Domingo 1 de junio. Al menos 31 muertos y alrededor de 200 heridas en un nuevo ataque contra la población civil en un punto de distribución de ayuda en Rafah, al sur de la Franja de Gaza
Como en días anteriores, cuando miles de gazatíes, hambrientos y desesperados, se agolpaban en torno a uno de los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF por sus siglas en inglés) -una «ayuda» al margen de la ONU y respaldada por Israel y Estados Unidos- los soldados israelíes, con la ayuda de mercenarios norteamericanos, abrieron fuego acribillando a la multitud.
En otro incidente similar, otro tiroteo israelí asesinaba a otra persona -y hería a otras 32- en otro centro de distribución de ayuda en el puente de Wadi, también en Gaza.

Según datos del hospital de campaña de Cruz Roja en Rafah, sus precarias instalaciones, con apenas 60 camas, recibieron «una afluencia masiva de 179 heridos, entre ellos mujeres y niños”. “La mayoría presentaba heridas de bala o metralla; 21 pacientes fueron declarados muertos a su llegada”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja denuncia que “todos los pacientes” que ha atendido en este episodio declararon que fueron atacados “intentando llegar a un punto de distribución de ayuda”. “Este es el mayor número de heridos por arma de fuego en un solo incidente desde la instalación del hospital de campaña hace más de un año”.

Exactamente lo mismo que denuncian los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF), que han recogido el estremecedor testimonio de Mansour Sami Abdi, padre de cuatro hijos. “La gente se peleó por cinco palés. Nos dijeron que tomáramos comida y luego dispararon desde todos los lados. Corrí 200 metros antes de darme cuenta de que me habían disparado. Esto no es ayuda. Es mentira. ¿Se supone que debemos ir a buscar comida para nuestros hijos y morir?”.
En total, en los primeros seis días desde el caótico inicio del reparto de «ayuda» por parte de esta fundación israelí al margen de la ONU, 49 personas que iban a buscar alimentos acabaron han perdido la vida y más de 300 han resultado heridas a causa de los disparos de los soldados israelíes o de los mercenarios norteamericanos.
Acribillar a la muchedumbre desarmada, hambrienta y desesperada. Un nuevo crimen de guerra. Una nueva sima del sangriento pozo moral que es hoy Israel.
Este es un nuevo y sangriento episodio del cruento genocidio que el gobierno de Netanyahu -con el total respaldo político, diplomático y militar de los EEUU de Trump- llevan más de veinte meses perpetrando en Gaza.
