Netanyahu anuncia la invasión terrestre de la Franja y ordena el éxodo y la limpieza étnica de gazatíes

Con el apoyo incondicional de EEUU, el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu ha dado 24 horas a más de 1,1 millones de habitantes del norte del valle de Gaza -la zona más densamente poblada, donde viven cerca de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de la Franja, un millón de ellos niños- para escapar hacia el sur, anunciándo de facto la invasión terrestre del territorio gazatí. Una muestra más de la impunidad con la que Tel Aviv, ante los ojos de la comunidad internacional, perpetra de manera indisimulada el genocidio y la limpieza étnica, violando todas las convenciones internacionales de la guerra y de protección de la población civil.

Además de la abyecta crueldad de los crímenes de guerra que Israel lleva cerca de una semana cometiendo en la Franja -con bombardeos sobre edificios y barrios residenciales, campos de refugiados, mercados, escuelas y refugios de la UNRWA, o con asesinatos selectivos de ambulancias y personal sanitario-, del descarado desprecio por los derechos humanos de la población civil, dejando sin alimentos, agua ni luz a más de dos millones de personas, el gobierno de Tel Aviv ordena un éxodo masivo de la mitad de la población gazatí que ellos mismos saben que es imposible.

La propia ONU ha advertido que es “imposible que tal movimiento masivo de personas se pueda producir sin consecuencias humanitarias devastadoras”, y todo el planeta ha podido ver las imágenes de los misiles israelíes bombardeando el paso fronterizo de Gaza hacia Egipto.

En la parte norte de la Franja, donde se encuentra la capital, Gaza, se ubica el principal hospital, Al Shifa, un centro al borde del colapso, que atiende más de 6.000 heridos y que ha tenido que dejar cadáveres en el aparcamiento exterior, al llenarse la morgue tras seis días de bombardeos que han causado más de 1.400 muertos, un tercio de ellos -cerca de 500- niños.

En Gaza, los desplazados han llegado ya este viernes a 423.000, un 25% más que el día anterior, según la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de Naciones Unidas. Dos tercios -unas 270.000 personas- se refugian en las 102 escuelas que gestiona la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo, una veintena de las cuales también han sido bombardeadas como denuncia la propia UNRWA.

Israel concentra 300.000 soldados en la frontera con la Franja. Es la antesala a una operación militar terrestre en Gaza, algo que el Tsahal no hacía desde 2014, y que implica un aún mayor e incendiario salto en una escalada bélica que ya se está propagando a países vecinos como Líbano o Siria. En este último país, los aeropuertos de Damasco y Alepo fueron ayer alcanzados por misiles israelíes.