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Las rentas salariales se despeñan

Según el Gobierno, la reforma laboral ha evitado la destrucción de 225.000 empleos y ha servido para introducir en el mercado unos elevados niveles de flexibilización. En la mayoría de los casos, todo esto se está consiguiendo mediante la devaluación de los salarios para hacer más competitivas a las empresas.

Sin embargo, esta terapia tiene también contraindicaciones para Hacienda. Así, la reducción de los sueldos, además de bajar los ingresos por los impuestos ligados al consumo al mermar el poder de compra, está provocando que las bases tributables procedentes de las rentas de los asalariados hayan caído espectacularmente en el último año. Y con ello se está despeñando la recaudación por este tipo de rentas en el IRPF, que es el impuesto que sustenta la recaudación del Estado.

Es decir, esta reducción está minorando las bases imponibles del trabajo y está afectando a la progresividad del impuesto y a los ingresos. Es el problema al que se tiene que enfrentar la Comisión de expertos que el Gobierno ha nombrado para realizar la próxima reforma fiscal ya que el actual sistema recaudatorio depende casi exclusivamente de las rentas de trabajo.

El caso es que, según los últimos datos de la Agencia Tributaria sobre tributación, las rentas salariales han caído de golpe en el primer semestre del 2013 en unos 9.000 millones respecto al mismo periodo del año anterior. Es decir, hace un año el conjunto de las nóminas aportaban 161.235 millones de bases imponibles hasta junio.

Pero, ahora, sólo es de 152.437 millones. Desde 2005 no se producía un registro tan bajo y jamás se había computado un descenso tan elevado en tan corto periodo de tiempo, que equivale a un porcentaje del 5,5%. La causa, según los expertos, es la recesión obviamente. Pero, sobre todo, se debe a la reforma laboral, ya que en estos años anteriores de crisis las rentas salariales tributables no cayeron tanto a pesar de la destrucción masiva de empleo.

Esta minoración de bases está provocando la mayor caída de los ingresos devengados (retenciones a cuenta) de Hacienda durante la crisis. Este descenso es del 4,4% en el primer semestre frente a por ejemplo un alza del 1,4% hace un año. Así, si hace un año el fisco recaudó 27.295 millones hasta junio por los salarios, ahora la cifra sólo llega a los 26.085. En ambos años ha estado vigente la subida del IRPF.

Es decir, por este efecto en los salarios la caja del Estado ha dejado de ingresar 1.210 millones en los últimos 12 meses. Lo que significa que la devaluación salarial se está comiendo poco a poco el alza del IRPF y que introduce más dudas aún sobre la previsión de ingresos del Gobierno a fin de año (hasta los 74.000 millones por IRPF) y el cumplimiento del objetivo de déficit.

De todas formas, aunque esta recaudación se desploma, el aumento de la presión fiscal sobre las rentas de trabajo en 2012 y la no deflactación de la tarifa en seis años, todavía mantiene los ingresos de los salarios por encima del inicio de la crisis. Por ejemplo, en 2007 la recaudación de Hacienda por las rentas salariales en el primer semestre fueron de 25.643 millones. Y ahora son de 26.085, es decir, casi un 2% más. Pero en aquel momento crecía la caja a un ritmo del 9,6% y ahora desciende al 4,4%.

La gran diferencia es, sin embargo, que en 2013 hay 4,1 millones menos de asalariados que en 2007. Es decir, Hacienda recauda aún más que al inicio de la crisis con una cuarta parte menos de contribuyentes por rentas de trabajo. Lo que da idea de en qué colectivos se concentra el esfuerzo contributivo a las arcas del Estado. En cualquier caso, el Gobierno recauda un 1,7% más con unas bases salariales que desde 2007 han bajado un 10,1% y un 16% desde 2008.

Este mayor esfuerzo fiscal se observa en la aplicación de las retenciones mensuales que las empresas realizan a las nóminas de los trabajadores a cuenta de su liquidación de la renta. Según la información de la Agencia Tributaria, los tipos medios de retención practicados han pasado del 14% en las nóminas de 2008 al 17,1% en 2013. Es decir, el pellizco de Hacienda es de más de tres puntos en cinco años y de más de uno en los dos últimos ejercicios.

En otras rentas de trabajo, no computadas como salariales en este informe, los pensionistas han sufrido un aumento de sus retenciones de 2,3 puntos ya que el tipo medio era del 5,1% en 2008 y ahora es del 7,4%. Sin embargo, sus rentas han permanecido estables en estos años.

El efecto de la bajada de sueldos en los salarios, la congelación de las pensiones y el descenso de las prestaciones por desempleo hacen que el conjunto de rentas de trabajo de los hogares caiga ya en el primer semestre de 2013 un 3,%, en casi 11.000 millones, respecto a hace un año.

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