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En 1889, la Iª Internacional decidió declarar el día 1 de mayo como una jornada de lucha mundial de la clase obrera en recuerdo de los obreros asesinados en Chicago un año antes, con motivo de una huelga general por la exigencia de la jornada de trabajo de 8 horas. Increíblemente, más de 120 años después asistimos a una sucesión de ataques que pretenden poco menos que devolvernos a una situación de explotación y empobrecimiento similar a aquella.
Este Primero de Mayo se desarrolla en un momento crucial donde se está decidiendo, y resumiblemente por mucho tiempo, nuestro futuro. Asistimos a una nueva ofensiva, con epicentro en Washington y Berlín, en el FMI y en Bruselas, contra los intereses fundamentales del 90% de la población. En primer lugar de la clase obrera y el pueblo trabajador.Desde mayo del pasado año, tras la llamada de Obama a Zapatero, hemos padecido la mayor oleada de recortes sociales y rebaja salarial de nuestra historia reciente. Pero para ellos todavía no es suficiente. Bajo la bandera de la “reducción del déficit de las comunidades autónomas” preparan un escandaloso ataque a la sanidad y la educación públicas. Y el FMI acaba de anunciar que “para los países periféricos” –entre los que incluyen a España– no va a ser suficiente con “las medidas ya tomadas de reducción del déficit”, exigiendo “una nueva rebaja salarial”.Hoy más que nunca, el 1º de Mayo, el día de la clase obrera, tiene que ser una jornada de lucha contra los proyectos de nuestros principales explotadores: los grandes banqueros y monopolistas de EEUU y Alemania y sus aliados en España, los Botín y compañía.Pero este 1º de Mayo tenemos ante nosotros, además, una oportunidad inmejorable para luchar por que se abra paso otra alternativa. En apenas cuatro semanas se celebran unas elecciones municipales y autonómicas que no son unos comicios más.Ellos quieren centrar toda la disputa electoral entre Zapatero y Rajoy. O, lo que es lo mismo, entre dos maneras de llevar adelante su programa de recortes y rebaja salarial. Un programa cuyas medidas –como el recorte de las pensiones– rechaza la inmensa mayoría de la población.Una inmensa mayoría de la población que está condenada al silencio y a la que se quiere quitar cualquier capacidad de expresión y decisión política. Mientras ellos, la ínfima minoría de banqueros y monopolistas –nacionales y extranjeros–, tienen a su servicio a una clase política dispuesta a ejecutar a pies juntillas y hasta el final los recortes que le exigen Washington y Berlín y unos poderosos medios de comunicación sin otra misión que confundir y extraviar a la gente.Este Primero de Mayo tiene que dar voz a ese mayoría, tenemos que hacer que se exprese en la calle el rechazo mayoritario a su política de recortes y rebaja salarial, tenemos que hacer visible que sí hay una alternativa para salir de la crisis en beneficio de la mayoría.Las candidaturas De Verdad contra la crisis-UCE proponemos un programa de redistribución de la riqueza y creación de empleo que se corresponde con los intereses del 90% de la población.Exigiendo, como primer punto del programa, la celebración de un referéndum sobre las pensiones, donde pueda escucharse la voz de la mayoría. Que la reducción del déficit no recaiga sobre las espaldas de los pensionistas, sobre la sanidad y la educación públicas, sino de reducir un 30% los gastos de autonomías y ayuntamientos, atajando de raíz el despilfarro, los gastos superfluos e innecesarios y tomando medidas drásticas contra la corrupción.Este Primero de Mayo tenemos que hacer que la voz de la clase obrera y el pueblo trabajador, exigiendo un programa y una alternativa de redistribución de la riqueza, retumbe por todas las calles del país. Y eso exige a todos los trabajadores conscientes, a todos los luchadores obreros y populares acudir a las manifestaciones agrupados y encuadrados bajo estas banderas. Las banderas de quienes, como nuestro partido, luchamos por que la voz y los intereses de los trabajadores, del 90% de la población, se escuche y tenga fuerza política.Ellos son una ínfima minoría. Pero pueden imponer sus intereses sobre nosotros porque están muy bien organizados. Nosotros debemos hacer otro tanto. Como ya advirtió Marx en el Manifiesto Comunista, la organización del proletariado como clase es inseparable de la construcción de su propio partido político.Hoy, en España, ese partido dispuesto a trabajar por unir a la inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa somos, queremos ser, Unificación Comunista de España. Ha llegado el momento de que todos aquellos que no están dispuestos a transigir con los desmanes del capitalismo y del imperialismo den un paso al frente, se unan y se organicen con nosotros. El 1 de Mayo, el día internacional de la clase obrera, es una jornada inmejorable para ello.Porque el reto que tenemos ante nosotros este 1º de Mayo es el de hacer avanzar esta alternativa, luchar por que se abra paso y acumular fuerza política y organizativa en torno a ella. Es mucho lo que nos jugamos.