La vuelta al cole

Libros escolares: vampirismo editorial

No hay alternativa, aunque otra familia te deje los libros de sus hijos, aunque estos fueran al mismo colegio justo el año pasado, no te permiten usarlos. Muy oportunamente, los programas de las asignaturas cambian, aunque sólo sean variaciones minúsculas, sutiles. Hay que volver a pagar «la tasa editorial» por los libros cada año tal como los grandes fabricantes de semillas, como Monsanto, hacen pagar a los campesinos cada año por la simiente. Pero, sin embargo, los resultados no parecen estar acorde a la inversión.

Hace un ar de años, las grandes superficies ofrecían descuentos del 25% por reservarlos con antelación y el desembolso se minoraba en la cuarta parte. Pero eso tampoco es permitido ya. Con suerte, algunas familias numerosas, o aquellas donde uno de los padres no trabaja ni ingresa, recibes cheques compensatorios de algo más de 100 euros, al igual que los discapacitados. Pero como caigas en la inmensa mayoría de los padres que trabajan los dos y tienen un solo hijo en edad escolar, como no estés en situación de exclusión social, pues a engrosar los estados de resultado de las librerías, las editoriales y todos los involucrados en la cadena comercial de textos escolares. La competencia de las editoriales Anaya, Santillana, Edebé, SM…es fuerte, todas quieren un trozo del pastel de los programas educativos de cada curso, y se nota que están “repartidos”. Es un negocio rentable, al que concurren varios millones de clientes cautivos. La litografía y la calidad del papel de todos esos textos “desechables” es de lujo, excelente. Nadie por encima de los treinta tuvo jamás libros con una presentación como los actuales. El contenido es otro cantar. Los profesores incluso prohiben escribir o resolver ejercicios en el mismo libro. El tremendo desembolso acaba repercutiendo en el bolsillo de los padres por imperativo legal, igual que el IPC, el Euribor o el ERE. Todo para que la utilidad de estos bonitos libros expire en junio siguiente…y vuelta a empezar. Da igual que el hermano mayor los haya cuidado y estén intactos, hay que comprarlos nuevos para el otro septiembre. Según el periódico El País, en España la vuelta al cole tiene un coste medio de 821 euros por niño, aunque hay grandes diferencias. Por ejemplo, hay cuatro Comunidades donde los libros de texto son gratis (Castilla-La Mancha, Aragón, Galicia y La Rioja). En estas se usa el sistema de préstamo de libros, de forma que son utilizados por varios alumnos en años sucesivos, siendo renovados cada cuatro años, salvo los libros correspondientes a 1 y 2 de Primaria que se renuevan anualmente. Otras comunidades que optan por la reutilización de los libros son Canarias y Andalucía, aunque no en todos los niveles de educación obligatoria. En el resto, los vampiros editoriales hincan sus dientes religiosamente cada septiembre en las tarjetas de crédito y los bolsillos familares.

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