Rechazo a la amnistía a derecha y a izquierda

El rechazo a la amnistía: un flanco débil del gobierno

Encuestas de diferentes medios -afines y opuestos al gobierno- muestran que el rechazo a la Ley de amnistía llega al 60%, y que no sólo llega desde la derecha. El carácter reaccionario de las élites del procés provoca que una parte de la izquierda tampoco la trague.

Las encuestas publicadas, tanto por medios que respaldan al gobierno como por los que lo atacan, coinciden en un punto: el rechazo a la amnistía alcanza o supera el 60% de la sociedad. Y es transversal, de él participa la derecha pero también una parte de la izquierda.

Este es uno de los flancos débiles del gobierno presidido por Sánchez.

Pero las mismas encuestas también señalan otro aspecto: el 70% valora que la amnistía contribuye a evitar que la extrema derecha entre en el gobierno. No están de acuerdo con la amnistía, pero la aceptan para impedir un ejecutivo de PP y Vox.

Dos medios con posiciones diferentes ante el actual gobierno, señalan que actualmente existe una mayoría que no está de acuerdo con la amnistía.

En el barómetro elaborada por 40DB para El País un 59,4% considera que la amnistía supone un privilegio inaceptable, y un 59,2% la califica de injusta.

En la encuesta de Sigma Dos publicada en El Mundo 64,6% declaran no estar de acuerdo con la amnistía.

¿La derecha está en contra y la izquierda la respalda? No. La realidad es más compleja.

Entre los votantes de PP y Vox las posiciones contrarias a la amnistía superan el 75%. Pero la mitad de los votantes socialistas también la rechazan. Y entre los votantes de Sumar, aunque el respaldo es mayoritario, hay un sector importante, entre un 25% y un 40%, que se manifiesta contrario a la amnistía.

El perdón a las élites del procés, por el carácter extremadamente reaccionario de éstas, también provoca rechazo entre importantes sectores de la izquierda. Y la forma oportunista de impulsarla por parte del PSOE, vinculándola a conseguir los votos de Junts y ERC a la investidura de Sánchez, dificulta que más gente pueda apoyarla.

Por territorios solo en Cataluña y Euskadi el apoyo a la amnistía supera al rechazo. Pero no es una posición unánime. En Cataluña solo un 32% considera que la amnistía garantiza que no se use la vía unilateral para conseguir la independencia. Lo que manifiesta que una parte importante de los catalanes no se fían de las élites del procés.

Este es un flanco débil del actual gobierno, que ya le está provocando un serio desgaste. Según las encuestas publicadas en torno a 1,7 millones de personas que votaron al PSOE el 23-J no lo harían ahora.

La amnistía va a estar en primer plano durante varios meses. Acaba de iniciar su trámite parlamentario, que se prolongará hasta bien entrado en año que viene. Y tras ser aprobada en las Cortes deberá pasar por el filtro del Tribunal Constitucional. Esto va a suponer inevitablemente un desgaste para el gobierno.

Pero hay un elemento que normalmente no se valora al tomar posición ante la amnistía, pero que las encuestan revelan que la sociedad sí tiene muy en cuenta. Un 70,3% de los encuestados considera que uno de los motivos que han influido en la decisión del PSOE de proponer la amnistía es “evitar que la ultraderecha llegue al gobierno”.

Quienes desde la izquierda se declaran contrarios a la amnistía no van a convertirla en un ariete contra el actual gobierno. El rechazo a un gobierno de PP y Vox, de la derecha y la ultraderecha, con la amenaza que supone, es mucho mayor.

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La ofensiva de los sectores más reaccionarios contra el gobierno

Todo vale

El PP, y también Vox, han encontrado un filón en la amnistía. Van a seguir golpeando en él. Saben que es un punto débil del gobierno, apoyado en el rechazo, también en una parte importante de votantes de izquierdas, a entregar concesiones a las élites del procés.

Pero nos equivocaríamos si reducimos esta cuestión al debate sobre la amnistía. Importantes centros de poder internacionales y nacionales buscan acabar con el actual gobierno, o cuanto menos ponerla las mayores dificultades. Son los mismos que apostaron el 23-J por un ejecutivo PP-Vox, y fueron derrotados.

Los hechos son claros. Aznar abrió el camino al señalar que “Sánchez es un peligro para la democracia”. Llamando a que todos, cada uno en su puesto, se movilizaran en la ofensiva contra el gobierno. Publicando un agresivo artículo en el Wall Street Journal, prueba de que sectores de la superpotencia avalan esta estrategia.

Utilizan la amnistía como ariete para imponer un gobierno que emprenda recortes sin miramientos

Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo, cabeza de la CSU bávara, representante de los sectores más agresivos de las élites germanas y defensor de un gobierno PP-Vox en España.

Altos cuadros del Estado, especialmente en el ámbito judicial, se han movilizado. El Consejo General del Poder Judicial se pronunció contra la amnistía antes incluso de que se conociera el texto de la ley.

La ultraderecha de Vox cumple el papel de agitador tóxico, con proclamas bárbaras.

Y el PP está dispuesto a utilizar todas las cartas contra el gobierno, en España y en la UE. Intentando que el parlamento europeo o la Comisión Europea se pronuncien contra la amnistía.

Cuenta con el apoyo del Partido Popular Europeo, encabezado por Manfred Weber, cabeza de la CSU bávara, representante de los sectores más agresivos de las élites germanas y uno de los grandes defensores de un gobierno PP-Vox en España.

Utilizan la amnistía como ariete, pero lo que pretenden es imponer en España un gobierno que emprenda recortes sin miramientos. Consideran que el actual gobierno hace excesivas concesiones a la izquierda y persiguen un ejecutivo más duro y agresivo.

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¿Qué supone realmente la amnistía?

Lo que son fake news

  • No otorga impunidad a las élites del procés. Hay perdón de delitos hacia el pasado pero no hacia el futuro. Si vuelven a intentar un 1-O o una DUI serán juzgados.
  • Una amnistía no cuestiona el Estado de derecho. Es una figura democrática aprobada 52 veces durante las últimas décadas en los países de la UE.
  • No dinamita la Constitución. Será el Tribunal Constitucional quien dictará si la ley de amnistía cabe o no en la Constitución.

Lo que las élites del procés ceden

  • La ley de amnistía, que Junts y ERC acatan, remarca que “todos los caminos deben transitar dentro del ordenamiento jurídico nacional e internacional”. Estableciendo que no cabe una vía unilateral fuera de la Constitución.
  • Junts ha aceptado, en el acuerdo con el PSOE, que un referéndum debe tramitarse de acuerdo al artículo 92 de la Constitución. Y no apoyó en el Parlament catalán un pronunciamiento a favor de un referéndum unilateral.
  • Los sectores más ultras del independentismo están en contra de la amnistía y la califican como “el final del trayecto hacia la independencia”.

Lo que no es aceptable

  • En el acuerdo entre el PSOE y Junts se reproduce el relato de las élites del procés. Y aunque eso no sucede en la ley de amnistía tampoco se califica en ella el 1-O como una estafa antidemocrática.
  • La aceptación de un mediador internacional en las reuniones de Junts y ERC con el PSOE avala la falsa idea de que existe “un conflicto entre España y Cataluña”.
  • No se puede utilizar la amnistía para blanquear a personajes tan reaccionarios como Puigdemont.

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