La llave de la energía ya no está en España

El fondo norteamericano BlackRock ha aprovechado la reciente sacudida en la bolsa para aumentar su participación en Iberdrola, la segunda eléctrica del país, del 3% al 5%. Por otro, el fondo británico CVC anunciaba una operación para hacerse con el 20% de las acciones de Gas Natural, la mayor gasística nacional.

¿Son simples movimientos accionariales, o suponen un auténtico terremoto que afecta al futuro del país?

En los años veinte el régimen de Primo de Rivera llegó a afirmar que “Campsa es más importante que el Peñón de Gibraltar”. Campsa nace expropiando a las todopoderosas Standard Oil y British Petroleum, con el objetivo de crear una industria energética nacional. Era un proyecto estratégico.

La energía es la sangre del capitalismo, y su control es no solo un enorme negocio sino también un poder clave.

Cuando se entró en el Mercado Común, la oligarquía entregó buena parte de la industria nacional al capital extranjero, pero se reservó para su control exclusivo algunos sectores, entre ellos el energético.

¿Cuál es ahora la situación? Que la propiedad de un 60% del mercado energético español está directamente en manos extranjeras.

La de BlackRock en Iberdrola no es una excepción. El 60% de las acciones de la segunda eléctrica del país están en manos foráneas, cuando en 2009 la cifra era solo el 29%.

CVC no solo aspira a controlar Gas Natural, es que es ya el primer accionista de CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos), que controla la red de almacenaje y transporte de petróleo en España, y que está en un 90% en manos extranjeras.

CEPSA, el tercer grupo industrial español, es propiedad de IPIC, un fondo de Abu Dabi.

Las acciones de Repsol en manos del capital extranjero hace años que superan el 50%, comandados por el fondo francés Ardian. Y ese porcentaje aumentará, ante las insistentes noticias de que La Caixa y Sacyr buscan vender sus participaciones.

La mayor red de gas española, Naturgas, está en manos de un consorcio liderado por JP Morgan, y la cuarta, Redexis, está a un paso de ser adquirida por Goldman Sachs.

A ello hay que añadir la absorción de Gamesa -el primer productor de energía eólica- por la alemana Siemens. Se presentó como una fusión, pero los germanos se quedan con el 59% de las acciones y el control de la compañía.

El panorama no puede ser más desolador. La llave del control de la energía en España está en manos extranjeras. No ya porque sean los accionistas mayoritarios de todos los monopolios del sector. Sino porque aspiran a adquirirlos haciéndose con el control total.

Esto tiene una vertiente económica. Bajo el control de un capital extranjero que solo quiere beneficios seguros, el precio de la energía no hará sino subir.

Pero también político, multiplicando el grado de dependencia hacia un capital extranjero que tendrá el control total de la llave que permite poner en funcionamiento toda la producción.

2 comentarios sobre “La llave de la energía ya no está en España”

  • Excelente artículo. Me falta una cosa ¿cómo afecta esto a la ecología?
    Siendo España hace bien pocos años puntera en renovables, teniendo las horas de sol que tenemos…. ¿ y los residuos?

  • Sólo a través de la bolsa, en plan »limpio», se puede enriquecer o arruinar un país! Es lo que tiene la globalización…del «capitalismo caníbal»

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