El salario mínimo aumenta un 5%

Lo que sube, lo que baja

La nueva subida del salario mínimo es una buena noticia, que va a beneficiar a millones de trabajadores y trabajadoras. Pero hay que someterla al atraco de la inflación o de la subida de los tipos de interés, en beneficio de bancos y monopolios, que recorta permanentemente nuestros sueldos.

El Ministerio de Trabajo, esta vez sin el acuerdo con la patronal, ha fijado en el 5% el incremento del salario mínimo, que quedará fijado en 1.134 euros mensuales.

Beneficiará a un 14% de los trabajadores, más de 2,5 millones de personas, especialmente mujeres y jóvenes, que copan los salarios más bajos.

Con esta nueva subida el salario mínimo se habrá incrementado un 54% desde 2018, pasando de 735 a 1.134 euros.

Apoyamos esta nueva subida del salario mínimo, absolutamente necesaria en un momento donde el alza de los precios está empobreciendo a amplias capas de la población.

Pero no todo son buenas noticias. El salario mínimo español sigue siendo un 20,9% inferior a la media europea. Está 480 euros mensuales por debajo del promedio de la UE. O lo que es lo mismo, debería subirse 5.760 euros al año para equipararnos con los estándares continentales.

Y, sobre todo, el atraco que supone la cada vez más abultada factura de la luz o de la hipoteca, incrementa los beneficios de bancos y eléctricas al tiempo que recorta nuestros salarios.

El año pasado más de 9 millones de trabajadores perdieron poder adquisitivo

Se nos anuncia que la inflación está controlada. Pero 2023 ha cerrado con un incremento del 7,3% en el precio de los alimentos. Mucho más que el incremento del salario mínimo -un 5%-, y casi el doble que la revalorización de las pensiones -un 3,8%-. Una familia media se gasta hoy en alimentación 1.000 euros más que en 2021.

Nos repiten que el precio de la luz ha bajado respecto a los máximos alcanzados en 2022. Pero el precio actual del megavatio hora casi duplica el de 2019, antes de la pandemia. Eso significa que pagamos más en nuestra factura de la luz.

Infografía de Henar de Pedro (20 minutos)

Si miramos el poder adquisitivo de los trabajadores españoles, desde 2021 se ha recortado un 3,6%, el doble que la media de la OCDE. Esto significa que nuestro salario real, la capacidad de compra que tenemos, ha sufrido un recorte de 615 euros anuales.

Según los datos oficiales, el año pasado más de 9 millones de trabajadores perdieron poder adquisitivo, porque sus salarios cuando subieron lo hicieron por debajo del alza de los precios.

Esto es lo que determina que, a pesar de los históricos incrementos del salario mínimo en los últimos años, nuestro salario real sea hoy menor que en el año 2000.

Sin tomar medidas para detener el atraco de bancos y monopolios vía inflación o subida de tipos de interés, las subidas del salario mínimo, con ser positivas, no podrán detener el tijeretazo al poder adquisitivo de los sueldos de la mayoría.

Sin tomar medidas para detener el atraco de bancos y monopolios vía inflación o subida de tipos de interés, las subidas del salario mínimo, con ser positivas, no podrán detener el recorte de nuestro salario real.

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Informe Oxfam 2024: “Desigualdad S.A. Filial España”

Más pobres, más ricos

Como cada año, y coincidiendo con la celebración del Foro de Davos, donde se reúne la flor y nata del capitalismo mundial, Intermon Oxfam ha publicado su informe sobre la desigualdad. Es un termómetro de hasta dónde ha llegado un insoportable abismo social que no para de crecer.

El informe de 2024, titulado “Desigualdad S.A. Filial España” denuncia que en 2022 el 10% de las personas más ricas de España acaparó el 53,8% de la riqueza nacional. Y la mitad de los hogares más pobres solo tuvo el 7,8% del total. Casi ocho veces menos.

En los últimos 20 años, la diferencia entre una familia del 50% de la población más pobre y una situada en el 10% más rico se ha duplicado.

Es decir, los más ricos acaparan una proporción mayor de la riqueza, y la mayoría de la población accedemos a una parte menor.

El aumento de la desigualdad está impuesto por el mayor grado de atraco de bancos y monopolios

No es algo que “caiga del cielo” o se produzca de forma natural. Es un atraco.

El beneficio de 148 empresas se incrementó un 52% respecto a su beneficio obtenido entre 2018 y 2021. Sus ganancias extraordinarias fueron de casi 700.000 millones de dólares.

Los grandes bancos y monopolios aumentaron un 19% los sueldos medios de los miembros de los consejos de administración, mientras recortaron un 8% el salario medio de sus trabajadores.

Vasos comunicantes. Para que muy pocos ganen más, muchos tenemos que ganar menos.

Y ese robo a la población lo pueden ejecutar gracias al asfixiante dominio monopolista que disfrutan.

En el sector eléctrico, Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol tienen el 86,1% de la cuota del mercado. Y entre Repsol y Cepsa poseen 4.800 gasolineras, acaparando casi la mitad de la partición nacional de combustibles fósiles.

Tal y como plantea el director general de Oxfam Intermón, Franc Cortada: “los datos nos muestran una distribución desproporcionada con energéticas y bancos, registrando crecientes beneficios, traducidos en retribuciones millonarias a accionistas y altos ejecutivos, mientras que 14 millones de personas en nuestro país ven cómo han aumentado los costes de su hipoteca y el 17,1% de las personas no podían permitirse mantener su casa caliente”.

Los principales bancos y monopolios han ganado un 52% más, mientras el salario medio de los trabajadores ha caído un 8%.

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Que nadie cobre menos de 1.500 y nadie más de 10.000

¡Sí, recortar los sueldazos máximos!

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insinuó que los salarios de altos ejecutivos de bancos y monopolios son escandalosos y deberían recortarse. Inmediatamente echó “marcha atrás”, afirmando que se trataba solo “de una reflexión”.

No ha de ser ninguna reflexión abstracta, sino una medida concreta para aplicarla ya. Sí, hay que recortar los escandalosos salarios máximos para redistribuir la riqueza y poder subir los salarios de la mayoría de trabajadores.

En España 221 altos directivos de la banca ganan 1 millón al año, casi 100.000 euros al mes. 128 de estos ultraprivilegiados tienen salarios de hasta 2 millones anuales. En 37 de ellos sus sueldos superan los tres millones. Y Ana Patricia Botín, presidenta del Banco de Santander, tiene un salario anual de 11,7 millones de euros… ¡Casi un millón al mes!

Sí, hay que recortar los megasueldos de una ínfima minoría.

Solo con limitar a un máximo de 10.000 euros al mes los salarios de la ultra élite de altos ejecutivos de bancos, monopolios y multinacionales, menos de un 1%, se podría elevar hasta 1.500 euros el sueldo de todos los trabajadores.

¿Que esto no puede hacerse en las actuales condiciones? No es verdad. En 2009 en EEUU, bajo la presidencia de Obama, se fijó por ley un límite de 500.000 euros a los salarios de los ejecutivos de empresas que recibieran ayudas federales.

Se puede hacer, lo que hace falta es voluntad política.

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