Cargando...
Primer trimestre del 2016: cada día laborable han sido expulsadas de su vivienda 257 familias en España, de ellas 41 en la Comunidad Valenciana. Vivimos el mayor ataque al derecho a la vivienda y las condiciones de vida de nuestra historia reciente, mientras multinacionales y bancos, nacionales y extranjeros, siguen con beneficios récord.
Dolores, 54 años y trabaja desde los 14. Cocinera. En 2011 tuvo que cerrar su negocio y ayudar a sus hijas. Entró en la PAH en 2014, por el boca a boca. Un vecino supo que perderían el piso y les habló de la PAH. Su primera acción de protesta la decidió a quedarse. “La respuesta que tuvo la gente nos conmovió, y hasta hoy.” Participa en Valencia contra el TTIP, la violencia de género, actos de CGT, Intersindical y por las libertades. La última que coincidimos: la defensa de las pensiones, convocada por Yayoflautas.
LA PAH lleva una lucha necesaria desde 2007 ante las 672.524 demandas de ejecución hipotecaria, de ellas 118.032 son de la Comunidad Valenciana, el 17.5%. Decenas de miles acabaron en desahucio. Además, hay miles de familias que no pueden pagar el alquiler y son desahuciadas.
En la C. Valenciana han conseguido que Les Corts, en colaboración con la Consellería, admita 70 enmiendas para la nueva ley de vivienda. Una batalla que sigue, esta semana exigirán a todos los partidos en el ayuntamiento de Valencia acelerar la aprobación de esta ley. Ayudaría a muchas familias. En otras comunidades se han propuesto nuevas leyes en vivienda con puntos muy favorables, impugnadas por el PP ante el Tribunal Constitucional siguen paradas.
Los desahucios son el último y más dañino escalón del saqueo contra el 90% ¿Encarar el problema de la vivienda en España debe ir más allá de conseguir que se paralicen?
Sin duda. Han matado la industria y destruido empleo, millones de familias sin sueldos. Hay que cambiar ser un país de sol y turismo. Ya que tenemos tanto sol se puede desarrollar una industria de energía solar, fabricar las placas, implantación. Hay un potencial enorme en nuestra agricultura, por clima y condiciones tenemos la mejor fruta y hortalizas del mundo para venderlas a lo largo y ancho del planeta. En vez de vender ladrillos, podrían crear muchos puestos de trabajo.
La banca aumenta beneficios y sueldos para sus directivos que cobran pensiones millonarias, el PIB crece cada año mientras dicen que no hay dinero y justifican los recortes. ¿Es un problema de voluntad política llevar adelante medidas que recuperen la riqueza que nos han quitado estos años y solucionar el problema de la vivienda?
Hay que cambiar en ese punto el sistema bancario. Puede haber una Banca Pública que no esté al servicio de las ganancias de un puñado de particulares. Somos esclavos de cada pago al banco, de cada cobro y han hecho una gran estafa global, la burbuja inmobiliaria, las cláusulas de préstamos, los intereses, las hipotecas y continúa. Si hay que nacionalizar una parte de la banca que se haga, en otros países se ha hecho y no ha pasado nada, al revés, mejoran las condiciones de vida de la gente. Hay que favorecer a la mayoría y para eso hace falta cambiar el sistema, no sólo aquí, para la mayoría del planeta.
En Valencia son ya cinco años de activismo y lucha. ¿Hay qué seguir trabajando a pie de calle?
La gran ayuda es a las familias. No tenían solución política ni legal, ni ninguna defensa de sus derechos y eso hemos conseguido cambiarlo. Dificultades muchas y seguirán. Habrá que estar en la calle, que no olviden que estamos ahí. Ahora a conseguir un parque público de vivienda para todas.
La PAH denuncia toda una legislación que expresamente asegura los beneficios de la banca. ¿Qué medidas concretas hacen falta para cambiarlo? ¿Puede tener responsabilidad social la banca, podemos pedirle al león que se haga vegetariano?
Hay que cambiarlo totalmente. Cambiar leyes es imprescindible y que más jueces tomen conciencia porque está reconocido que los bancos son parte de la gran estafa hipotecaria. Con una aplicación correcta de las leyes se evitarían muchos problemas. Hay que aplicarle a la banca multas e incluso cárcel como en otros países.
¿Qué importancia juega la autoformación y el asesoramiento legal que lleváis a cabo la PAH en la lucha diaria?
Ha sido vital detectar las cláusulas abusivas, sin ello estaríamos como al principio: parar los desahucios en la puerta de las casas sufriendo detenciones y multas. No sabíamos de leyes, ni los abogados estaban al tanto. Detectándolo hemos parado muchísimos desahucios de forma legal.
El viernes 4 de noviembre en Barcelona las 240 asambleas de la PAH hicimos Asamblea Estatal. Seguimos formándonos. Dar conciencia y cambiar esta situación implica explicárselo a la gente. Lenguaje directo y sencillo no como hacen algunos en la tele que ya está bien de intentar confundir a la gente.
¿Qué papel juega la banca extranjera, un tabú entre la inmensa mayoría de las fuerzas políticas?
Decisivo. Su poder monetario manda en el mundo, a la Comunidad Europea le hacen mucho caso cuando nos exige recortes o pagar déficit, pero cuando reconocen la gran estafa hipotecaria entonces no hay ninguna medida. Ahí están los tratados de TTIP, TISA. Más peligro, abrirían de par en par la puerta a estos buitres.
La PAH se ha ganado el apoyo de amplios sectores de la sociedad a sus demandas. ¿En qué habéis avanzado y por qué?
La lucha es colectiva, para muchas familias no habría sido posible sin la PAH. Seguiremos luchando y ganando batallas. Han tenido que sacar la “Ley Mordaza” para acallar la protesta popular, en nuestro caso tiene dos artículos expresamente diseñados para paralizarnos. Uno tipifica como delito protestar en la oficina bancaria con camisetas o carteles, el segundo caso de multa automática es ponerse delante de la puerta durante la ejecución de un desahucio. Ambos son 30.000 euros.