Bono propone que el Congreso trabaje en enero y julio

Mejor 20% menos del gasto público superfluo

José Bono, el presidente del Congreso ha propuesto a todos los portavoces parlamentarios realizar los cambios necesarios para que los meses de enero y julio sean hábiles, ya que ahora no lo son, para que tengan actividad ordinaria y se puedan convocar sesiones plenarias. UPyD y otros grupos minoritarios han respondido que con voluntad polí­tica y un acuerdo de todos los grupos se podrí­an celebrar tales sesiones en esos meses. Pero lo grave es que Bono quiere calmar con esta iniciativa el profundo enfado de la ciudadaní­a de a pie porque los polí­ticos no reducen drásticamente, un 20% por ejemplo, los gastos públicos superfluos e innecesarios, tanto de la administración central como de la autonómica y local.

Porque si el residente de la Cámara lo que quiere es acabar con la mala imagen de los políticos, lo tiene bien fácil. Proponer al Gobierno de Zapatero que los anunciados 50.000 millones de euros que va a recortar del gasto público lo haga de los gastos superfluos e innecesarios, que lo haga del continuo derroche que llevan a cabo las administraciones autonómicas, y también de las locales. Porque de esos 50.000 millones sólo 10.000 se reducirían de los gastos autonómicos y de los ayuntamientos, cuando son las que más gastos suntuarios acumulan, ya que el Estado central sólo administra el 30% de los presupuestos públicos. Porque la lista de gastos excesivos que ha ido apareciendo en los medios de comunicación es ya interminable, desde los ya tristemente famosos 30 millones de euros gastados por la Generalitat catalana en informes ridículos, o la creación de “embajadas” catalanas por parte de Carod Rovira en el extranjero. E igual han hecho las castas políticas en el resto de autonomías con subvenciones injustificadas, coches de lujo, sueldos millonarios para altos cargos, que junto con dietas o suplementos nutren todos los niveles de responsabilidad política desde los presidentes hasta los alcaldes. Que empiecen por los derroches del Gobierno de Zapatero y que sigan todos los demás hasta reducir el 20% del gasto público. Y que no toquen los gastos sociales, ni los de infraestructuras del país, ni el empleo público necesario.

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