El último libro de Stephen Hawking

El Gran Diseño

El libro toca muchos temas de la investigación cosmológica actual y hace un esfuerzo por explicarlos de una manera sencilla sin tergiversar los conceptos.

Uno de las concetos importantes que desarrolla Hawking en el libro es la formulación de Feynman de la fí­sica cuántica. Existen diferentes formulaciones que son matemáticamente equivalentes, pero que se distinguen por la intuición fí­sica que ofrecen y sobre todo por las facilidades que dan para su aplicación. Una de ellas es la formulación de la fí­sica cuántica de Feynman.Básicamente consiste en lo siguente. Cuando un ente fí­sico se mueve de un sitio a otro no lo hace recorriendo una trayectoria bien definida, sino que recorre todos los caminos posibles simultáneamente con diferentes probabilidades de tal manera que existe el fenómeno de la interferencia (consigo mismo) aunque estemos hablando de un solo ente fí­sico. í‰sto es también una forma de ilustrar el hecho de que los entes fí­sicos tienen comportamientos de partí­cula y de onda.Lo que propone Hawking es que se aplique esta idea al Universo en su conjunto teniendo en cuenta como es el Universo hoy en dí­a. De manera que nuestro Universo sea como la suma sobre todas las historias de universos posibles que desemboquen en el nuestro conocido.Esta idea es en principio bastante sugerente. Hay diferentes fí­sicos que en particular piensan que la cosmologí­a cuántica es la clave para comprender la fí­sica cuántica en general, ya que en ella se da una particularidad: el Universo (como totalidad de lo que existe) es un sistema que no puede ser observado desde fuera. La observación o la medida de un sistema cuántico es un proceso arduamente discutido entre los fí­sicos y es posible que en este aspecto la cosmologí­a cuántica pueda contribuir a esclarecer los diferentes puntos de vista.Otra de las cuestiones importantes en su libro es la discusión del Big Bang y de que ocurrió antes de él. Hawking explica su propuesta de modelo cosmológico en donde el Universo no tiene bordes. De lo que parte Hawking es que muy cerca del Big Bang el tiempo se hace imaginario matemáticamente, de tal manera que el tiempo se comporta como el espacio (el tiempo y el espacio forman el espacio-tiempo pero «normalmente» existe una diferencia de signo en lo que se llama la métrica). La consecuencia es que en su modelo preguntar que pasó antes del Big Bang o cuando empezó es similar a preguntarse donde acaba la Tierra, cuando todaví­a se pensaba que era plana. Simplemente no acaba porque la superficie de la Tierra es una esfera y no tiene un borde y por lo tanto uno no puede caerse por ningún sitio.Esboza también en que consiste (o deberí­a consistir) la llamada teorí­a M, la que presuntamente explica todo o algo parecido. Como se ha visto que hay muchos problemas y de hecho «muchas» teorí­as en parte se ha claudicado ante el reto de conseguir una teorí­a unificada y se habla ya de que lo que hay que establecer es una «red de teorí­as». En este campo hubiese estado bien que Hawking hubiese sido más crí­tico porque en el fondo esta rama de la fí­sica teórica está en una profunda crisis.A lo largo del libro discute su posición filosófica aunque tampoco sea detalladamente. Se declara positivista y establece su punto de vista como «realismo dependiente de modelo». Se ha hecho mucha propaganda del libro diciendo que niega la existencia de Dios. Hay que destacar que desde luego no es un ataque furibundo contra la idea de Dios ni nada que se le parezca. Al final del libro muestra básicamente como muy pocas leyes en combinación con el azar pueden dar lugar a fenómenos ordenados muy complejos. Eso lo ilustra con el «juego de la vida» de Conway al final del libro. Es probable que esta ilustración no convenza a muchos lectores ya que es bien sabido que muchos juegos de mesa llegan a ser muy complejos teniendo pocas reglas sin que eso convenza a nadie de la existencia o no existencia de Dios.De hecho la mayorí­a de los cosmólogos parten de que nuestro Universo tal y como lo conocemos surge de una fluctuación cuántica que es altamente «inflada» durante el periodo muy temprano de la inflación.Eso en combinación con que en su modelo cosmológico no tiene sentido preguntarse cuando empezó el Universo son sus argumentos fuertes contra la existencia de Dios. No es probable que ningún creyente cambie su opinión o se sienta atacado, cosa que quizás le gustarí­a a Hawking, pero como en el fondo sus posiciones filosóficas son idealistas lo tiene difí­cil. De todos modos su modelo cosmológico tiene cierto atractivo y cierta elegancia.Resumiendo, el libro es interesante y está aceptablemente bien escrito. Stephen Hawking ha hecho contribuciones importantes a la cosmologí­a y en el área de la gravitación cuántica y merece la pena conocer en detalle sus propuestas cientí­ficas. Los temas tratados son complicados, pero el libro si pueda dar una idea de cuales son los temas que importan no sólo a Hawking sino a los fí­sicos en ese área. Con respecto a temas de carácter filosófico el libro es bastante superficial y la «polémica» acerca de Dios no va más allá de ser una forma de promocionar el libro.

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