El genocidio israelí en Gaza

Israel acribilla las colas del hambre en Gaza

Acribillar a la muchedumbre desarmada, hambrienta y desesperada. Un nuevo crimen de guerra. Una nueva sima del sangriento pozo moral que es hoy Israel.

Acribillar a una muchedumbre desarmada, famélica y desesperada, mientras se agolpa para recibir algo de alimento tras dos meses de asedio absoluto. Este es el nuevo horror cotidiano en la Franja de Gaza.

En el insondable pozo moral que es el Estado de Israel siempre hay lugar para caer un poco más bajo, para cometer un nuevo crimen de guerra un poco más abyecto y cruel que el anterior.

Domingo, 1 de junio. Al menos 31 muertos y alrededor de 200 heridos en un ataque contra la población civil en un punto de distribución de ayuda en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Los testigos aseguran que los soldados de las FDI abrieron fuego contra multitudes que esperaban ayuda.

Dos días después, el 3 de junio, se repetía el mismo crimen de guerra, esta vez con 27 muertos y 37 heridos. Médicos Sin Fronteras (MSF) describió disparos desde tanques, drones y helicópteros, calificando el incidente como una «carnicería total». Otros incidentes similares han dejado una hilera de decenas de muertos en una semana.

Desde finales de mayo, y en diferentes episodios grabados por los palestinos -o también por los propios verdugos, soldados israelíes o mercenarios norteamericanos- más de cien gazatíes han muerto y medio millar han resultado heridos por disparos, mientras trataban de acceder a los puntos de distribución de comida que una «fundación humanitaria» -respaldada por Israel y EEUU, y al margen de la ONU- ha montado en la frontera.

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Testimonios

Según datos del hospital de campaña de Cruz Roja en Rafah, sus precarias instalaciones, con apenas 60 camas, recibieron el día del incidente más grave (el 1 de junio) «una afluencia masiva de 179 heridos, entre ellos mujeres y niños”. “La mayoría presentaba heridas de bala o metralla; 21 pacientes fueron declarados muertos a su llegada”.

El Comité Internacional de la Cruz Roja denunció que “todos los pacientes” que atendió en este episodio declararon que fueron atacados “intentando llegar a un punto de distribución de ayuda”. “Este es el mayor número de heridos por arma de fuego en un solo incidente desde la instalación del hospital de campaña hace más de un año”.

Exactamente lo mismo que denuncian los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF), que recogieron el estremecedor testimonio de Mansour Sami Abdi, padre de cuatro hijos. “La gente se peleó por cinco palés. Nos dijeron que tomáramos comida y luego dispararon desde todos los lados. Corrí 200 metros antes de darme cuenta de que me habían disparado. Esto no es ayuda. Es mentira. ¿Se supone que debemos ir a buscar comida para nuestros hijos y morir?”.

Acribillar a la muchedumbre desarmada, hambrienta y desesperada. Un nuevo crimen de guerra. Una nueva sima del sangriento pozo moral que es hoy Israel.

Este es un nuevo y sangriento episodio del cruento genocidio que el gobierno de Netanyahu -con el total respaldo político, diplomático y militar de los EEUU de Trump- llevan más de veinte meses perpetrando en Gaza.

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