Cargando...http://www.globaltimes.cn/content/806269.shtml#.UhsD8H9qP48
Que el presidente de EEUU Barack Obama esté sopesando sus opciones sobre Siria ha llamado la atención en todo el mundo. Con un cuarto barco de guerra armado con misiles balísticos enviado al Mediterráneo oriental, EEUU está «preparando opciones para todas las contingencias», en palabras del secretario de Defensa, Chuck Hagel.Mientras tanto, la Casa Blanca todavía tiene dudas y no ha tomado una decisión final. Obama se ha mostrado reacio a emprender una acción militar directa, aunque ha subrayado en repetidas ocasiones una «línea roja» en Siria. Obama se enfrenta, una vez más, frente a la difícil situación de la política hacia Oriente Medio de EEUU.Según un reciente sondeo de Reuters/Ipsos, el 60% de los estadounidenses se oponen a la intervención en Siria, mientras que sólo el 9% cree que Obama debe actuar. La administración Obama tiene claro que sería muy difícil justificar la legitimidad de otra costosa aventura militar en Oriente Medio.Desde su primer mandato, Obama ha estado buscando la relajación estratégica en la región. Su anuncio en 2011 del fin de la guerra de Irak y su posterior apuesta de cerrar el teatro afgano le han permitido ganar puntos políticos.Los estadounidenses gastaron toda la década de la guerra de Irak en un debate de si su objetivo pragmático era llevar a Oriente Medio la democracia o la estabilidad, sólo para descubrir que no era factible.Sin embargo, dos objetivos auto-contradictorios revuelan sobre los principales tomadores de decisiones en Washington mientras reflexionan sobre las opciones en Siria. Mientras trata de evitar el compromiso de EEUU en el conflicto sirio, la administración Obama no puede permitirse el lujo de no dar ninguna respuesta a la «crisis humanitaria» de Siria tampoco, ya que esto erosionaría la moral de Washington en el Medio Oriente.Las presuntas armas químicas utilizadas en los suburbios de Damasco la semana pasada, aunque negado por el gobierno de Bashar al-Assad, ha tocado la «línea roja» marcada por Obama durante mucho tiempo. La importancia de conservar la credibilidad y la determinación de EEUU para garantizar esta «línea roja» es, a los ojos de muchos analistas, un elemento decisivo que impulsará Washington hacia la guerra. Y es sobre esta base que se cree probable que Obama bombardeará Siria en las próximas semanas.Un informe del New York Times el viernes reveló que el equipo de seguridad nacional de Obama estaba «estudiando la guerra aérea de la OTAN en Kosovo como un posible modelo para actuar sin un mandato de la ONU.» Como algunos observadores estadounidenses argumentan, Washington está ahora atrapado en elegir entre opciones malas, lo que hará la situación de Siria aún más compleja.Y una vez que EEUU intervenga, lo que actuará como un cambio de las reglas del juego en la prolongada guerra siria, no podrá dejar de tratar con el vacío político o con cualquier otra situación política que su acción ayude a crear. Se repite la historia, y la caja de Pandora se ha abierto de nuevo.