Zapatero sube los impuestos para obligarnos a todos a pagar el rescate de la banca

El gran atraco fiscal

Cuando el gobierno de Zapatero decidió suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio, una de las principales fortunas del paí­s -pensando en el dinero que iba a ahorrarse- exclamó socarronamente: «no sabí­a que yo fuese tan socialdemócrata». Esta simple anécdota es en realidad la piedra de toque para valorar la subida de impuestos que hoy Zapatero nos presenta como una de las recetas contra la crisis. El presidente del gobierno nos repite que «sólo afectará a las rentas más altas», y lo justifica alegando que «parece razonable que una parte importante de la sociedad haga un pequeño esfuerzo para ayudar a la parte que tiene dificultades». Pero la realidad es que, mientras se suben los impuestos indirectos o se elimina la deducción fiscal de los 400 euros -golpeando con ello a los trabajadores-, la ministra de Economí­a ya ha anunciado que no se tocará un pelo de lo privilegios de las Sicavs, los vehí­culos utilizados por las grandes fortunas para tributar un miserable 1% de sus beneficios. La única verdad de la subida de impuestos programada por Zapatero es obligarnos al conjunto del paí­s a pagar el multimillonario rescate bancario, que ha dejado un gigantesco agujero de déficit en las arcas públicas. Ante la polí­tica fiscal de Zapatero, cuya sustancia es la socialización de las pérdidas de bancos y monopolios, el oligarca a que antes hací­amos referencia ha vuelto a proclamar ufano: «no sabí­a que yo fuese tan socialdemócrata».

La demagogia emleada por Zapatero para justificar la subida de impuestos parece no conocer límites morales o éticos.El presidente pretende hacernos creer que sube los impuestos para que el Estado tenga fondos con los que poder mantener las prestaciones sociales, y para ello exhibe la subida de las pensiones mínimas.Pero la realidad es bien distinta. La subida de las pensiones mínimas es algo menos que mínima, y continua entregando al abismo de la pobreza a cientos de miles de viudas y jubilados. La ampliación del subsidio de desempleo se ha quedado reducida a unos miserables 420 euros mensuales, y sólo alcanzará para uno de cada cinco desempleados.España finalizará 2009 con entre un 10% y un 12% de déficit público. De este insostenible porcentaje, sólo un 1% corresponde a la coyuntura económica de crisis, y únicamente un 3% a las tan cacareadas “medidas sociales” de Zapatero (el cheque bebé o la deducción de los 400 euros en el IRPF).La mayor parte del aumento del déficit corresponde a los gigantescos planes de rescate aprobados para salvar las cuentas de los bancos -340.000 millones de euros- o las eléctricas -10.000 millones-.Y para tapar el agujero en las cuentas públicas, Zapatero nos impone a todos nuestra parte alícuota del rescate bancario, en forma de subida de impuestos.Primero incrementando los tributos sobre la gasolina o el tabaco -y amenazando con un incremento del IVA-. Un alza de los impuestos indirectos que acabamos pagando los bolsillos de los trabajadores.Ahora, Zapatero ya ha confirmado la supresión de la deducción fiscal de los 400 euros, una medida electoralista que ha sucumbido ante las necesidades recaudatorias… y que también perjudica a las rentas del trabajo.Y por último, nos encontramos con la farsa de la subida de impuestos “a las rentas del capital”, aumentado su tipo impositivo del 18% al 20%. ¿Acaso Zapatero va a obligar a Botín a devolver, vía impuestos, una parte de sus gigantescos beneficios? Nada de eso. Bajo la bandera de “subir los impuestos a las rentas del capital” se esconde un auténtico atraco a la población.Para Hacienda las “rentas del capital” engloba a todo lo que no sea salarios. Los pequeños ahorros de un trabajador o el modesto capital de un pequeño empresario son “rentas del capital”. Es a estos sectores sociales -que engloban a 16 millones de pequeños ahorradores especialmente castigados por la crisis- a quienes se va a subir los impuestos.Los grandes oligarcas tienen a buen recaudo sus gigantescas fortunas y multimillonarios beneficios en vehículos financieros blindados fiscalmente, como las Sicavs -que sólo tributan el 1% de sus ganancias- o los fondos de inversión -exentos del pago de impuestos-. La subida de impuestos va a repercutir, por tanto, sobre los pequeños ahorros de las familias o el capital productivo de las pymes.Y los grandes beneficiados serán los grandes bancos y monopolios, que no sólo no pagarán más impuestos, sino que se quedarán, vía planes de rescate, con los tributos de más que paguemos el resto.¿Qué tiene esto que ver con “la subida de impuestos a los ricos” que exhibe Zapatero?Los efectos del plan de rescate bancarios se han dejado sentir. Mientras el PIB español se ha hundido un 4,2% en el primer trimestre del año, y hasta el ministro de Trabajo admite que alcanzaremos el 20% de paro y los cinco millones de desempleados, el Banco de Santander y el BBVA se han situado entre los cinco primeros bancos del mundo por beneficios.Esto -el hundimiento del país y el salvamento de la banca- es lo que vamos a pagar con la subida de impuestos de Zapatero.

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