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Madrid se enfrenta a las exigencias de Cataluña

Incluso mientras la eurozona hace lo posible por conseguir una unión a nivel nacional, las tensiones derivadas de la crisis van en aumento.En España, el anuncio de elecciones anticipadas en Cataluña, que se celebrarán el 25 de noviembre, es el último ejemplo de la batalla sobre quién pagará los costes de la crisis financiera.Aunque se ha llegado a decir que la votación es un referéndum sobre la independencia de Cataluña, parece improbable que vaya a ser así. Cataluña reclama un mayor poder fiscal. España se enfrenta a una lucha para mantener el control sobre su propio futuro fiscal, mientras aumenta la presión para que el país solicite un rescate de la eurozona.El presidente catalán, Artur Mas, aseguró que las manifestaciones masivas del pasado 11 de septiembre son el motivo por el que ha decidido adelantar los comicios. Mas habló del “derecho a la autodeterminación de Cataluña”. Sin embargo, parece que detrás de la convocatoria electoral está la reunión que Mas mantuvo con el presidente español Mariano Rajoy el 20 de septiembre, en la que el catalán no consiguió una mayor autonomía fiscal.Cataluña representa el 18,7% del PIB de España, el nivel más alto de una autonomía, lo que supone que su economía es mayor que la de Irlanda o Portugal. Si el Gobierno central se plegara a los deseos de la autonomía, otras regiones sufrirán las consecuencias, a menos que Madrid pusiera más liquidez sobre la mesa, un verdadero quebradero de cabeza.Este problema pone de manifiesto las tensiones a las que se enfrenta la eurozona: mientras las transferencias fiscales hablaban de compartir riqueza, no había ningún problema. Ahora que se trata de compartir dificultades, la cosa cambia, dado que países como Alemania se ven obligados a correr con los gastos de la ayuda.En España, las regiones sufren la parte delicada de los recortes, ya que son las que gestionan servicios como la educación y la asistencia sanitaria, no el Gobierno central.Pero Cataluña tiene un problema crítico. El aumento de la rentabilidad de los bonos españoles, y la creciente deuda y el alto déficit –incluido el impago de algunas partidas del Gobierno español a la región– de la propia Cataluña, implican que ha perdido el acceso a los mercados de capitales. Debido a ello, ha solicitado 5.000 millones de euros al nuevo fondo de liquidez regional español. Esto otorga a Rajoy una ventaja.Un debate real sobre la secesión provocaría problemas constitucionales mucho mayores. Los sondeos de opinión sugieren que una estrecha mayoría votaría a favor de la independencia catalana de celebrarse un referéndum. Pero, en realidad, la independencia presenta muchos riesgos financieros y políticos: ¿Qué relaciones mantendría, por ejemplo, la Unión Europea con una Cataluña independiente?Esta semana ya era importante para España, con la presentación de los presupuestos para 2013 y de los detalles sobre la recapitalización de la banca. Un mayor riesgo político no hará más que disuadir a los ya prudentes inversores en España y podría aumentar la presión sobre el ráting soberano, ya próximo a la calificación de “bono basura”.La rentabilidad de la deuda española experimentó una fuerte subida el miércoles. Desde la perspectiva de la crisis de la eurozona, lo último que necesita España son problemas con Cataluña.

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