El metal gaditano se lanza a la huelga

El sector del metal de Cádiz, con unos 20.000 trabajadores, ha dicho basta. En un año donde la inflación se ha disparado al 5,5%, la propuesta de la patronal -que ofrece un nuevo convenio colectivo con un pírrico aumento salarial del 0,5%- les parece una provocación. Se han lanzado a una huelga general indefinida hasta que los empresarios «entren en razón» y acepten un aumento de salario de entre el 2% y el 3%

Con un altísimo seguimiento (98% según los sindicatos) y con su tradicional combatividad -cortes de carretera y piquetes informativos en la Avenida de los Astilleros de Cádiz- los obreros del metal gaditanos se han lanzado a una huelga indefinida. El motivo es elemental. Los sindicatos piden una actualización de los salarios de acuerdo al IPC dentro de la negociación del convenio colectivo con la patronal.

“La última propuesta de la patronal es indecente. No aceptamos perder poder adquisitivo. Con los tres días que llevamos de huelga las empresas ya habrían tenido dinero para pagar el IPC. Además, le damos todo 2022 para pagarlo. El pulso acabará cuando la patronal Femca entre en razones”, dice a El País Antonio Montoro, secretario general de la Federación de Industria de UGT.

La patronal dice que la exigencia de los sindicatos es inasumible y que supondría «la desaparición de la industria gaditana». Pero detrás de estos lamentos se esconde la intención de perpetuar el marco laboral en el sector, marcado totalmente por la precariedad, la temporalidad, y la pérdida permanente de poder adquisitivo y de derechos laborales.

Así lo denuncia a eldiario.es Diego Rodríguez, portavoz de la Coordinadora de Trabajadores del Metal de la Bahía de Cádiz. «Este convenio afecta sobre todo a la pequeña y mediana empresa, que son las que trabajan para las grandes factorías. Hablamos de empresas compuestas por mucho personal eventual, sin representación sindical. Trabajadores que nos cambiamos el mono y vamos cambiando de empresa cada poco tiempo. Llevamos 30 años de incumplimiento de convenio. Los trabajadores eventuales somos gente que estamos seis meses como mucho en una empresa. La gente sale a la calle porque hay compañeros cobrando 300 euros por debajo del convenio, limpiando tanques y cobrando según el convenio de limpieza blanca; gente que quiere ir a la mutua y la mandan a la seguridad social; gente represaliada que gana un despido improcedente y que después ya no entra más en un astillero a trabajar»