La tradición comunista por la Redistribución de la Riqueza y la Defensa de la Unidad

El voto comunista para Recortes Cero-Grupo Verde

Desde Unificación Comunista de España pedimos en estas elecciones el voto de los comunistas, de todos los que se reconocen en el marxismo y en la lucha obrera, para Recortes Cero-Grupo Verde.

No por una reafirmación, que siempre se sitúa en el pasado y no tiene efectos en el presente. Sino por rabiosa actualidad. 

Porque es la candidatura que conecta en su programa con la mejor tradición comunista en la lucha por la Redistribución de la Riqueza o en la defensa de la unidad del pueblo trabajador y de la clase obrera en toda España.

Y porque ahora más que nunca, hace falta que avance una alternativa, que se enfrente al saqueo impuesto por quienes son los principales explotadores en España, la gran banca y sobre todo el gran capital extranjero.

Hay un voto comunista

Existe un “voto verde” o un “voto feminista” que tienen una importante influencia política.

Esto es reconocido por politólogos y sociólogos. Lo que nos ocultan es que también existe un voto comunista. Un sector de la población que se identifica con el marxismo o simpatiza con el comunismo, y decide su voto desde aquí.

Diferentes estudios sociológicos sitúan este “voto comunista” en torno a los 2 millones. Si se agrupara sería la quinta fuerza parlamentaria, obtendría 20 diputados y sería políticamente decisiva.

No es una cuestión del pasado. En 2013 una encuesta del BBVA afirmaba que el 74% de los españoles rechazaba el capitalismo. Y el pasado noviembre, El País publicó otra encuesta donde casi la mitad de la población, el 60% entre las mujeres, consideraba que el capitalismo es incompatible con la democracia.

¡Claro que hay un voto comunista! Lo que necesitamos es que se exprese políticamente, y no sea usurpado por otros para hacer exactamente lo contrario de lo que la tradición comunista siempre ha defendido.

Los comunistas, por la Redistribución de la Riqueza

En 1936, José Díaz, secretario general del PCE y cabeza junto a Pasionaria del grupo parlamentario comunista, exigía impulsar un programa que de verdad diera solución a las principales demandas obreras y populares.

Sus palabras, pronunciadas hace más de 80 años, tienen una sorprendente actualidad:

“Hay una cuestión que el Gobierno se plantea siempre. “No hay dinero. Han dejado a España en una situación muy dífícil”. “Dinero lo hay, y en abundancia, lo que ocurre es que está concentrado en manos de unos cuantos, y el problema está en hacer circular esta riqueza, por medio de un impuesto progresivo… Hay que expropiar estas grandes riquezas, para ponerlas a disposición del pueblo…, si se quiere consolidar la República… verdaderamente del pueblo, de los trabajadores”.

¿A quiénes señalaban José Díaz y Pasionaria? ¿A quién se proponían “expropiar”?

Al auténtico corazón de la oligarquía española: “mientras la mayoría del pueblo pasa enormes privaciones, el llamado «gran quinteto», los Bancos Hispano-Americano, Español de Crédito, Central, de Vizcaya y de Bilbao, acapararon la mayor parte de la riqueza nacional, y en unión de los monopolios subordinados al capital nacional y extranjero se reparten fabulosos beneficios”.

Pero también, y sobre todo, denunciando el expolio del gran capital extranjero sobre las riquezas nacionales, y el carácter vendepatrias de la oligarquía y sus partidos: “en España las empresas más importantes están en manos del capitalismo extranjero. Si vosotros entregáis tan importantes empresas, que son parte integrante de la riqueza de España, al capitalismo extranjero, ¿con qué derecho os llamáis amantes de la patria?”

Esto es redistribuir la riqueza. Esto es lo que siempre han defendido los comunistas. 

Las palabras de Díaz y Pasionaria parecen estar pensadas para la España de hoy. Porque seguimos siendo un país sometido al expolio de una minoría oligárquica, y sobre todo al saqueo del capital extranjero.

Cuando responden a dónde está el dinero para dar tierra a los jornaleros o abordar el problema del paro no hablan de que lo financie el Estado, aumentando el gasto público. Dicen claramente que hay que quitárselo a la ínfima minoría que lo ha usurpado, y colocarlo al servicio de lo que a la mayoría le interesa.

¡Claro que hay dinero! El problema es quién lo tiene. Y lo que hay que hacer es redistribuir la riqueza. 

La tradición comunista conecta con lo que propone la candidatura de Recortes Cero-Grupo Verde.

Los comunistas, por la unidad y contra la fragmentación

Se nos ha inoculado la mentira de que defender la unidad era algo reaccionario, un “vestigio franquista”, mientras que todo lo que llevara a la fragmentación debía ser apoyado como algo “progresista”.

La tradición comunista y revolucionaria es exactamente la contraria. En 1938, el PCE publica un folleto donde toma una posición tajante: “Al mismo tiempo que los más consecuentes internacionalistas somos los más fieles luchadores y defensores de la República española; los más entusiastas defensores de la Patria española; los más fieles ardientes patriotas de la España democrática; los más decididos enemigos de toda tendencia separatista; los más convencidos partidarios de la Unidad Nacional, del Frente Popular, de la Unidad popular”.

Señalando que “los sentimientos nacionales, el patriotismo y el amor a la libertad de los catalanes, vascos y gallegos, se han confundido en el círculo general, potente y combativo del gran patriotismo revolucionario de todos los luchadores en defensa de la independencia y la libertad de la España republicana y democrática”.

El PCE jamás será “antinacionalista”. Defenderá una unidad basada en la pluralidad, impulsando los Estatutos catalán y vasco. 

Pero señalará a quienes defienden una fragmentación que debilita a la España popular y favorece el avance del fascismo, calificándolos como “enemigos del pueblo y actúan bajo la máscara de un nacionalismo cerrado y egoísta, pero de hecho reaccionario… Su tarea consiste en crear el mayor número de dificultades, introducir la disgregación, provocar discordias, debilitar la Unidad nacional de todos los pueblos de España”.

Son palabras que podrían aplicarse hoy a Puigdemont o Torra. 

La tradición comunista es la de defender la unidad popular, partiendo de que catalana o andaluza, extremeña o vasca, es una misma clase obrera, y que quien debilita su unidad lo hace al servicio de los que quieren explotarla y dominarla mejor.

Esta es también la posición de Evo Morales, presidente boliviano y líder del Movimiento al Socialismo, que ha denunciado los planes independentistas de la oligarquía de Santa Cruz, el departamento más rico en petróleo y gas, como una injerencia norteamericana. Afirmando tajantemente. “aquí no había opositores, había separatistas… La unidad es algo sagrado. Dividir el territorio, como dos naciones, eso no se acepta. Confundían autonomía con independencia”. 

Quien apoya a los Puigdemont de turno, considerándolos “presos políticos” o amparando su reaccionario intento de dividir al pueblo español, y a los catalanes entre sí, está traicionando la mejor tradición comunista y revolucionaria.

Recortes Cero-Grupo Verde es la candidatura que en estas elecciones dice que defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es progresista. Esto sí se corresponde con lo que los comunistas siempre hemos defendido.

Por el programa de Redistribución de la Riqueza y por la Defensa de la Unidad, el voto comunista en estas elecciones debe ser para Recortes Cero-Grupo Verde.

2 comentarios sobre “El voto comunista para Recortes Cero-Grupo Verde”

  • Buenísimo el artículo, conectando la tradición de lo mejor de nuestro pueblo con la alternativa concreta hoy. Bravo. El voto Rojo para Recortes Cero- grupo Verde!!

  • ¿2 millones de comunistas? yo diría que más.Si lo dice el estudio del BBVA:el 74% de la población está en contra del capitalismo.Toda la abstención es comunista,de una u otra forma,ex-MC´s,PTE´s,etc,etc pero que no encuentran alternativa electoral y la redistribución de la riqueza va muy en la línea del «Manifiesto comunista»:»los comunistas lo que estamos en contra es de la apropiación privada de la riqueza,del régimen de propiedad burgués».Llevais buena línea

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