SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Italia ingobernable, España sin gobierno

Las dos orillas del Mediterráneo están al rojo vivo. Al sur los nuevos regímenes de la primavera árabe no salen a flote en sus respectivos naufragios y al norte la Europa meridional de Grecia, Italia, España y Portugal permanece sumida en el desastre del paro, la crisis económica y la gran recesión, sin horizonte a corto o medio plazo que permita imaginar la recuperación. Más bien al contrario empieza a crecer la sospecha de que Merkel, el BCE y la Comisión Europea se han equivocado radicalmente con sus políticas de extremo ajuste del déficit.

Los últimos datos y previsiones de la Comisión Europea así lo avalan, y los problemas políticos de España e Italia también lo certifican. Los italianos tras unas elecciones en las que el gran pupilo de Merkel, Mario Monti, ha resultado ser el gran perdedor de unos comicios en los que en la Cámara de diputados ganó el centro izquierda de Bersani, mientras que en el Senado triunfó el inagotable Berlusconi en compañía de sus socios de la Liga del Norte, con lo que Italia se despertará mañana como un país más bien ingobernable.

En la capital de España el pasado domingo desfilaron (como en otras cincuenta ciudades del país) miles de personas protestando contra el paro, las políticas de ajustes y la corrupción. No fueron manifestaciones muy masivas pero sí importantes, sobre todo si se tiene en cuenta que carecían de organización previa y que no han sido convocadas por los partidos ni por los sindicatos.

España, al contrario que Italia, sí tiene un gobierno con el apoyo mayoritario del Parlamento en las dos Cámaras, pero el Gobierno no anda, no camina, no funciona y no tiene liderazgo por más que Rajoy le haya ganado el debate de la nación a un Rubalcaba que lleva sobre sus espaldas la pesada herencia de Zapatero.

El gobierno de Rajoy no es un buen gobierno, varios ministros están muy desgastados en solo un año, y el propio presidente Rajoy se ve acorralado y perseguido por el ‘caso Bárcenas’ de corrupción donde tiene una clara responsabilidad política, y ya se verá si también alguna judicial o penal (como presidente del PP).

Rajoy está pues parado y bloqueado y la Comisión Europea le acaba de echar un jarro de agua fría sobre sus resultados de 2012 y sus previsiones para 2013, y además se enfrenta al desafío de la independencia catalana frente a la que el presidente español no se ha atrevido a dar la cara. Y al deterioro de la imagen del Rey y de la Corona, mientras se escuchan por Madrid voces a favor de la abdicación del monarca en el Príncipe Felipe, y se exige a la vez una reforma democrática en profundidad que obligaría a cambiar el texto de la Constitución. Y todo ello en medio de un festival casi inagotable de casos de corrupción.

Demasiados problemas políticos para Rajoy, quien no pasa de ser un aplicado y “obediente” -lo dice él- funcionario que aplica en España las duras recetas que le envían desde Bruselas. Es cierto que este país ha reducido el ‘déficit estructural’ y ha recortado el gasto público, pero no consigue crear nuevas empresas ni empleo y el paro empieza a causar estragos imposibles de soportar.

Y para colmo ahí está la crisis institucional, y rotos los puentes de diálogo entre los grandes partidos nacionales.Como en Italia, el panorama político y económico español es bastante malo por más que en nuestro país haya desgobierno y en Italia un escenario de ingobernabilidad. Y ¿qué dicen de todo esto los mercados? Pues de momento no se meten en política, sino más bien y sobre todo vigilan la cuenta de resultados. Pero si todo sigue así y crece la tensión o la revuelta social entonces los mercados atacarán. Sobre todo si la UE no empieza a cambiar el rumbo y a rectificar.

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