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Los testimonios de Botí­n, FG y Fainé desmontan la estrategia de ocultamiento de De Guindos

No entraba en las previsiones de los tres grandes banqueros de España declarar este viernes en la Audiencia Nacional, pero el juez Fernando Andreu les citó para aclarar su participación en el proceso de colapso de Bankia. Emilio Botín (Banco Santander), Isidro Fainé (CaixaBank) y Francisco González (BBVA) fueron pasando uno tras otro por la sala de vistas para explicar su presencia en las dos reuniones secretas que convocó el mininistro de Economía, Luis de Guindos, el 4 y 6 de mayo de 2012, sólo unas horas antes de que Rodrigo Rato renunciara a la Presidencia de Bankia y de que el Ministerio de Economía decidiera intervenirla para evitar su caída.

La declaración de los tres grandes financieros tuvo en realidad un carácter subsidiario. El primero en ser preguntado por las partes sobre el contenido de estas dos reuniones fue el propio De Guindos. Unión, Progreso y Democracia (UPyD), autor de la querella que dio origen a este procedimiento, preguntó al ministro en abril por la existencia y el contenido de los dos encuentros. Pero De Guindos, que pudo comparecer por escrito por razón de su cargo, se limitó a confirmar que las reuniones se produjeron, que tuvieron lugar en el despacho del Ministerio y que Botín, Fainé y González participaron en ellas, además del propio Rato.

“Esta reuniones se enmarcaban en los contactos habituales que tenía con los responsables de las principales instituciones financieras españolas para analizar la situación del sistema financiero, la crisis de la zona euro, la evolución y perspectivas de la economía nacional e internacional, las principales variables financieras, en particular la evolución del crédito y acceso a la financiación, y las iniciativas legislativas europeas con impacto en el sistema financiero». Eso fue lo único que aportó a la causa De Guindos sobre sus dos conversaciones de aquel fin de semana con la cúpula de las finanzas nacionales.

Pero ni UPyD, primero, ni tampoco el juez, más tarde, consideraron suficiente la explicación del ministro. Y menos aún después de que el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, que también declaró como testigo en el procedimiento, asegurara durante su declaración que el regulador perdió todo el control sobre la situación de Bankia en detrimento del Ministerio de Economía, que había asumido en solitario la gestión de la crisis de la entidad financiera.

Por estos motivos, la formación que lidera Rosa Díez reclamó a Andreu que llamara a declarar a los únicos asistentes que aún no habían comparecido, en busca de los datos que De Guindos no había querido revelar. Y el instructor de la causa aceptó la petición, provocando las inusuales imágenes que se vivieron este viernes en la sede de la Audiencia Nacional: los tres banqueros más importantes del país respondiendo en persona ante el juez por una reunión que no provocaron ellos y en el marco de una investigación que no afecta a las entidades que presiden.

Con todo, sus declaraciones serán útiles para la causa. A falta de la colaboración de De Guindos, han tenido que ser Botín, Fainé y González los encargados de aportar luz sobre este episodio de la caída de Bankia. Los tres confirmaron al juez la existencia de los encuentros y admitieron que participaron activamente en ellos. Pero fueron más lejos al reconocer, en contra de lo que manifestó De Guindos por escrito, que el objeto principal de ambas reuniones fue abordar la delicada situación de Bankia, no una conversación genérica sobre temas insustanciales como había asegurado previamente el máximo responsable de Economía del Gobierno.

Desmintiendo al ministro

En perspectiva, los testimonios de los tres presidentes, de hecho, subrayan el escaso interés que ha puesto De Guindos en que la Justicia aclare el hundimiento de Bankia, a pesar de que su rescate ya ha costado a los contribuyentes españoles 23.000 millones de euros y de que el proceso ha terminado ocasionando pérdidas millonarias para los más de 300.000 preferentistas que en su día confiaron en la solvencia de la entidad (…)

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