El cambio en Euskadi

Cambios en el aparato ideológico

A espera de que esos cambios se traduzcan de facto en la misma programación y punto de vista de EITB, el primer paso dado es el nombramiento de un director valorado fundamentalmente por su carrera profesional para el cargo y por su independencia con el PNV y el régimen anterior.

Arobado por los votos a favor del PSE, PP y UPyD, se abre así una nueva etapa en lo que ha sido sin lugar a dudas el aparato ideológico del Régimen en sus 30 años de duración. El cambio fundamental se da de entrada en la propia elección del cargo principal de dirección ya que los anteriores cargos estuvieron ocupados por personas totalmente vinculadas al PNV, como por ejemplo Josu Ortuondo que acaba de terminar su etapa como eurodiputado o Jose María Gorordo, ratificado ayer como consejero del Tribunal de Cuentas a propuesta de los peneuvistas etc. Pero la clave no es exactamente que sea un independiente “sin más”, sino que es independiente del régimen y viene con un mensaje claro de cambio con la anterior etapa donde se intensifique “el perfil profesional”, “la pedagogía” y el “pluralismo” informativo. Esto por supuesto tendrá que concretarse en líneas de acción. Será desde ahí cuando podamos valorar más claramente el cambio anunciado. Tendrá que verse la ruptura, no ya en lo más simbólico, como el mapa del tiempo que muestra todo el territorio de la llamada Euskal Herria o la cantidad de espacio televisivo y radiofónico que se le da a organizaciones lideradas por el movimiento abertzale, sino que tendrá que verse en el cambio de un discurso, más sibilino, que aparece en cada programa sin hcerse explícito.Las figuras de sus tertulianos, que son tan sólo expresión del abanico que se da en las diferentes medidas de equidistancia con el terror de ETA y sus víctimas, con el discurso envolvente en el que cada detalle te da una impresión de vivir en un territorio que no se sabe muy bien, si pertenece a algún sitio. Un discurso en el que no se sabe muy bien qué es España, que incide en las diferencias y marca una extraña relación con un “Estado” y un no se sabe muy bien llamado Madrid pero que es fuente de todo males. Recuerdo todavía un programa de la sobremesa, que tras el dato de que en Euskadi era el lugar de España donde más se seguían los partidos de la selección española, pusieron casi la mitad del espacio a argumentar, que a los vascos les gusta mucho el fútbol ya juegue España, Suecia o la Patagonia. Este es cambio fundamental que tenemos que ver y escuchar.

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