ESCUELAS DE MARXISMO

Defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es revolucionario

La cuestión de las nacionalidades debe plantearse desde los intereses comunes de las clases populares en el conjunto de España, y su lucha contra los enemigos también comunes

Para el 1 de octubre los Puigdemont y Mas han anunciado un referéndum cuyo único objetivo es imponer una independencia unilateral en Cataluña.

Sorprendentemente, algunas fuerzas catalanas que se autodenominan de izquierdas o incluso anticapitalistas están respaldando a los sectores más reaccionarios que controlan la Generalitat, en su intento por dividir al pueblo catalán entre sí y a éste del resto del pueblo español.

Y en el resto de la izquierda, en toda España, aunque enfrentada a los planes de Puigdemont, existe demasiada confusión, que impide muchas veces tomar una posición clara en defensa de la unidad y contra la fragmentación.

Es necesario recuperar las mejores tradiciones de la izquierda más revolucionaria, que siempre ha tomado posición por la unidad, hoy injustamente olvidadas o incluso enterradas.

Este ha sido el objetivo de la Escuela de Marxismo, que con el título “El problema de las nacionalidades a la luz de la intervención imperialista”, hemos celebrado este mes de julio.

En 1938, en medio de la guerra contra el fascismo y los invasores nazis y mussolinianos, el Partido Comunista de España edita un folleto en el que sintetiza su posición ante la cuestión nacional. Lo escribió Vicente Uribe, miembro del Comité Central del PCE, y ministro en los gobiernos republicanos presididos por Largo Caballero y Negrín.

En él se afirma con rotundidad que los comunistas “al mismo tiempo que los más consecuentes internacionalistas somos los más fieles luchadores y defensores de la República española; los más entusiastas defensores de la Patria española; los más fieles ardientes patriotas de la España democrática; los más decididos enemigos de toda tendencia separatista; los más convencidos partidarios de la Unidad Nacional, del Frente Popular, de la Unidad popular”.

Esta radical defensa de la unidad de este dirigente comunista es absolutamente desconocida para muchos luchadores, e incluso sería hoy calificada de “reaccionaria” por muchos sectores de la izquierda. Es el resultado de una planificada operación para borrar nuestra memoria de lucha.

Frente a todas las tergiversaciones posteriores -que han identificado unidad con reacción y disgregación con progresismo- es en el momento donde la izquierda española es más consecuentemente revolucionaria cuando con más conciencia y firmeza ha defendido la unidad.

La charca del nacionalismo burgués

A principios del siglo XX, Lenin quiso dejar claro que “si el marxista ucraniano se deja arrastrar por su odio legítimo y natural a los opresores gran-rusos hasta el extremo de hacer extensiva aunque sólo sea una partícula de ese odio a la causa proletaria de los obreros gran-rusos, ese marxista se habrá deslizado a la charca del nacionalismo burgués.”

Si la justa lucha contra la opresión nacional debilita, aunque sea en parte, la unidad de la clase obrera, entonces se estarán defendiendo intereses ajenos a los de la mayoría del pueblo.

Partiendo de esta posición leninista, Vicente Uribe establece que “el problema de las nacionalidades en España no puede ser examinado separadamente de la cuestión nacional general de España, de la revolución democrática de toda España, de la guerra por la libertad y la democracia”. Que en 1938 se concentraba en “asegurar el triunfo sobre los invasores fascistas alemanes-italianos y sus agentes”.

Para los comunistas y revolucionarios la cuestión de las nacionalidades debe plantearse desde los intereses de clase comunes de todo el proletariado y las clases populares en el conjunto de España, y su lucha contra los enemigos también comunes.

Si no se hace desde aquí, si se considera “separadamente”, al margen de las clases y como un conflicto entre “las libertades de las nacionalidades” y “la opresión española”, se adopta inevitablemente la posición y el punto de vista de la burguesía, dividiendo las filas del pueblo.

Ser internacionalista es ser patriota

Muchos progresistas consideran que la izquierda es internacionalista, y que por tanto hay que rechazar todos los nacionalismos, el catalán y el español.

Frente a estas concepciones, Lenin declaro que “no tengo miedo a la palabra patriotismo si se refiere a la lucha contra el imperialismo”.

En la época del imperialismo, los principales explotadores y opresores son las grandes potencias. Luchar contra su dominio requiere conquistar la independencia nacional en cada Estado, también en España. Por eso el leninismo establece que no se puede ser internacionalista sin ser patriota, sin luchar contra el dominio del imperialismo.

En 1938, Vicente Uribe establece que la guerra es “por la independencia de España”. Señala que el “Estado Mayor” del fascismo está en Berlín y en Roma, y no en Madrid. Y que los generales fascistas “no son sino agentes ejecutores de los planes político-militares del imperialismo fascista italo-alemán”.

Esta es la lucha común de todo el pueblo español, y a ella debe someterse también la cuestión nacional. Enarbolando “la lucha general de todos los pueblos españoles para restaurar y consolidar la independencia e integridad de la Patria”, frente al dominio del imperialismo.

Así lo entendieron la inmensa mayoría de los nacionalistas, que como Companys fortaleció la unidad con el resto del pueblo español para combatir el fascismo.

Los sectores que entonces atacaron la unidad, con proyectos independentistas, fueron precisamente los más reaccionarios, los que pretendían entregar Cataluña a la potencia que los amparara. Como Josep Dencàs, que primero se ofreció a la Italia mussoliniana y luego a la Alemania nazi para que apoyaran la creación de un Estado catalán. O Carles Pi i Sunyer, que fue a ofrecer los servicios de la Generalitat en el exilio a Churchill a cambio de que los aliados, tras la victoria, reconocieran a Cataluña como una nación independiente dentro de la Europa federal.

Un patriotismo revolucionario

En el folleto editado en 1938, el PCE marca que “los sentimientos nacionales, el patriotismo y el amor a la libertad de los catalanes, vascos y gallegos, se han confundido en el círculo general, potente y combativo del gran patriotismo revolucionario de todos los luchadores en defensa de la independencia y la libertad de la España republicana y democrática”.

El PCE va a tomar una clara posición contra la opresión a que han sido sometidas las nacionalidades bajo el dominio del imperialismo y la oligarquía. Defendiendo y desarrollando los estatutos catalán y vasco. Y estableciendo como unidad y pluralidad se refuerzan mutuamente, defendiendo la “protección y fomento al desarrollo de la personalidad y particularidades de los distintos pueblos que integran España”, y como eso “lejos de significar una disgregación de la Nación, constituye la mejor soldadura entre los elementos que la integran”.

Pero va a someterlo en todo momento a reforzar la unidad de todo el pueblo español en defensa de sus intereses comunes, y en el combate contra los enemigos también comunes.

Este es el contenido de ese “patriotismo revolucionario” que floreció entre 1936 y 1939, y al que se unieron comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos, nacionalistas…

Donde se funden en una misma cosa la lucha de todo el pueblo español frente al dominio imperialista, y la lucha de las nacionalidades por su libertad y autonomia.

Es necesaria la unidad popular y nacional para derrotar al imperialismo, y las nacionalidades solo podrán ser realmente libres conquistando, junto al resto del pueblo español, una España independiente.

Y quien debilite la unidad no solo esta atacando los intereses del conjunto del pueblo español, sino también perjudicando gravemente las aspiraciones de las nacionalidades.

Estos son fustes que forman parte de la mejor memoria de lucha de nuestro pueblo. Y que, frente a la confusión en buena parte de la izquierda ante la cuestión nacional, es necesario recuperar para poder enfrentar lo que hoy sucede en Cataluña desde los intereses populares.

16 comentarios sobre “Defender la libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es revolucionario”

  • El artículo es preciso y concluyente la pena esque el 90% de este país no salga de su estúpido adormecimiento para romper con este sistema de griyetes y mordazas para romper con lo establecido.

  • Personalmente,me considero «Internacionalista»,no Patriota.Y es que con el patriotismo hay que tener mucho cuidado,como decía Mao de los errores de Stalin,se pasó del patriotismo anti-imperialista de Lenin,al chovinismo de gran potencia de Stalin.Más que con Pasionaria,me quedo con el internacionalismo de Durruti(coñ..¿me habré hecho anarkista?),y es que expulsar al capital y el Poder norteamericano de España es «una cuestión de intereses de clase,más que un problema de Patriotismo»…..»La política española ha sido un feudo de las potencias extranjeras. (…) El Foreign Office y el Quai d’Orsay han jugado un papel importantísimo en nuestras deliberaciones. (…) Los tentáculos de las finanzas internacionales aprisionan nuestro país y devoran la riqueza vernácula. Los trabajadores españoles han trabajado siempre para satisfacer los dividendos y los beneficios cuantiosos de los accionistas y rentistas extranjeros. El espíritu de independencia de los españoles se ha manifestado desde los albores de nuestra historia. Múltiples han sido las invasiones pero nunca han podido abatir el espíritu sagrado de la independencia.

    Hoy se repite lo acaecido en la época de Fernando VII. También en Viena se celebró una reunión de los dictadores fascistas para dilucidar su intervención en España. Y el lugar que ocupaba el Empecinado es desempeñado por los trabajadores en armas.

    La clase trabajadora ha de conseguir la independencia de España. No será el capitalismo indígena quien lo logre, puesto que el capital internacional está íntimamente entrelazado de un confín a otro. Este es el drama de la España actual. A los trabajadores nos toca arrojar a los capitalistas extranjeros. No es un problema patriótico. Es un caso de intereses de clase. (…) Y la clase trabajadora sabrá impedir que España sea sometida a un estatuto internacional del tipo de Tánger, de Dantzig, del Sarre.

    (Los Amigos. Durruti, CNT, 1937)»

  • Disculparme, pero discrepo en algunas aseveraciones.No creo que se pueda hablar con propiedad de los diferentes pueblos de España y sus personalidades, ¿quizás naciones?. Al cabo de los tiempos, podríamos decir tres o cuatro milenios, de sobrevivir en el mismo territorio, con migraciones interiores e invasiones exteriores, construyendo instrumentos vehículos de cultura compartida, cuando estamos sufriendo una bajísima reposición generacinal, despoblamiento de nuestras pueblos, incorporación de otros grupos humanos (llamados emigrantes los que son pobres y residentes los de los países ricos), en esta Europa que están construyendo los que no son ni representan a los pueblos a los que dicen pertenecer. Me atrevo a pensar que debe de haber muy pocos españoles, incluidos los vascos, por supuesto, que no tenga algún antecedente de origen diferente al propio, ¿y aún así, debo pensar que mi diferencia de personalidad por mi origen me dificulta la convivencia en igualdad de condiciones de orden jurídico o/y político con el conjunto de todos los españoles?. Los problemas que nos impide el desarrollo colectivo y el individual, yo creo que los comunistas lo sabéis, no son las particularidadres de los pueblos. Tenemos mucha faena por delante, se ha destruido mucho de lo conseguido con sufrimiento y altruismo.

  • Por una p…vez estoy de acuerdo y contento con el Gobierno.Le ha metido mano a la Generalitat hasta en los fiscal y hay Guardia Civil y Policia Nacional cosa mala,hasta en el Prat-que todavía no sé qué pasa,pero me da igual- hay Nacionales.Ha tomdo el control de los Mossos y a escardar.Si es que cada dia estoy más cerca del Rivera,que les quiten la autonomía leñe,que ya está bien con los «pobres catalanes oprimidos» …al 3%.Aquí un artículo –> https://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2017-08-16/ley-referendum-1octubre-puigdemont-mesa-parlament_1429239/

  • el lagarto juancho dice:

    Muy,muy bueno y a contracorriente dentro de la «izquierda».Lo que digo siempre:»Pujol,déjate del 3% y trabaja en el Telepizza,como los latinos,que vas a espabilar cosa mala»

Deja una respuesta