Los 6 despilfarros

La mitad de toda la deuda sumada de las Comunidades autónomas corresponde solo a la Generalitat catalana. En su base un gigantesco entramado, que a una administración burocratizada y con sueldos desorbitados, suma una red pública con 34 fundaciones, 27 sociedades mercantiles y 54 consorcios. Un enorme entramado al que hay que añadir los organismos dedicados a la promoción del proyecto independentista. En total el presupuesto de la Comunidad devora la quinta parte de su Producto Interior Bruto.

1.- Una Deuda Pública desbocada

La fuente por excelencia del despilfarro es la Deuda Pública de la Generalitat. De un presupuesto anual para 2017 de 38,061 millones de euros, hasta la sexta parte (5.996 millones) se va a amortización y gastos financieros de esa deuda, consecuencia de una nefasta gestión económica. Además crece: de enero a julio de 2017 aumentó en 1.265 millones de euros alcanzando los 76.727 millones. En los seis meses anteriores ya se había incrementado en otros 1.000 millones… El resultado es una deuda por habitante en la Comunidad de 10.000 euros cuando en 2012 era de 7.000: Un 42% más en 5 años.

2.- Consorcios

La Generalitat sostiene sus Consorcios con 3.625 millones de euros de gasto. Esta es una fórmula que elude el control político de los cargos o su acceso por méritos, y que permite colocar a dedo al frente de su gestión a quien quiera el Govern. Algunos atienden a servicios básicos coordinando entidades locales y autonómicas como los consorcios de Salud o Educación, pero la lista crece hasta 54 entidades de este tipo. Varios son realmente sorprendentes como el TERMCAT, (seguramente necesarios) pero es que gasta 1,32 millones para inventar términos que suenen a catalán para aquellas nuevas aplicaciones tecnológicas o inventos que carecen de nombre o traducción. O el Consorci Institut Català d’Avaluació de Polítiques Públiques, que se dedica a la improductiva tarea de evalúar las políticas públicas. Por 900.000 euros… Además de la financiación pública este año los consorcios del Gobierno catalán han necesitado 50,6 millones de euros en préstamos.«1 de cada 6 € de presupuesto de la Generalitat se pierde en pagar la Deuda Pública»

El grueso del dinero de los consorcios se lo llevan los destinados a la sanidad. Se trata de la gestión coordinada de hospitales públicos y privados. Como desmuestran todas las cifras oficiales, en los hechos ha supuesto el recorte en la sanidad pública, derivando pacientes, pruebas y operaciones a centros privados y aumentando para estos la financiación a través de pagos y subenciones. El Consorcio ha sido la fórmula para privatizar la sanidad catalana siguiendo las directrices de un informe elaborado por la consultora norteamericana PricewaterhouseCoopers (PwC). Por ejemplo, según datos del propio CatSalut, el presupuesto del Hospital de Bellvitge pasó de 322,6 millones de euros en 2010 a 288,9 millones en 2012 (-10.5%). En 2014 la Junta de Jefes de Servicio del Hospital denunciaba la «destrucción deliberada del centro» que se traduce en reducciones de plantilla, cierre de servicios, incremento de las listas de espera y peor asistencia. Acto seguido se deriva a los pacientes a pruebas y cirujías en centros privados a costa del presupuesto público: el grupo privado IDC ha pasado de 71,1 millones de euros en 2010 a 126,9 millones en 2012, un incremento del 78%. «Tenemos el 80% de los aparatos fuera de su período de uso, son de hace 17 años, y el 30% ya está fuera de catálogo, y por tanto, no son reparables por no existir ya piezas de sustitución», denuncia el comité de empresa del Hospital de Mataró, evidenciando como se deja inútil un centro público para justificar el desvío de pacientes a la privada.

Un editorial del diario económico Expansión denunciaba que las Comunidades autónomas han encontrado en los Consorcios público-privados la forma de incrementar el endeudamiento público de forma solapada, sin que aparezca en los presupuestos autonómicos: «Esto explica que las autonomías cuenten con 27 veces más consorcios -569- que el Estado, donde no pasan de 21». Y son un medio para crear puestos directivos que no están sujetos a la condición de funcionarios. La plusmarca la tiene el gerente de los consorcios portuarios de Mataró y de Portbou, Joan Bellavista, quien suma ingresos por 170.129 euros. Es el cargo público que más cobra de España.

3.- Sociedades mercantiles

El caso más conocido de déficit en una sociedad mercantil de la Generalitat es el agujero que supone el gasto anual de la Sociedad Anónima Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, que engloba las televisiones TV3, C33… y Catalunya Ràdio, y que consume 306,91 millones de euros. Un dinero que equivale a casi todo el presupuesto anual de televisones estatales como Antena 3. Con una cuota de panatalla de sólo el 10% en la Comunidad Autónoma, sin embargo tiene casi el doble de trabajadores que Telecinco para toda su emisión estatal. Para comprender bien el gigantismo burocrático adquirido, el presupuesto de la televisión catalana equivale a la cuarta parte de todo lo que gastan las televisones autonómicas en España. A pesar de que solo se dirige a la octava parte de la población. Por supuesto y como es norma en todo organismo catalán que se precie, sus responsables superan en sueldo al presidente de Gobierno sobrepasando la barrera de los 100.000 euros anuales.«Puigdemont y Junqueras decretaron una subida del 1% para los funcionarios y del 6,3 % para ellos»

Como Sociedad Mercantil consta también por ejemplo el Teatre Nacional de Catalunya que recibe 10,12 milones de euros, equivalente a la mitad del presupuesto público de la Scala de Milán o casi igual a la financiación pública que recibe el Teatro Real de Madrid incluyendo toda la programación de ópera. Y prueba del nulo interés en la inversión productiva es que mientras otra sociedad mercantil de la Generalitat como es Circuits de Catalunya (Montmeló) recibe 39 millones de euros, la empresa Forestal Catalana recibe 13 millones.

4.- Fundaciones

La Marató, es la más conocida de las fundaciones de la Generalitat. Realiza un acto de recaudación antes de Navidad y consiguió el último año 11 millones de donaciones particulares y empresas, Todo se destina a fines benéficos como financiar investigaciones médicas. Hasta aquí ejemplar. Solo que para recaudar 11 millones necesita un gasto de 7,79 millones en subvenciones públicas. No se conoce algo menos rentable.«Hasta 115 entidades aumentan los organismos de la Generalitat»

Del total de 622 millones destinados a fundaciones de la Generalitat la mitad se la lleva la Fundació Privada de Gestió Sanitària de l’Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Desde hace varios años se desarrollan varias investigaciones judiciales por el desvío de dinero, sobrecostes en obras y corrupción en esta Fundación. Los trabajadores del Sant Pau denunciaron ante la justicia que la Fundación presentaba beneficios por su patrimonio inmobiliario que no se reinvertían en la actividad sanitaria del centro. El juez ha archivado provisionalmente la causa (se mantienen abiertas otras) porque los peritos de Hacienda que durante tres años han analizado las cuentas «con profesionalidad y dedicación», han reconocido que «se hace muy complicado determinar en qué operaciones concretas se gasta el dinero» e incluso determinar los ingresos y su procedencia.

Otra de las denuncias apunta a relaciones con el 3% de Convergencia y al beneficio para los Laboratorios Esteve, Esteve Química, que a su vez aparecieron como unos de los principales donantes para Catdem, la fundacion privada de la Convergencia de Artur Mas… suma y sigue.

5.- El proyecto independentista

El gasto innecesario se dispara también en su uso partidista vinculado a la promoción del proyecto independentista: las relaciones «exteriores» de la Generalitat consumieron este año 39 millones incluyendo las llamadas «embajadas catalanas», hoy cerradas por Rajoy; el Centro de Estudios de Opinión (CEO) 1,4 millones de euros al año. La Dirección General de Política Lingüística 25,8 millones de euros, mas otros 29 millones para el Consorcio para la Normalización Lingüística. Y eso, teniendo en cuenta que el catalán es idioma oficial, y que la inmersión lingüistica es general en la escuela desde hace dos décadas, no deja de ser un sistema de repartir subvenciones encubiertas a través de esta entidad a asociaciones como Òmnium Cultural y otras de carácter político. En este mismo sentido también se subvencionan entidades privadas como Acció Cultural del País Valencià (ACPV), de Eliseu Climent, editora de la revista «El Temps» que recibió 939.000 euros, …«El juez del caso Sant Pau no consigue aclarar cómo se gasta el dinero la Fundación»

Mención aparte es el gasto en lo que se llamó «estructuras de Estado»: El Consejo de Garantías Estatutarias, (3,2 millones), cuyos dictámenes se saltó por cierto el Govern; el Consejo del Audiovisual de Cataluña, que se gasta 5,3 millones en algo que asociaciones profesionales de periodistas, consideran arrogarse funciones exclusivas de los tribunales de justicia, e incluso otorgarse la capacidad de clausurar medios de comunicación sin necesidad de orden judicial; el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información 401 millones, un disparate de dinero solo explicable por el intento de que fuera el órgano central de comunicación de un estado independiente; la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo: 17,4 millones de euros para subvencionar entidades que trabajen relacionadas con la ayuda a otras naciones. El Instituto Catalán Internacional para la Paz, 1,4 millones de euros, de los que stecientosmil se los reparten los 14 empleados del mismo. El Consell de la Diplomàcia Pública de Catalunya (Diplocat), que gasta 2,3 millones para, según su propia definición, «construir relaciones de confianza entre los ciudadanos catalanes y los del resto del mundo». Una de sus últimas actividades fue el viaje de una delegación a Dinamarca para explicar el referendum del 1 de octubre. El Instituto Catalán de Empresas Culturales, dedicado a promover vínculos entre compañías y entidades catalanas y extranjeras gasta 58 millones desde sus oficinas en Barcelona, Berlín, Bruselas, Londres y París…

6.- Los sueldazos públicos

Los presupuestos de la Generalitat destinan a la agricultura 400 millones, al comercio 58, a la industria 52, y 8,9 a energia y minas. Pues bien, en sueldos de alta dirección y gobierno se van 103 millones de euros anuales. Por supuesto la primera medida de la era Puigdemont fue una espectacular subida de salario de 8,600 euros más que Artur Mas, llegando a 145.000 euros anuales. Decretó una subida del 1% para los funcionarios y del 6,3 % para él. Pero no era el único «sueldazo»: los consellers superan los 100.000 euros y se pueden ennumerar (sin contar todos los que como hemos visto antes se escapan a este listado como responsables de consorcios, sociedades o fundaciones… ), hasta otros 95 cargos con sueldos por encima de los 60.000 euros, que van desde el Delegado del Govern en los Estados Unidos ( 81.300 €) que gana lo mismo que el Delegado del Govern el la Vall de Arán, y que el responsable de la Generalitat de Asuntos Religiosos… hasta cargos tan originales como «asesor en el ámbito del mundo local» por 66.600 euros. De conjunto son las retribuciones más altas de todos los Parlamentos regionales, superando los sueldos de President, conseller o presidenta del Parlament a sus repectivos en el Estado.

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Intracatalonia S. A.

Intracatalonia S.A. recibe 3,33 millones de euros de los presupuestos de la Generalitat. Es la sociedad encargada de gestionar la actual Agencia Catalana de Noticias.

Carles Puigdemont fue el impulsor de la compañía Intracatalonia, que fundó en 1999. Durante esa década el expresidente recibió 480.474 euros en subvenciones. Más tarde daría lugar a la Agència Catalana de Notícies (ACN). Puigdemont ocupó la dirección general de la ACN hasta 2002. Desde su inicio recibió ayudas de la Generalitat, hasta pasar a ser completamente de control público. Fue un modelo de comunicación que necesitaba el Gobierno de Jordi Pujol porque las dos grandes agencias, Efe y Europa Press, no estaban bajo el control –ni empresarial ni ideológico– del Gobierno catalán. La Agencia Catalana de Noticias (ACN), está presidida por el ex secretario general de Presidencia, exsenador por Convergència y uno de los contactos de empresarios investigados en la trama 3%, Jordi Vilajoana.