza de sus habitantes, para lograr luego que otros países se hagan cargo de los gazatíes. Una nueva ‘Naqba’, como la que los sionistas perpetraron en 1947, expulsando a 700.000 palestinos de sus hogares, pero en una escala tres veces superior: la limpieza étnica de 2,3 millones de habitantes de la Franja. Un crímen de lesa humanidad confesado… sin tapujos ni rubor.