8 de marzo

La mitad de la Tierra

Las mujeres no son un colectivo más, son la mitad del mundo. Solo si las mujeres se liberan del yugo milenario de la subordinación, de la desigualdad, del machismo y del patriarcado, será posible la liberación cabal de toda la humanidad.

Este 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, pero no es un 8 de marzo más. Este debe ser un 8-M de salto, de avance, de conquista para las mujeres. Este año, más de 300 colectivos de mujeres, en consonancia con un movimiento de alcance mundial, han convocado una Huelga Feminista, ideada como una cuádruple protesta: una huelga laboral, una huelga de cuidados, una huelga estudiantil y una huelga de consumo. Todas esas formas de lucha son complementarias y esenciales. Muchas mujeres van a parar el 8 de marzo para que otras muchas que no pueden -que trabajan en precario, o que están inmersas en los cuidados- lo puedan hacer algún día.

Hacemos nuestra la exigencia de acabar con la brecha salarial, y de lograr la plena y cabal igualdad laboral entre mujeres y hombres. Una brecha que ha aumentado en los últimos años, que hace que las mujeres cobren de media un 30% menos, por el mismo trabajo que sus compañeros.

Hacemos propia la denuncia de la precariedad que asola a las trabajadoras, que condena a las mujeres a ocupar más de la mitad de los puestos de trabajo peor pagados, temporales y en peores condiciones. Que les lleva a superar la media del paro. Que destruyen la conciliación con la maternidad y el cuidado de los hijos. Que hace que el trabajo de las cuidadoras -de todas las millones de mujeres que trabajan cuidando a otros- no sea reconocido social ni salarialmente.

Hacemos nuestra la exigencia de la tolerancia cero con el machismo en todas sus formas, y en especial por acabar para siempre con la lacra de la violencia y el maltrato machista, la manifestación más dolorosa, cruel y abyecta del opresivo sistema de relaciones de género del patriarcado.

Y hacemos propia la reivindicación de una educación igualitaria, de un sistema educativo que implante de manera obligatoria, tanto en la enseñanza pública como en la privada, asignaturas de educación sexual y emocional, inculcando la igualdad en la diversidad y el combate a valores y prácticas machistas, el respeto entre géneros y a las distintas identidades y orientaciones sexuales. Una ofensiva ideológica que destierre el machismo de las mentes de las generaciones presentes yfuturas.

El próximo viernes 2 de marzo hay convocadas charlas-coloquio de mujeres a las 19 horas en las sedes de Unificación Comunista de España para abrir un amplio debate sobre «¿Por cuáles objetivos luchar este 8 de marzo?»

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