Occidente bombardea la moneda china

«No sólo Estados Unidos, Europa también ha comenzado a ejercer presión sobre el tipo de cambio del renminbi. ¿Para qué los diversos paí­ses de Europa y América coincidieron en dirigir la punta de lanza hacia el renminbi para su revaluación?»

A criterio de algunos exertos, el que los países occidentales agarren firmemente el problema del tipo cambiario del renminbi no se debe a la leyes del mercado, sino, en mayor grado, a su insuficiente competitividad y a la búsqueda de pretexto para el proteccionismo comercial. Para recuperar su economía y aumentar sus exportaciones, Estados Unidos sólo tiene dos medios fundamentales, uno de los cuales es la devaluación del dólar y el otro, el proteccionismo comercial. Al tratar de obligar a revaluar el renminbi, Estados Unidos tiene los siguientes objetivos principales: Uno es contener la velocidad del crecimiento económico de China, otro es obligar a la política monetaria de China a depender más de Estados Unidos y del dólar y depender más de las acciones del capital especulativo internacional, y el tercero, debilitar la posición del renminbi como moneda internacional de carácter regional. (DIARIO DEL PUEBLO) LE MONDE.- Qué es una gran potencia? Es un país que, en la medida que la situación lo exige, es capaz de defender intereses a medio o largo plazo que están enfrentados a sus intereses inmediatos, o lo que él percibe como tales. ¿Es China una gran potencia? Hoy tiene la ocasión de probar su sentido de la responsabilidad en un dossier crucial para la seguridad internacional: Irán. Es un test para Pekín China. Diario del Pueblo ¿Qué quiere hacer Occidente al tratar de obligar a revaluar el renminbi? Últimamente, países occidentales bombardean continuamente al renminbi: El presidente norteamericano Obama, el magnate financiero Soros y el Premio Nóbel de Economía Paul Krugman hicieron oír sus cañonazos, condenando el excesivamente bajo tipo de cambio del renminbi e incitar a revaluar cuanto antes la moneda china. Esto aumenta continuamente la presión para la revaluación del renminbi. No sólo Estados Unidos, Europa también ha comenzado a ejercer presión sobre el tipo de cambio del renminbi. ¿Para qué los diversos países de Europa y América coincidieron en dirigir la punta de lanza hacia el renminbi para su revaluación? Buscar pretextos para el proteccionismo comercial Ya no es cosa nueva, desde hace tiempo los países occidentales hacen comentarios indiscretos sobre el tipo de cambio del renminbi. A criterio de algunos expertos, el que los países occidentales agarren firmemente el problema del tipo cambiario del renminbi no se debe a la leyes del mercado, sino, en mayor grado, a su insuficiente competitividad y a la búsqueda de pretexto para el proteccionismo comercial. Yu Yongding, ex director del Instituto de Economía y Política Mundial de la Academia de Ciencias Sociales de China, señaló: Para recuperar su economía y aumentar sus exportaciones, Estados Unidos sólo tiene dos medios fundamentales, uno de los cuales es la devaluación del dólar y el otro, el proteccionismo comercial. Xiang Songzuo, subdirector del Instituto de Monedas Internacionales de la Universidad del Pueblo de China, sostuvo que el gobierno estadounidense tiene “segundas intenciones” al ejercer continuamente presión sobre el renminbi. Señaló: Al tratar de obligar a revaluar el renminbi, Estados Unidos tiene los siguientes objetivos principales: Uno es contener la velocidad del crecimiento económico de China, otro es obligar a la política monetaria de China a depender más de Estados Unidos y del dólar y depender más de las acciones del capital especulativo internacional, y el tercero, debilitar la posición del renminbi como moneda internacional de carácter regional. El Prof. Shi Jianxun, del Instituto de Economía y Administración de la Universidad Tongji, indicó a su vez que aparentemente, la causa principal de que los países occidentales dejan libre la devaluación del dólar y euro y, al mismo tiempo, exigen la revaluación del renminbi no es más que reducir su déficit comercial frente a China. Pero en realidad, volver a la misma cantinela sobre la revaluación del renminbi está destinado a desviar la atención y eludir la responsabilidad para que los diversos países del mundo, incluida China, paguen por los enormes déficits comercial y fiscal de Estados Unidos. Con miras a librarse de la crisis financiera, Estados Unidos está recurriendo a la posición hegemónica del dólar y a las facilidades del dólar como moneda fijadora en el comercio internacional para seguir una política de “dólar débil” y dejar su libre devaluación en tanto que demanda irrazonablemente la revaluación de las monedas de otros países. Porque el más beneficiado de la devaluación del dólar es Estados Unidos en tanto que las víctimas son los otros países del mundo y la economía global en delicada recuperación. Quieren librarse de la crisis económica A partir del segundo semestre del año pasado, ciertas personalidades occidentales han venido especulando continuamente con las teorías de que el tipo de cambio del renminbi “ha provocado el desequilibrio económico mundial”, “ha conducido a la crisis financiera”, “ha afectado al empleo en los países desarrollados” y “ha perjudicado a los intereses de los países en vías de desarrollo”, para ejercer presión para la revaluación del renminbi. En la actualidad, otra versión relativamente corriente es la “teoría de un nuevo equilibrio”, teoría que declara que los países con grandes superávits, encabezados por China, son el origen de esta última crisis financiera, y vuelve a plantear “la corrección del desequilibrio económico global” con la revaluación del renminbi. Decir que China fue el origen de esta crisis financiera es un disparate garrafal. En realidad, con respecto al origen de esta crisis financiera, ya se han formado opiniones relativamente idénticas, por ejemplo, la teoría sobre los ciclos económicos y la excesiva innovación de productos financieros en Estados Unidos. Yi Xianrong, investigador del Instituto de Finanzas de la Academia de Ciencias Sociales de China, indicó: “Estados Unidos y otros países desean ampliar sus exportaciones a China a través de la revaluación del renminbi y aprovecharse de la oportunidad para ayudar a sí mismos a salir de esta grave crisis para recuperar el crecimiento económico y reducir las exportaciones de China a esos países, equilibrando así las relaciones económicas desequilibradas a nivel internacional. Pero esto es sólo un ideal en los manuales de economía y no es así la vida económica real.” “Sea por el deseo de éxito en el mandato de Obama, sea por los intereses propios de Estados Unidos, este deseo de apoyarse en la ‘enérgica’ actitud de exigir la revaluación del renminbi para abrir un camino de recuperación económica de Estados Unidos es completamente imposible,” puntualizó Sun Lijian, subdecano del Instituto de Economía de la Universidad Fudan y profesor de finanzas. “Cuando el gobierno estadounidense va contra el rumbo en sus objetivos y política, deja la economía mundial en una situación intranquila.” El diario francés “Novelles d´Europe” señaló en un artículo que será difícil que la revaluación del renminbi cure el desequilibro comercial global. A criterio del artículo, exigir la revaluación del renminbi está destinado evidentemente a eludir la responsabilidad, pues tan pronto como el desequilibrio comercial sea considerado como la causa principal de la última crisis financiera, los defectos del descuido en la supervisión y control del sistema financiero occidental durante largo tiempo y de la preconización de un consumo excesivo encontrarán su “escape”. La influencia del tipo de cambio sobre el superávit comercial es muy limitada La tercera causa de que los países occidentales obligan a revaluar el renminbi es desear cambiar el déficit comercial de importación y exportación y aumentar las exportaciones de los países occidentales a través de la revaluación del renminbi. En algunos argumentos de los medios de comunicación occidentales, se puede ver que una expresión general es: El enorme déficit comercial entre China y Estados Unidos ha sido provocado por la excesivamente baja evaluación del valor del renminbi. Pero, si se lo analiza detalladamente, se puede comprobar que esta expresión no es sostenible en absoluto. Zhao Qingming, investigador de alto nivel del Banco de Construcción de China, expresó: Según los principios fundamentales de la teoría macroeconómica, la causa fundamental del superávit o déficit comercial de un país reside en el desequilibrio de los ahorros e inversiones internos de dicho país, es decir, se manifiesta en la exportación neta en caso de que los ahorros sean mayores que las inversiones o en la importación neta en caso de que las inversiones sean mayores que los ahorros. No se puede descartar la influencia del tipo de cambio sobre la balanza comercial. Pero, la influencia es muy limitada. “El gobierno estadounidense quiere cambiar el superávit comercial de importación y exportación a través de la revaluación del renminbi, de manera que se registre un relajamiento en la tasa de desempleo más alta de Estados Unidos en los últimos 26 años y se recupere la economía. Pero, esto es una ilusión,” dijo Yi Xianrong. Song Hong, director de la Oficina de Investigación del Comercio Internacional del Instituto de Economía y Política Mundial de la Academia de Ciencias Sociales de China, consideró: La división de trabajo comercial es en realidad es resultado de la globalización económica. La aparición de países orientadores a la exportación es resultado del traslado industrial de los países desarrollados y también resultado de la distribución eficaz de los recursos globales. Guo Tianyong, director del Centro de Investigación de la Banca de China de la Universidad Central de Finanzas y Economía de China, opinó: La devaluación del renminbi frente a las monedas ajenas al dólar es en gran medida resultado del impulso de la debilidad sostenida del dólar en lugar de basarse en el sostenido crecimiento económico de China, ni en la prosperidad del mercado internacional ni en el aumento del consumo interno. Por lo tanto, no son suficientes los argumentos para hacer grandes especulaciones con la revaluación del renminbi. A su criterio, la economía china acaba de empezar a recuperarse y está todavía frágil. Si los países desarrollados occidentales pasan por alto el papel de China en la contribución a la economía mundial y obligan a elevar el tipo de cambio del renminbi, una vez que la economía china quede en el punto más bajo, las empresas concernientes de los países occidentales estarán condenadas a sufrir grandes pérdidas. DIARIO DEL PUEBLO. 9-3-2010 Francia. Le Monde China e Irán ¿Qué es una gran potencia? Es un país que, en la medida que la situación lo exige, es capaz de defender intereses a medio o largo plazo que están enfrentados a sus intereses inmediatos, o lo que él percibe como tales. ¿Es China una gran potencia? En la Conferencia sobre el cambio climático de Copenhague, en diciembre de 2009, privilegió la defensa de sus industrias sobre la del planeta. China se encontró con la “buena” compañía en este asunto, al lado de Estados Unidos y la India. Hoy tiene la ocasión de probar su sentido de la responsabilidad en un dossier crucial para la seguridad internacional: Irán. Es un test para Pekín. En Estados Unidos, en Europa, en el Próximo Oriente, incluso en Moscú, se juzgará a los dirigentes chinos por este asunto. Lo que está en juego es conocido. Desafiando tres series de sanciones ya votadas por la ONU contra la República islámica, Teherán prosigue un programa de enriquecimiento de uranio que puede desembocar en un uso militar. Todavía el 18 de febrero, la prudente Agencia Internacional de la Energía Atómica sospechaba que Irán trabaja en la concepción de una ojiva nuclear. El tiempo parece agotarse antes de que la República islámica acceda al rango de potencia militar nuclear. Esto sería una contrariedad superior, y particularmente desestabilizadora para el Próximo Oriente. La importancia de la apuesta –impedir una carrera de proliferación en la región– condujo a la ONU a considerar una nueva serie de sanciones. Es la posición de cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Washington, Moscú, Londres y París. Falta uno: Pekín. La reticencia china responde a muchas razones; obsesiones pekinesas sobre el dogma de la soberanía nacional –en el interior de sus fronteras, un Estado hace lo que quiere– bastante compartidas por los emergentes (de forma notable por Brasil); oposición de principios a la práctica de sanciones internacionales, de las que la misma China ha sido objeto; vínculos energéticos muy estrechos tejidos con Irán; voluntad de hacer pagar a Estados Unidos el sostén que aportan a Taiwán, etc. ¿Pero que pesan estas consideraciones frente a la perspectiva que se anuncia, la de un Irán dotado del arma suprema, que llevará al menos a otros tres países de la región a hacerse con ella a su vez? La principal región petrolífera mundial sería entonces en trance de convertirse en una zona poli-nuclear. Irán puede ceder bajo la presión internacional, los países árabes e Israel se lo han comunicado a los dirigentes chinos. Para ellos, Irán es una cita con la historia. LE MONDE. 8-3-2010

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