No a la invasión

Fuera el imperialismo ruso de Ucrania

La Rusia de Putin no invade Ucrania para defender sus fronteras de la OTAN. Putin y la burguesía monopolista de oligarcas rusos que le apoyan tienen un proyecto imperialista y han invadido Ucrania para defender sus propios intereses

La invasión de Ucrania ha llevado la guerra al corazón de Europa. Lo que hoy está ocurriendo en Ucrania es la invasión de un país soberano por una potencia imperialista, la segunda potencia nuclear del mundo. Una agresión tan feroz como todas las invasiones imperialistas que está provocando muerte y destrucción y una crisis humanitaria de proporciones bíblicas con ciudades arrasadas a sangre y fuego por los misiles y bombarderos indiscriminados, colocando a la población civil entre sus blancos y provocando un éxodo que ya se acerca a los tres millones de refugiados.

La injustificable agresión imperialista de Ucrania no puede tapar décadas de intervención norteamericana en el Este de Europa.

No estamos de acuerdo con la ampliación de la OTAN hacia el Este que Estados Unidos ha venido desarrollando desde la caída del Muro de Berlín. Ni con la intervención norteamericana impulsando los movimientos dentro de Ucrania para alinearla con occidente, la llamada “revolución naranja” de 2005, y sobre todo las movilizaciones de 2013-2014, conocidas como Euromaidán (o Revolución de la Dignidad) que derrocaron al presidente prorruso, Viktor Yanukóvich.

La intervención norteamericana contribuyó a desestabilizar el país, favoreciendo los movimientos prorrusos que dieron lugar a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, una guerra civil que hasta ahora ya se había cobrado 14.000 vidas, y a la anexión rusa de Crimea.

No estamos de acuerdo con la ampliación de la OTAN hacia el Este desde la caída del Muro de Berlín. Ni con la intervención que el hegemonismo norteamericano viene perpetrando en Ucrania desde hace dos décadas. Pero nada de eso justifica una invasión imperialista

Tampoco estamos de acuerdo con que Estados Unidos esté utilizando la espiral de tensión provocada por la invasión para revitalizar la OTAN, encuadrar aún más a los países europeos, España entre ellos, en sus intereses hegemonistas de confrontación con Rusia o China y para aumentar los presupuestos militares y la aportación militar de los países europeos a la OTAN.

La política hegemonista de Washington con Europa no responde a los intereses europeos: la seguridad de Europa no va a venir de un reforzamiento de la presencia militar norteamericana en suelo europeo. Y la ampliación hacia el Este de la OTAN, no es un factor de paz y estabilidad sino todo lo contrario.

Pero no es cierto…

La Rusia de Putin no invade Ucrania para defender sus fronteras. No destruye un país y masacra a su población para defenderse de la OTAN. No amenaza con la hecatombe nuclear al mundo para defender una Ucrania soberana y democrática.

Putin y la burguesía monopolista de oligarcas rusos que le apoyan tienen un proyecto imperialista y han invadido Ucrania para defender sus propios intereses como potencia imperialista heredera del socialfascismo soviético y segunda potencia nuclear mundial.

Los jerarcas de Moscú saben que ya no podrán volver a ser una superpotencia, pero sí aspiran a someter bajo su control a la mayor parte de las antiguas repúblicas exsoviéticas. Ese es su proyecto.

Moscú está aprovechado las dificultades de Estados Unidos tras la retirada de Afganistán para hacer avanzar sus planes imperiales y dar un golpe en un punto nodular del tablero mundial. Empezó la invasión  de Ucrania amputando un trozo del país que iba a invadir declarando la independencia de Donetsk y Lugansk. Hace poco más de un mes, Moscú intervino militarmente en Kazajistán, y ha sometido a Bielorrusia a un control casi total. Está recuperando la creación de alianzas militares con la creación de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) con sede en Moscú, e incluye a otros cinco países: Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

Los jerarcas de Moscú saben que ya no podrán volver a ser una superpotencia, pero sí aspiran a someter bajo su control a la mayor parte de las antiguas repúblicas exsoviéticas. Ese es su proyecto.

Pero además la Rusia de Putin tiene a sus espaldas ya 23 años de guerras contra los países que declararon su independencia de la antigua URSS. La guerra contra Chechenia en 1999 fue demoledora, sometiendo la capital Grozni a una estrategia de destrucción total. La conocida desde entonces como “Doctrina Grozni” se basa en el bombardeo de las ciudad hasta su destrucción completa, sin dejar ni un edificio en pie donde se pueda ocultar o defenderse la resistencia. En 2008 le tocó a Georgia.

Putin y sus generales, provenientes del KGB brezneviano, han aplicado la criminal “Docrina Grozni” en Siria destruyendo la ciudad de Alepo con más de 5 millones de habitantes. Y ahora lo están haciendo con las ciudades ucranianas como Mariúpol mientras estrechan el cerco a la capital Kiev.

No se defienden de nadie, como potencia imperialista nuclear invadir países, aplicar la destrucción total colocando como blanco también a la población civil, o envenenar a los opositores forma parte de su ‘código genético’ como herederos del socialimperialismo más negro.

Hoy la única posición justa es denunciar tajantemente la injustificable invasión por parte de Moscú de un país soberano, su ocupación militar, la destrucción de sus ciudades, la fragmentación de su territorio y provocar una gigantesca crisis humanitaria cuyas principales víctimas son los niños y niñas, las mujeres y los mayores y la población civil del pueblo ucraniano.

3 comentarios sobre “Fuera el imperialismo ruso de Ucrania”

  • Juos, juos, ante la oferta de mil millones de dólares por la cabeza de Putin, he llamado al 062 de la guardia civil y me han salido éstos https://youtu.be/nfdhOvuFtMI

    Ya se sabe que la guardia civil es muy cabezona. Pero no os preocupéis que son aliados de la Revolución,como los carabineros del 36. El Putin está acojonao

    Hala, esta gamberrada se la dedico a mi amiga Anita, de la «benemérita» y a Fernando, el del gimnasio

  • «Putin y la burguesía monopolista de oligarcas rusos que le apoyan tienen un proyecto imperialista y han invadido Ucrania para defender sus propios intereses como potencia imperialista heredera del socialfascismo soviético y segunda potencia nuclear mundial»

    No, ahora dejándonos del osito Mysha y demás tonterías, comentar que el artículo es muy marxista. El marxismo nos indica que todas las clases tienen proyectos de clase. La burguesía norteamericana controlar los mercados mundiales, la alemana la Europa de los Pueblos, el proletariado acabar con la explotación capitalista y los Aeroflot, Mikoyan Gurevich, Gazprom y demás burgueses monopolistas, el imperio del Zar, que es un proyecto muy belicoso e imperialista

  • El feroz oso ruso se quedó en osito Mysha, demasiado ambicioso para su potencial, con un PIB tan sólo 2% mayor que España. Si quieren reconstruir el imperio del zar lo llevan claro. Como en Chechenia y ahora Ucrania, tienen una feroz resistencia de los pueblos. Sobre el osito Mysha, una portada de el Jueves «el osito Mysha en el gulag» y se ve al oso picando piedra y 2 agentes del KGB diciendo «es que quería irse a trabajar con Walt Disney»

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